domingo, 1 de julio de 2012

Peña Montañesa 2291 m, desde Monasterio de San Vitorian

Este fin de semana decidimos que subiremos a la Peña Montañesa, nos acercamos con unos amigos y la familia, a Boltaña,y nos hospedamos en el Camping de Boltaña, el sábado nos lo pasamos en el camping dándonos un baño en la piscina y tomando unas cervezas.

El tiempo es bueno, pero dan un cambio brusco para el domingo, por la noche, no para de llover, e incluso, se oyen truenos, cuando nos levantamos por la mañana el cielo esta muy encapotado y alguna vez chispea.

Con todo esto decidimos arriesgarnos y ver como se desarrolla el día, cogemos el coche y nos dirigimos ha Ainsa, donde tomamos la carretera que lleva hasta Campo, unos kilómetros después cogemos el desvío que nos lleva al Monasterio de San Vitorian, la carretera es estrecha y se encuentra en muy mal estado, sobre todo en su primera parte. Un kilómetro antes de llegar al monasterio, llegamos a una pequeña explanada, donde dejamos el coche. Los datos de la ruta en wikiloc.

Retrocedemos unos metros por la carretera, hasta que llegamos a un panel informativo donde nos explican un poco la subida a la Peña Montañesa, justo al lado, parte el sendero que en su primer tramo nos lleva por el interior de un bosque y zona de matorral

Cuando llevamos andamos, algo más de media hora, dejamos atrás la zona boscosa, y nos adentramos en una zona de pedrera, desde la que se obtiene unas buenas vistas de la zona, en los que destaca el embalse de Mediano.




El sendero no pertenece a ningún PR ni GR, pero se encuentra perfectamente señalizado con hitos durante todo el recorrido, por lo que el GPS es totalmente prescindible, aunque nos vendrá bien, porque a pesar de que el tiempo aguanta y no hay lluvia, la niebla esta subiendo y se nos va echando encima.

Llegamos hasta el desvío hacia la Faja del Toro, que se encuentra señalizado con pintura roja, la idea principal es subir por ella, pero debido a la lluvia de la noche, y que se nos hecha encima la niebla, decidimos continuar por la vía normal, que nos lleva por una zona de acebos, cerca de un paredón de rocas, que salvamos dando un rodeo.

Unos metros más adelante, llegamos a una explanada, donde parten dos alternativas, nosotros tomamos la de la derecha, que nos lleva a realizar una sencilla trepada.



Tras superada, llegamos a una zona de pradera, conocida como Las Planas, donde no muy lejos podemos ver un abrevadero y una caseta de pastores.

La niebla la tenemos encima, seguimos siempre el sendero, aunque en algunos tramos no esta muy pisada, y está invadido con los famosos cojines de monja, que arañan nuestras piernas.

Cuando llegamos a las dos horas de recorrido, el sendero nos conduce hacia una zona de grandes rocas, que cruzamos pero que nos lleva hacia un cortado, echamos mano del GPS y vemos que hemos avanzado de más.

Así que retrocedemos hasta el inicio de las rocas, subimos paralelas a ellas, y unos metros después tras subir por un paso entre rocas, enlazamos de nuevo con el sendero.





Cuando llegamos casi a la base de la montaña, giramos a la izquierda, y comenzamos a realizar un largo franqueo, el sendero hay tramos con bastante piedras, y aunque no hay patio, un resbalón nos haría darnos un buen susto, así que avanzamos con precaución, mientras un grupo de sarrios, observan nuestros movimientos.

Al final del franqueo, llegamos a la Canal Mayor, una zona de pedriza, con una pronunciada pendiente, que nos hace ralentizar el paso y donde yo me quedo rezagado del grupo, sin duda hasta el momento es el tramo con mayor dificultad.

Superada la canal, ya podemos ver la cima de Peña Montañesa, tan solo nos queda superar un último tramo, por un sendero bien marcado, que nos lleva hasta la cima, en 2:30 h.

Una vez en la cima, aprovechamos para comer y beber, ya que apenas hemos parado en toda la subida, el día se esta aguantando e incluso a ratos sale el sol. La zona de campo esta totalmente cubierta por la niebla, pero la zona sur, se pueden apreciar algunas cumbres como el Castillo Mayor.

Al final con paradas, han sido cinco horas de pateada, una lastima que la noche anterior, lloviese porque nos hemos quedado con las ganas de subir por la Faja del Toro, pero aun así ha merecido la pena.






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