Para este domingo tenemos previsto realizar la ruta que une la Masieta con Montfalco, a última hora se apunta Jaime, pero nos comenta que tiene compromisos familiares y tiene que estar en casa a la hora de comer.
Buscando un plan alternativo, al final decido que puede ser una buena opción, subir a la Peña Oroel y descubrir la Senda de los Lobos, dicho y hecho, este será el plan para hoy. Para descargar el track, haz clic en el símbolo de Wikiloc.
Para llegar a tiempo a casa, quedamos a las siete en la gasolinera de Villanueva de Gállego, cafecito y ponemos rumbo a Jaca, un poco antes de las nueve nos plantamos en el aparcamiento del Parador de Oroel, donde tan solo hay un coche.
El día está despejado, y las previsiones son muy buenas, la única duda que tengo es en que condiciones nos vamos a encontrar el camino de subida por el collado de las neveras, ya que transcurre por un bosque bastante espeso.
Sin apenas detenernos nos preparamos e iniciamos la ruta, para ir a lo seguro subimos por la ruta habitual balizada como S6, cuyo inicio e encuentra a tan solo unos metros del aparcamiento.
La ascensión es sencilla, y practicamente nada más empezar nos metemos en un tupido bosque de pinos y abetos, por el que vamos ganando metros de forma suave en sus primeros metros.
En algunos tramos el camino se encuentra acondicionado para facilitar el ascenso, cuando nos encontramos sobre la cota 1400 nos encontramos con la desagradable sorpresa, de que el piso comienza a estar helado.
Unos metros más tarde, mis peores augurios se hacen realidad, ya que el piso se encuentra totalmente helado, algo que me esperaba, pero en cotas superiores, y es que todavía nos quedan casi dos kilómetros de subida.
Como el camino parece una pista de hielo, vamos avanzando por donde buenamente podemos, aprovechamos los laterales del sendero que se encuentran "algo mejor", y de vez en cuando alcorzamos en alguna curva.
Con algún que otro resbalón, salimos del bosque, a partir de aquí el hielo desaparece, y nos encontramos con una fina capa de nieve, por la que avanzamos, ahora si, a buen ritmo.
Una vez en el collado de Las Neveras, la nieve desaparece casi por completo, desde el, podemos ver a lo lejos la cruz de Oroel, para ir hasta ella, optamos por seguir rectos por la cresta, que nos ofrece unas espectaculares vistas de todo el valle.
En poco más de diez minutos nos plantamos en la cruz de Oroel, y seguidamente en el vértice geodésico de la Peña Oroel, donde aprovechamos para hacernos la foto de grupo, un grupo que cada día es más numeroso.
Después nos acercamos hasta el mirador Oeste de Oroel, desde donde podemos ver hasta la cima del Moncayo, ya que el día ha salido completamente despejado.
Como ocurre también con el Moncayo, en la cima de la Peña Oroel, es normal que corra el viento, como hace bastante fresco, decidimos no parar, así que sin más dilación, regresamos, pero está vez por el sendero balizado como S6.
Cerca del collado de Las Neveras, aprovechando una zona que nos protege del viento, y está sin nieve, hacemos un parón para almorzar, después reemprendemos la marcha, y avanzamos hasta llegar al poste indicador, que se encuentra en el collado.
Aquí abandonamos la ruta principal y continuamos rectos, subimos por un pequeño tramo de rocas, hasta alcanzar la loma de la montaña,unos metros más adelante, nos detenemos para ver dos pozos de hielo, que se encuentran a nuestra izquierda.
Desde la planicie donde nos encontramos podemos ver la punta Este de la Peña Oroel, a la cual nos dirigimos, para ello seguimos por la cresta, por un estrecho sendero, que nos lleva entre erizones y matorral bajo.
En una pequeña pradera, cerca de la punta Este, vemos un grupo de diez montañeros, que han subido por la Senda de los Lobos, le preguntamos a uno de ellos, y nos comenta que hay algo de nieve, pero sin hielo, así que por lo menos el descenso será divertido.
Tras varios sube y bajas, llegamos a una última rampa, que tras superarla nos deja en el hito cimero que marca la Punta Este de la Peña Oroel.
En este tramo del cordal, Jaime se ha cansado bastante, así que nos toca aminorar la marcha, desde la cima, descendemos unos metros, hasta llegar a la entrada de la Senda de los Lobos, que se encuentra marcado con un palo clavado en el suelo.
El inicio se encuentra con bastante nieve, hacemos un sencillo destrepe, y nos adentramos en un bonito abetal, los primeros metros del descenso son bastante vertiginosos, pero después se suaviza.
La verdad que la senda es una gozada, además hemos tenido la suerte de que el grupo nos la ha dejado muy pisada, en algunos puntos tenemos que sortear algún árbol, que cruza la senda, en una bifurcación, tomamos la senda de la derecha, ya que de continuar rectos, saldríamos al camino de ascenso por la ruta habitual.
A partir de este punto la nieve desaparece, con la humedad del suelo, descendemos rápidamente, e incluso en algún tramo nos tomamos la libertad de bajar corriendo, aunque después nos toca esperar a Rafa y Jaime, que van algo rezagados.
Al final de la senda, enlazamos con la pista asfaltada de acceso al Parador de Oroel, por la que continuamos durante un kilómetro, hasta llegar de nuevo al aparcamiento, al final debido a que hemos invertido de media hora más de la previsto en la subida, hemos llegado pasadas las dos de la tarde, por lo que alguno no va a poder llegar en el horario previsto a casa, pero ya se sabe que al monte, no se puede ir con hora, porque siempre puede surgir algún imprevisto.
Al final hemos invertido algo más de cinco horas en la ruta, de la que hemos disfrutado muchísimo, nos ha permitido descubrir la bonita senda de los Lobos, y ya de paso hacer planes para la próxima salida.