domingo, 29 de mayo de 2011

Balneario de Panticosa - Ibones Azules

Hoy nos dirigimos hacia el Valle de Tena, a la población de Panticosa, con la idea de subir hasta los Ibones Azules, que sin duda es una de las rutas, más bonitas del valle, y de los pirineos.

De camino, como suele ser habitual, paramos en la panadería La Nave, después nos dirigimos hacia Panticosa, y una vez allí, sin entrar, subimos hasta los baños de Panticosa. Para descargar el track, haz clic en el símbolo de Wikiloc.

 
Dejamos el coche en el aparcamiento, situado junto al ibón de Baños, donde nos acercamos y damos por comenzada la ruta, después de la breve visita, continuamos por la zona del balneario, hasta llegar al Refugio de la Casa de Piedra, desde donde nace un estrecho sendero, en subida, que tras varios zigzags nos deja en el mirador de la Reina, desde el cual tenemos unas fantásticas vistas del Balneario y de varios tres miles, como el Argualas o el Garmo Negro.







Siguiendo el sendero que se encuentra balizado con marcas con franjas blancas y rojas (GR), e hitos, llegamos al barranco de Calderés,donde podemos ver varios saltos de agua, que forma el río Calderés a su paso.

En este punto, el sendero continúa siendo estrecho, pedregoso, y en algunos puntos algo expuesto, por lo que caminamos con precaución, y en un punto nos ayudamos de las manos para realizar un cortísimo destrepe.






Finalizada el barranco, el sendero nos lleva hasta una amplia pradera llamada Plano de Bozuelo, donde las piernas agradecen el descanso, aunque la alegría dura poco, ya que desde la pradera, podemos ver por donde continúa el sendero.

La zona es preciosa, y desde cualquier punto las vistas son espectaculares, aunque nada comparado con lo que nos queda por ver.




Dejamos atrás la pradera, y después de una corta subida, descendemos por un sendero pedregoso, hasta cerca del cauce del río Calderes. Durante unos metros caminamos paralelo al cauce del río, pero enseguida, comenzamos a subir.

Por el camino, nos encontramos con varios ejemplares de flores, y a lo lejos, ya podemos ver la Cuesta del Fraile, justo antes de comenzar a subir, pasamos junto a la Cascada del Fraile, que lleva un buen caudal.









Junto a la cascada, hacemos un breve pausa, y enseguida retomamos la marcha. Comenzamos a subir la cuesta del Fraile, la subida se hace dura, sobre todo porque comienza el sol a calentar de lo lindo, y no hay ni una sola sombra, tras varios zig zags del camino llegamos a lo más alto, desde el que se obtienen unas fantásticas vistas de la zona.





Nada más finalizar la subida, llegamos al primero de los ibones, se trata de ibón de Bachimana inferior, que se encuentra a unos 2177 metros. A mano derecha del ibón de Bachimaña inferior, están construyendo un refugio, que cuando este terminado será de gran ayuda para realizar el ascenso a las cumbres de los infiernos.

Seguimos la marcha y bordeamos el ibón y en apenas 10 minutos nos encontramos con el segundo de los ibones, este es el ibón de Bachimaña superior, estamos a 2207 m.




Seguimos dirección a la cascada de los azules, tras superar un nevero, llegamos al cauce del río, desde este punto parten dos opciones, subir por el camino de invierno, en el que seguramente habrá algún tramo con nieve hasta las rodillas, o cruzar el río y continuar por el sendero de verano.

Tras deliberarlo, pasamos el cauce, con bastante problemas, ya que baja con bastante caudal, una vez en el otro extremo, y tras andar unos metros llegamos a la Cascada de los Azules.




Para sortearlos, continuamos por la derecha, por un sendero en continua subida, que nos lleva hasta la parte superior de la cascada, tras superar otro nevero, llegamos al Ibón Azul inferior, estamos a 2380 m, que bonito esta y todavía quedan algunos bloques de hielo. 

Tras detenernos un rato, para fotografiar el ibón y su entorno, seguimos hasta el ibón superior, tomamos un sendero que parte del ibón. El sendero es estrecho, en subida y en algunos tramos poco marcado, desde él, se pueden ver mejor todo el ibón, una vez arriba llegamos
Ibón azul superior que se encuentra a 2458 m, y que permanece casi helado en su totalidad.

Con vistas a ibón superior, paramos tan solo media hora para comer ya que a las cinco dan tormentas y se estaba nublando. 

domingo, 1 de mayo de 2011

Visita guiada al Soto Rincón Falso

Hace ya dos años fuimos con nuestro hijo al Galacho de la Alfranca, ha dar una vuelta, la verdad es que nos quedamos gratamente sorprendidos del cambio (para bien) que había experimentado la zona desde mi última visita y decidimos que teníamos que volver otro día.
Aprovechando que cada primer domingo de mes realizan visitas guiadas gratuitas por la zona, decidimos llamar unos días antes, para reservar una visita al Soto del Rincón Falso. Para descargar el track, haz clic en el símbolo de Wikiloc.
 

Tal y como habíamos acordado llegamos a las diez de la mañana, en la entrada a los jardines históricos, nos aguarda nuestra guía, que nos conduce hasta las antiguas caballerizas, que se han restaurando y se utilizan hoy en día como recepción y punto de información, tras una breve presentación, nos hace entrega de un folleto informativo sobre la ruta y unos prismáticos por cada dos personas.  

Desde este punto comenzamos la ruta, andamos unos metros hasta adentrarnos en el jardín de piedras, donde se encuentra el Observatorio, al cual accedemos subiendo por las escaleras, aunque se encuentra adaptada para minusválidos ya que dispone de ascensor.

Desde lo alto del observatorio podemos contemplar la distribución de la Finca, la balsa del Cascarro y el Galacho de la Alfranca, que tiene una extensión de 775 hectáreas


Descendemos de nuevo hasta el jardín de piedras, que dejamos por una de las puertas laterales, tras cruzar una acequia de riego, dejamos a un lado la Balsa del Cascarro, para coger una pista forestal que nos lleva hasta la zona recreativa conocida como El Pinar, acondicionado con bancos, mesas y un merendero de madera.


A partir de este punto, dejamos la pista y nos adentramos por el interior del Pinar, que se encuentra balizado con estacas con marcas rojas y blancas. 

Una vez en su interior, la guía nos indica que las especies que lo pueblan son principalmente dos, el pino carrasco y el pino piñonero, ambos plantados por el hombre, ya que son los que mejor se adaptaban al terreno árido de esta zona.

Atravesado el pinar, tomamos de nuevo la pista dejando a nuestra izquierda los campos de cultivo de la huerta de Pastriz, en donde podemos ver varios ejemplares de Pinos Piñoneros monumentales, de gran altura y porte, y que rodea los galachos de la Alfranca, que se encuentran cerrados ya que solo se pueden ver mediante visita guiada, y en fechas muy concretas para evitar molestar a las aves que en el habitan.





Continuamos andando por la pista, hasta que llegamos al Mirador del Ebro, uno de los principales puntos de la ruta, desde el que podemos apreciar gracias al telescopio que lleva nuestra guía, de la frondosidad del Soto del Nis, donde hay pastando un rebaño de Ovejas, el Soto de La Mejana, donde podemos ver como un pez, esta depositando sus huevas en la orilla, y los diferentes meandros que forma el río.



Aprovechamos la parada para tomar algo, después seguimos por la pista que enseguida nos lleva hasta el inicio del Soto del Rincón Falso,  un soto es un bosque de ribera, que crece sobre suelos fértiles con linos y arenas, que se inundan con las crecidas de los ríos.

Tras una breve explicación junto a la entrada del soto, tomamos un amplio camino, que nos lleva por la zona exterior del soto, hacemos una breve parada para contemplar la flora de la zona, donde destacan principalmente especies ribereñas como álamos, chopos, retamas y carrizos que le dan un aspecto de selva. 




Tras pasar por debajo de un gran grupo de cañas que forman un túnel, el camino se convierte en sendero, también conocido como mota, que se encuentra ligeramente elevada del soto, para evitar que las crecidas del río lleguen hasta los campos de cultivo.

Después de andar unos metros y tras salvar un cauce seco, llegamos hasta un antiguo brazo seco del río, que es conocido como “madre” y que se inunda durante las crecídas.

Tras una breve explicación, retrocedemos unos metros, hasta llegar de nuevo a la mota y continuar por ella, que nos lleva por una zona de praderas, que dependiendo de la cantidad de agua que llevé el río se inundan y no se pueden visitar.

Al final del sendero, enlazamos de nuevo con la pista principal, por la cual volvemos cada uno a su paso, hasta el jardín de piedras, donde nos reagrupamos y devolvemos los primáticos, sin duda ha sido una ruta sencilla, interesante, didáctica, gratuita, y a un paso de Zaragoza.






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