martes, 21 de octubre de 2014

Ascensión al Pico Infiernos por los ibones Azules, descenso por los ibones y Cuello de Pondiellos



Hace un par de semanas, tenía previsto hacer junto a un amigo, la subida en circular al Pico Infiernos, al final las lluvias, dieron al traste con la opción así que lo dejamos para otra ocasión.

Este fin de semana dan buen tiempo, aunque tengo que ir solo, la idea es subir por los ibones azules y descender por el Cuello de Pondiellos, aunque tengo algunas dudas sobre mi estado físico, ya que aunque salgo prácticamente todos los fines de semana, llevo unos meses sin hacer ninguna actividad exigente, ya que he estado un tiempo con la tensión baja y he perdido algo de peso. Para descargar el track, haz clic en el símbolo de Wikiloc.



Como el día todavía alarga, decido no madrugar en demasía, para aprovechar al máximo el sol, a eso de las nueve llego al Balneario de Panticosa, y dejo la furgoneta en el aparcamiento que hay junto al ibón de Baños.

En este lugar, inicio la ruta, cruzo el complejo de hoteles y bares, hasta que alcanzo el Refugio de la Casa de Piedra, justo detrás de él, enlazo con el sendero de ascensión, que se encuentra balizado con las clásicas marcas rojas y blancas, del GR.11.

Como la jornada de hoy, va a ser larga, y conozco el camino hasta el ibon de Terrabay, pongo un ritmo lento, pero sin pausa, el sendero desde el primer momento comienza a ascender, y así será hasta la cima del Pico Infiernos.

El sendero es estrecho, con el piso pedregoso, a pesar, de que cada dos por tres, este se bifurca, al final los diferentes ramales, se van uniendo, en poco más de diez minutos alcanzo el Mirador de la Reina, desde el que puedo ver varios de los tres miles de la zona, como el Algas, Garmo Negro, y Argualas, además de todo el destrozo que se ha realizado en los últimos años en el Balneario de Panticosa.





Sin apenas detenerme, continúo por el sendero, siguiendo las marcas rojas, y blancas, tras varias lazadas, alcanzo el cauce del río Caldarés, que lleva abundante caudal, lo que hace que las cascadas estén espectaculares.

A partir de aquí el sendero, se vuelve un poco aéreo, pero sin grandes dificultades, cerca de una cascada, me encuentro con un pequeño tramo equipado con sirga, que hace unos años no estaba, y había que hacer un sencillo destrepe.

Tras dejar atrás la cascada, entro en una barranquera, con grandes bloques de roca, tras superarlo, alcanzo el Llano de Bozuelo, donde el sendero da tregua durante unos minutos.





Después de este breve respiro, comienzo de nuevo a ascender dirección NO, por un piso mixto de tierra y roca, que cada vez me aleja más del cauce del río Caldarés, hasta que llego a la cota 1845 m, donde tras realizar varias lazadas, desciendo hasta el cauce del río, por el que camino paralelo durante doscientos metros.

A pesar del buen día, voy por sombra, y camino bastante cómodo, comienzo a subir, hasta un tramo de roca equipado con sirga, unos metros más tarde, ya diviso la Cuesta del Fraile, a la que llego en poco más de cinco minutos.

En este punto, como ya pega el sol de lleno, aprovecho para hacer mínima parada para quitarme ropa, y darme protección solar, después prosigo la marcha, cruzo un pequeño torrente, e inicio con calma la subida a la Cuesta del Fraile.

A pesar de la fama que tiene está subida, que tiene una duración de un kilómetro, la subida es bastante llevadera, sobre todo si se va con la mochila de "ataque", ya que las múltiples lazadas, y sobre todo las espectaculares vistas que ofrece, hace que se pase bastante deprisa.

Nada más coronar, ya tengo vistas al embalse de Bachimaña Inferior, al cual llego en apenas dos minutos. En este punto aprovecho para hacer la primera parada del día, donde como, bebo y disfruto de las vistas.







Como todavía me queda mucho por recorrer, continúo la marcha, dejo a un lado el Refugio de los ibones de Bachimaña a mi derecha, y sigo por un estrecho sendero rodeando el ibón, a continuación de este, ya puedo ver la presa del embalse de Bachimaña Superior, de mayor envergadura que el anterior, el cual también rodeo.

Una vez superado el embalse, desciendo hasta el cauce del barranco, cuyas aguas provienen del desembalsado de los ibones azules, aunque no lleva mucha agua, lo vadeo, en un lugar que se encuentra marcado con un palo con las marcas blancas y rojas del GR.11 






Nada más pasarlo, me detengo un instante para fotografiar un ejemplar de Aconitum Napellus, mas conocido como matalobos, ya que es tóxica. Unos metros más tarde llego hasta un desvío, hacia la derecha se va hacia el Puerto de Marcadau, así que yo continúo recto, dirección SO, hacia los Ibones azules, por el GR.11

Siguiendo el sendero, ya puedo ver la cascada de los azules, la cual voy remontado por un sendero, que en continuas lazadas, me deja junto a la cubeta del Ibón Azul Inferior, donde me detengo para realizar las pertinentes fotografías y desde el que ya puedo ver la marmolera del Pico Infiernos.

Desde el mismo ibón, parte el sendero que se encuentra marcado con hitos cada pocos metros, una vez alcanzado la cota de 2400 m, ya puedo ver el ibón Azul Superior, al cual accedo, tras descender unos metros por una pequeña zona de pedriza.







En un pequeño prado, situado junto a lo ibón Azul Superior, aprovecho para realizar la segunda parada del día. Después continúo siguiendo las marcas rojas y blancas del GR.11, que me llevan junto al barranco de Piedrafita, el cual cruzo en varias ocasiones.

Justo al final del barranco, existe la posibilidad de subir al Pico Infiernos, de forma más directa, por el corredor Norte, pero eso es para expertos, así que yo continúo por medio de una zona de pedriza, por la que subo con bastante comodidad, ya que el sendero esta muy pisado.

Superado este primer escollo, el terreno se suaviza, entro en un circo entre el Pico Infiernos, Garmo Blanco, y el Pico de las Marmoleras, y me detengo un instante para fotografiar un par de flores, las blancas parecen Potentilla Rupestris y las rosas Silene Acaulis.

Tras este tramo, afronto de nuevo un último tramo de pedriza, hasta que alcanzo el Cuello de los Infiernos, desde el que tengo una fantástica panorámica del ibón de Terrabay, y donde aprovecho para echar la vista atrás, y ver parte del trayecto recorrido desde el ibón Azul Superior.





A partir de este punto, hasta la cima del Pico Infiernos, es totalmente desconocido, así que me toca tirar de gps, desde el Cuello de los Infiernos, giro a la izquierda, continúo dirección S, rodeando la cubeta del ibón.

El sendero cruza una zona de pedriza, en algunos puntos se pierde algo, y tengo que estar atento a los hitos, y al gps, en un momento determinado el track que llevo abandona el sendero, y tira hacia arriba de forma muy directa, hacia la cresta, a mi no me cuadra, así que decido pasar del gps, y seguir los hitos.

Cuando casi he rodeado la mitad del ibón, el sendero desciende bruscamente, alejándome de mi objetivo, me detengo un instante para echar un vistazo, y veo que un poco antes, hay un pequeño collado marcado con un palo, así que retrocedo unos metros, y realizo una rápida ascensión, ayudándome en algún punto con las manos.

Justo cuando alcanzo el collado, aparecen un par de montañeros, les pregunto si este es el collado de los Infiernos, y me dicen que sí, así que por fin he llegado al paso clave.


Desde aquí, ya puedo ver la cima del Pico Infiernos, y su famosa marmolera, para llegar hasta el, me toca realizar un largo flanqueo, que si bien no tiene dificultad técnica, si que me obliga, a asegurar los pasos, ya que un tropiezo, provocaría una caída al vacío.

Las vistas desde aquí son increíbles, el sendero es apenas inexistente, y toca seguir unas flechas rojas, pintadas en la roca, de vez en cuando un palo clavado, me indica la buena dirección, cuando llego a la altura de la cima del Pico Infiernos Occidental, llego a un pequeño collado, desde el que inicio el ataque final a la cima, realizando alguna trepada con buenos apoyos, tanto para pies como manos.

Después de seis hora y media, llego a la Cima del Pico Infiernos Occidental (3073 m), las nubes bajas han aguantado, y puedo disfrutar de una amplia panorámica, por el E, puedo ver las cima Central y Oriental del Pico Infiernos, y al fondo los ibones Azules, y parte del trayecto recorrido, por el S, los ibones de Pondiellos, y los tres miles, del Algas, Garmo Negro y Argualas, y por el O, entre un mar de nubes, el Midi d'Oso.


Flanqueo hacia el Pico Infiernos, técnicamente sencillo, pero con el vacío a la derecha






Desde la cima del Pico Occidental, puedo ver el paso por la marmolera, me acerco unos metros, y oye tu, que voy solo, y no lo veo claro, ahh, esto de tener vértigo pues es lo que tiene, así que mejor dejo las otras dos cimas, para otra ocasión, en la que vaya acompañado.

Regreso a la cima, aprovecho para comer, que aun me queda bastante tajo, y planifico el camino de vuelta, ya que la opción que tenía era hacer la cima Central y Oriental y descender por el corredor Sur, hasta el Collado Saretas, y desde allí al Cuello de Pondiellos.

La opción más segura, es regresar por el mismo camino, es todo descenso, y por buen sendero, el problema es que es muy largo, y me iría a más de 20 kilómetros, la otra opción es bajar por una canal que hay justo debajo de la cima del Pico Infiernos Occidental, en principio es un poco guarra, ya que se ve mucha piedra, y además tiene una inclinación importante.

Ante la duda, y aprovechando que hay cobertura de móvil, voy a darle un toque a David, que se conoce la zona al dedillo, haber que me puede decir, porque la zona entre el Cuello de Pondiellos y la Mallata Alta tampoco la conozco.

Le hago un par de llamadas, pero no hay suerte, así que, decido bajo por la canal, y haber que pasa, que siempre me puedo dar la vuelta.

A eso de las cuatro, inicio el descenso, hago algún destrepe, sin mayores dificultades, y voy atento a los hitos, ya que si me salgo del camino, la cosa se complica. En un momento llego al collado, marcado con un palo, aquí tengo la opción de regresar por el mismo camino o descender por la canal, pero la decisión está tomada.

Así que inicio el descenso por la canal, las vistas como todo el recorrido espectaculares, con los ibones de Pondiellos al fondo y los Picos Algas, y Garmo Negro enfrente. La canal como cabía esperar, tiene bastante piedra suelta, y una inclinación importante, desciendo con precaución, pero aun así, no puedo evitar dar algún que otro patinazo.

A mitad de la canal, llego a un pequeño resalte, los apoyos para pies y manos son bastante malos, así que limpio un poco la roca, y destrepo con precaución. Superado este tramo, continúo el descenso, de vez en cuando me acerco a la zona de la marmolera, donde está más limpio, al final de la canal, llego a una amplia zona de pedriza, en la que para evitar el fuerte desnivel, voy haciendo zetas.

Después de casi una hora bajando, por fin llego a un pequeño lago, aquí aprovecho para echar un mirada atrás y ver todo el trayecto de bajada, que desde abajo, impresiona bastante.





Canal vistas desde Abajo (En rojo el descenso)
Una vez junto al lago, comienzo a encontrarme mal, las piernas me tiemblan, y tengo ganas de devolver, una situación que nunca antes me había sucedido. Como comer y beber lo he realizado bien durante todo el trayecto, imagino que será de la tensión de la bajada, así que descanso junto al ibón "mientras disfruto de las vistas".

Después de veinte minutos, decido continuar, me quedan unas tres horas de luz, así que el objetivo es llegar a la Mallata Alta antes de que se haga de noche. Así que rodeo el lago, por su derecha, ya que por la izquierda hay un pequeño nevero, que parece estar hueco, y chino a chano comienzo una breve subida hasta el ibón de Pondiellos Inferior.

Me detengo un instante, para hacer una fotografía, el sol se va escondiendo entre los Picos, y no salen muy bien, continuo paralelo al ibón, dirección E, ya con vistas al Cuello de Pondiellos.

Nada más dejar atrás el ibón Inferior, llegoibón de Pondiellos Superior, el cual también rodeo, siguiendo los hitos y echando un vistazo al gps, cuando llego a la altura de un vivac, inicio el ascenso hasta el Cuello de Pondiellos, y de vez en cuando le echo un mordisco a una barrita energética que llevo.

Ibón de Pondiellos Inferior



Ibón de Pondiellos Supeior

Una vez alcanzo el Cuello de Pondiellos, aprovecho para descansar, en los últimos minutos, he notado bastante mejoría, y aunque no estoy para hacer una maratón, las sensaciones no son del todo malas.

Como en este punto, también hay algo de cobertura, llamo a mi mujer para comentarle que todavía me encuentro en el Cuello de Pondiellos, y que llegaré muy tarde e incluso es posible que me quede a dormir en la furgoneta, a lo que ella me responde ¿pero tu no estabas en el Moncayo?, pues va a ser que no.

Tras el descanso, inicio el descenso por el Barranco de Pondiellos, con la atenta mirada de una pareja de Sarrios, al principio hay un sendero bastante definido, pero poco a poco este se difumina hasta que entro en un Canchal, en el que me toca seguir los hitos que hay colocados en diferentes puntos.

Poco a poco, me voy ladeando hacia la izquierda, dirección NE, como suele ser habitual en estos caos de rocas, cada uno va poniendo un hito donde le sale de los huevos, y al final en vez de ayudar, lo que hacen es volvernos locos.

Para no andar de más, que la cosa no está para tirar cohetes, saco el gps de la mochila, y voy guiándome con el, al echar el pie, en una zona de piedra suelta, resbalo, y por inercia echo la mano del gps en una roca. Por suerte no se ha roto la pantalla, eso sí, lleva dos rayas profundas de arriba a abajo, pero por lo menos funciona.

Cada vez tengo más cerca la Mallata Alta, el camino hasta el momento baja muy lentamente, y llevo un buen rato ladeando la montaña, tras pasar un gran bloque de roca, el track que llevo desciende bruscamente por una canal, a mi los atajos nunca me han gustado así que mejor quito el track, y me guío con el mapa del gps, que será mejor.

A los pocos metros de dejar atras la roca, enlazo con un sendero bastante pisado, en algunos puntos me toca echar la mano, para asegurar el paso, y tras varias lazadas, comienzo un descenso directo hacia la Mallata Alta.

El objetivo está conseguido, a partir de este punto, ya me conozco el camino, apenas quedan unos minutos de luz, así que saco el frontal, y continúo caminando siguiendo el sendero clásico de ascensión al Garmo Negro.

Cerca de la Mallata Baja, se hace completamente de noche, enciendo el frontal, y con gps en mano voy descendiendo lentamente, ya que a pesar de encontrarme bastante bien, las piernas ya no responden, y voy caminando estilo robocop.

Cuando llego a la Mallata Baja, veo un par de montañeros que están haciendo vivac, al verme descender tan tarde, me preguntan si todo va bien, les digo que me ha dado un bajón, pero que mas o menos me encuentro bien, aprovecho para charrar con ellos, descansar, y me ofrecen una barrita para comer.

Tras darles las gracias, continuo el descenso, me desvío hacia la derecha, y tras varias lazadas me adentro en el bosque, mientras oigo el rugir de las aguas del barranco de Argualas.

La verdad que es una experiencia de contrastes, ya que por un lado estoy bastante cansado, pero por otro estoy disfrutando de la soledad, y disponer de todo el monte para mi, cerca ya de los Baños de Panticosa, me llama David, le explico lo sucedido, pero que ya esta todo resuelto, me despido de el, y en un par de lazadas llego a la Fuente de la Laguna.

Como llevo agua de sobras, ni me detengo, así que prosigo por el bosque, y en poco más de cinco minutos me planto junto al ibón de Baños, y desde allí a la furgoneta. Cuando abro el maletero, veo no llevo el saco de dormir, así que me voy a Panticosa, ya en la furgo, como me encuentro bastante despejado, me voy para Zaragoza, que mañana me espera una larga jornada, que será peor que subir el K2 "la bronca de mi mujer".






Descendiendo por el bosque, ya con noche cerrada

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