Desde hace un par de meses he comenzado a correr para mantener la forma, ya que no siempre puedo salir todos los fines de semana.
Como llevaba muchos años sin correr, he empezado poco a poco sobre asfalto, que siempre es más fácil y más accesible, ya que puedo hacerlo desde la misma puerta de casa.
Pero como correr por asfalto es bastante aburrido, una vez que más o menos he cogido algo de forma, quiero pasar a correr por el monte, o como ahora lo llaman los modernos "Trail Running", y aprovechando que para navidad tengo un par de semanas de fiesta, pues hoy me acerco hasta los galachos de Juslibol, para estrenarme. Para descargar el track, haz clic en el símbolo de Wikiloc.
Como vivo en Cuarte me acerco hasta el barrio de Juslibol en coche, lo cruzo, hasta que enlazo con la pista de tierra por la que voy hasta la barrera que impide el paso de vehículos, y aparco a un lado sin molestar el paso.
Hoy hace un día fantástico, así que en vez de ir por la pista de acceso a los galachos de Juslibol, quiero ir por arriba de los escarpes, así que desde el coche, retrocedo unos metros y comienzo a trotar hasta que enlazo con una amplia pista, por la que comienzo a ganar desnivel de forma rápida.
La subida es bastante larga, y el tramo final se me atraganta, así que tengo que bajar el ritmo, una vez arriba, comienzo a descender, poco a poco la pista se va estrechando hasta convertirse en una senda perfectamente trazada, que unos metros más adelante se divide en dos.
Como el cielo está muy despejado, yo opto por coger la senda de la izquierda, dirección O bordeando los escarpes, con unas fantásticas vistas de los galachos e incluso el Moncayo.
Sin duda ha sido una buena elección tomar este sendero, ya que es bastante entretenido, ya cerca de los galachos, alcanzo una zona de sube y bajas, en un tramo de bajada que está algo embarrado, echo el pie, resbalo, y acabo en el suelo rodando como un croqueta.
Con las mallas manchadas de barro me recompongo, y continúo corriendo, después de subir una última rampa, corta pero bastante dura, alcanzo el mirador de las estepas, en el que se junta con la ruta que viene desde el Centro de Interpretación, y desde el que se obtienen unas fantásticas vistas de la huerta de Zaragoza, y de la ciudad.
Desde el mirador, la senda se convierte en amplio camino totalmente llano, por el que corro a buen ritmo, tras subir otra corta pero dura rampa, llego hasta el mirador de los Galachos, desde el que se obtiene una amplia panorámica de los galachos de Juslibol.
Fotografía tomada en el mes de Septiembre |
Fotografía tomada en el mes de Septiembre |
Antes de iniciar el ascenso, cruzo el cauce seco de un barranco, teniendo que hacer un sencillo destrepe, después enlazo con la estrecha senda, por la que comienzo a trotar, ganando altura de forma rápida.
Los últimos metros me toca subir caminando, tras un giro a la izquierda, llego a los restos del Castillo de Miranda que fue construido en S.XII, y que tuvo una gran importancia estratégica, ya que permitía tener controlada gran parte de la vega del Ebro a su paso por Zaragoza, y debido a su ubicación, servía de refugio en caso de inundaciones y riadas.
Me detengo un par de minutos para disfrutar de las vistas, los galachos se encuentran con bastante agua, y con el día tan fantástico que ha salido, puedo ver perfectamente el Pico Moncayo, cuya cumbre tiene algo de nieve.
Después de la parada, comienzo el descenso con precaución por la senda, hasta alcanzar de nuevo la base de la atalaya, una vez aquí giro a la derecha, y enlazo con una senda, por la que rodeo parte de la atalaya por una densa zona con vegetación ribereña, hasta que alcanzo la pasarela de hormigón, por la que salvo la acequia de Juslibol.
Tras cruzarla, poco a poco la senda se va ampliando, hasta convertirse en un cómodo camino de tierra totalmente llano, por el que voy rodeando los galachos durante un kilómetro, hasta que llego a una bifurcación de caminos, donde giro a la izquierda y enlazo con el GR.99.
Como ya es algo tarde, los galachos se encuentran bastante tranquilos, apenas hay gente, y puedo correr disfrutando del entorno, al final de los galachos cruzo la pasarela de madera, en la zona conocida como el Carrizal, donde me detengo un instante para disfrutar de las vistas que hay desde ella.
Nada más cruzar, accedo a la antigua área recreativa, giro a la derecha y enseguida llego al Centro de Interpretación, donde tengo la opción de continuar por el camino de acceso a los galachos o coger una senda a mano derecha, que había antiguamente y que no se, si con las acondicionamientos que se han hecho en los últimos años, seguirá existiendo.
La ruta normal son unos ocho kilómetros, y el continuar por la senda serán unos doce kilómetros, que es una distancia a la que todavía no he entrenado, aun así me tiro a la aventura, giro a la derecha, y nada más coger el camino que va hacia el observatorio, cojo una senda a mano derecha por la que me introduzco en un tupido bosque de ribera.
La senda se mantiene muy parecida a como yo la recordaba, paso junto a los muros de una casa, y tras pasar una cerca me introduzco en una selva donde el carrizo forma pequeños túneles naturales.
Como ha llovido en los últimos días, hay zonas con algo de barro, que intento salvar como puedo, aunque en alguno meto el pie de lleno, después de una corta subida abandono la senda, en la que he vuelto a disfrutar de ella después de muchos años.
Una vez fuera de la selva, la senda poco a poco se va convirtiendo en una amplio camino de tierra, totalmente llano, por el que voy bordeando el meandro de Juslibol.
Tras rodear todo el meandro, la pista se bifurca en dos, aquí abandono la compañía del río, y giro a la izquierda teniendo de referencia los escarpes que quedan enfrente mío.
Ya por amplia pista, paso junto a una explotación ganadera, el último kilómetro se me hace bastante largo y ando unos metros para descansar, después afronto una última subida, por la que salgo al camino de Juslibol, y desde allí en un par de minutos al coche, donde doy por finalizada la circular.
Al final han salido casi doce kilómetros, y algo menos de cuatrocientos metros de desnivel, que prácticamente se superan en los primeros kilómetros. La verdad que aunque he acabado bastante cansado, me voy contento, ya que para mi primera salida de trail he tenido muy buenas sensaciones y me he divertido.