Construido a
2200 metros de altitud, al sur del ibón de Bachimaña Bajo, el 14 de julio de
2012, se inauguró el refugio de los ibones de Bachimaña, situado en un conjunto
de circos glaciares, rodeado de gran cantidad de ibones y grandes cumbres.
Administrativamente,
pertenece al término municipal de Panticosa, en la comarca del Alto Gállego,
una pequeña población de apenas 800 habitantes, emplazada en el Valle de Tena,
junto a la confluencia del Caldarés y el Bolática, ríos que descienden de las
altas cumbres del municipio.
Dentro de su
término municipal, a unos 8 kilómetros, se encuentra Baños de Panticosa, un
balneario de aguas termales, en el que también se ubica el refugio
de la Casa de Piedra, punto de partida de innumerables itinerarios, en el que
a través del GR.11, se conecta con el refugio de Respomuso.
Para la jornada
de hoy, en compañía de Cosmín y Pablo, vamos a realizar una circular al refugio de los ibones de Bachimaña,
pero sin utilizar el concurrido GR.11, subiendo por el Camino Machos, para regresar por un sendero que va al ibón de Arnales, que más adelante, conecta con el sendero del Garmo Negro, por el que bajaremos hasta Baños de Panticosa.
La idea inicial, era subir era subir al pico del Águila y al Borreguil de la Cuca, desde Canfranc Estación, pero anuncian tormentas por la tarde, así que pasamos al plan B. Como suele ser habitual, quedamos en Villanueva de Gállego, tomamos un café y por la autovía mudéjar, vamos hacia Baños de Panticosa.
Pasadas las 9, llegamos en una mañana fresca de cielos grises, mientras preparamos las mochilas, disfrutamos de la clásica estampa del ibón de Baños, con los tres miles de la zona del balneario (Argualas, Garmo Negro y pico Pondiellos), además de la cascada de los Argualas, para acto seguido, comenzar a caminar atravesando la zona de hoteles del balneario, hacia las escaleras de Casa Belio, por las que subimos pegados al barranco del Brazato, que dan paso a un sendero, que serpentea por medio de un precioso bosque de hayas y pinos.
En una curva a la derecha, abandonamos el GR.11, para tomar a mano izquierda un sendero por el que rápidamente conectamos con el “Camino Machos”, obviando el ramal que desciende hacia el mirador de la cascada del Pino, para continuar el ascenso por este bonito camino de herradura, que trazando cortas lazadas entre pedreras y placas de granito, permite que avancemos cómodamente, disfrutando de las vistas hacia el Garmo Negro, las Foratulas o el Brazato.
Poco a poco, vamos ganando desnivel, hasta alcanzar un punto elevado, donde realizamos un bonito paso horizontal con vistas a los picos de Pondiellos, Arnales y la Punta de Bachimaña, adentrándonos por unos instantes en un pinar, de pino negro, donde los hitos se dispersan en ambas direcciones, obviando los que bajan hacia el barranco de Caldarés, para seleccionar los que suben por las lindes del pinar, alternando el sendero con placas de granito, hasta llegar a una meseta desde la que visualizamos una de las Balsas de Lumiacha, haciendo un alto en el camino para echar un bocado.
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Mientras nos preparamos, disfrutamos de la estampa del ibón de Baños, con los tres miles de la zona del Balneario |
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Para acto seguido, comenzar a caminar, atravesando la zona de hoteles, hacia las escaleras de Casa Belio |
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Que dan paso a un sendero, que serpentea por medio de un bonito bosque de hayas |
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Y pinos |
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Hasta alcanzar una curva a la derecha, donde abandonamos el GR.11, para tomar a mano izquierda |
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Un sendero que rápidamente se bifurca en dos, obviando el ramal que baja al mirador de la cascada del Pino |
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Para ir por el "Camino Machos", un sendero de herradura, que va trazando lazadas entre pedreras y placas de granito |
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Desde el que disfrutamos de las vistas de las Foratulas, Brazato |
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Y la zona del Garmo Negro |
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Mientras poco a poco, vamos ganando desnivel, hasta alcanzar un punto elevado |
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Donde hacemos un bonito paso horizontal, con vistas a los picos de Podiellos, Arnales y la Punta de Bachimaña |
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Adentrándonos en el pinar, donde los hitos se dispersan, eligiendo los que van por las lindes del pinar |
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Alternando tramos de sendero con placas de granito |
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Hasta alcanzar una meseta, desde la que visualizamos una de las Balsas de Lumiacha |
Unos minutos más tarde, regresamos al sendero, por el que descendemos observando como los hitos se adentran en un canchal, algo que nos descoloca un poco, así que preferimos seguir bajando por el sendero que nos lleva hasta la cubeta de la Balsa de Lumiacha, que bordeamos, para acto seguido, remontar los metros perdidos hasta alcanzar un collado, donde nos cruzamos con un montañero de Alicante, que comenta, que cerca del refugio de los ibones de Bachimaña, todavía quedan un par de neveros, que le ha costado pasar e incluso, ha tenido un percance.
Aunque no llevamos crampones, por la zona en la que se ubican, no deberíamos tener problemas, así que tras despedimos, echamos una mirada atrás para disfrutar de tan bucólico rincón, acrecentado por el telón de fondo que conforman el pico Tablato y las Foratulas, abandonando en este lugar, el sendero que se dirige a las otras dos Balsas de Lumiacha, para remontar de forma directa, una corta pero pronunciada pedrera, hasta alcanzar un punto elevado, donde el sendero se hace más visible, por el que seguimos avanzando a media ladera, por un sendero colgado, desde el que visualizamos a vista de pájaro, las otras dos Balsas de Lumiacha, con los picos de los Arnales y Bachimaña, en cuya base se ubican los ibón de Arnales, que visitaremos a la vuelta.
De momento, continuamos siguiendo los hitos, que nos guían hacia la entrada de una canal, en la que unos prefieren caminar por el filo de la roca, mientras yo lo hago por el interior, accediendo al mismo tiempo, a un pasillo entre rocas, por el que pasamos a la otra parte, donde ya visualizamos el Muro de la Cascada de Bachimaña, una pequeña escuela de escalada, compuesta por cinco vías, con una dificultad que oscila, entre el PD+ de la vía de los Jardines, al MD de las vías del Diedro o el Dorado, por la que se desprende la cascada del Fraile y a la izquierda, la cuesta del Fraile, por la que se accede al refugio de los ibones de Bachimaña, situado en el punto más elevado.
Cerca del barranco de Labaza, alcanzamos los dos neveros que nos había comentado el montañero alicantino. El primero, tiene una inclinación importante, la nieve está un poco blanda y más o menos, se hace una huella, pero, aun así, preferimos asegurar e ir por la parte superior, pegados a la roca, ayudándonos de las presa naturales, pasando al otro lado con algún que otro problema, para acto seguido, acometer el segundo de los neveros, más sencillo que el anterior, ya que tiene menos inclinación, por lo que lo atravesamos con cuidado por el medio, hasta alcanzar el rellano de la Foya de Labaza, en la que se ubica un punto de captación de las aguas del barranco de Labaza. |
Después, regresamos al sendero, observando como los hitos se dirigen a un canchal |
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Por lo cual, decidimos seguir el sendero que baja a la cubeta de la Balsa de Lumiacha |
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Que rodeamos, para acto seguido, recuperar los metros perdidos, hasta llegar a un collado |
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Donde echamos una mirada atrás |
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Abandonando en este lugar, el sendero que lleva a las otras dos balsas, para remontar de forma directa una pedrera |
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Hasta alcanzar un punto donde el sendero se hace más visible, avanzando a media ladera |
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Por un sendero colgado, desde el que visualizamos a vista de pájaro, las otras dos Balsas de Lumiacha |
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Con los picos de Arnales y Bachimaña, en cuya base se sitúan los ibones de Arnales |
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De momento, continuamos siguiendo los hitos, que nos guían hacia la entrada de una canal |
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En la que unos prefieren ir por el filo de la roca, mientras yo lo hago por el interior |
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Accediendo todos al mismo tiempo, a un pasillo entre rocas, por el que pasamos al otro lado |
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Donde ya visualizamos el Muro de la Cascada de Bachimaña y a la izquierda, la cuesta del Fraile |
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Cerca del barranco de Labaza, alcanzamos dos neveros |
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El primero, con una inclinación importante, por lo que decidimos pasar por las piedras |
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Y el segundo, con menor inclinación, por lo que lo atravesamos por medio |
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Hasta alcanzar el rellano de las Foya de Labaza, donde hay un punto de captación de aguas, del barranco de Labaza |
Después, seguimos caminando atravesando la planicie, hacia un collado situado en la parte superior derecha, que parece la salida natural, aunque al inicio el sendero nos lleva al lado contrario, pero rápidamente, cambia el sentido, comenzando a ganar desnivel de forma suave pero continúa, por un sendero que va trazando lazadas, bajo la atenta mirada de la piramidal cima de la Peña Xuans, hasta llegar al collado, donde el sendero se bifurca en dos, tomando el ramal de la derecha, por el que remontamos el desagüe del ibón de Coanga, que se encuentra parcialmente helado, en cuyas aguas se refleja la montaña.
Al pie del ibón, aprovechamos para echar un bocado, mientras disfrutamos de la bonita estampa que conforma con el espolón de la Peña Xuans. Luego, en vez de seguir bordeando la cubeta del ibón, preferimos regresar sobre nuestros pasos, hasta enlazar con el otro sendero, por el que descendemos hacia el refugio de los ibones de Bachimaña, disfrutando de las vistas hacia los picos de Bachimaña, Batanes y Marcadau.
Unos metros más adelante, conectamos con el sendero que discurre por la margen izquierda de los embalses de Bachimaña, por el que llegamos al refugio de los ibones de Bachimaña, donde entro para preguntar al guarda, si tendremos algún nevero en el tramo de sendero, que nos queda hasta los ibones de Arnales.
Como era de esperar, me comenta que hay dos, uno en la subida y otra en la bajada al ibón de Arnales (superior), así que como vemos, que las nubes se están metiendo en el valle, nos ponemos en marcha, cruzando por un puente las aguas del embalse de Bachimaña Bajo, hasta enlazar con el GR.11, por el que descendemos por la cuesta del Fraile, aunque tan solo durante medio kilómetro, hasta localizar a mano derecha (nada más pasar una señal de peligro de avalanchas), la entrada de un tímido sendero marcado con un hito.
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Luego, seguimos atravesando la planicie, hacia un collado, que parece la salida natural |
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Comenzando a ganar desnivel, de forma suave pero continúa |
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Hasta llegar al collado, donde el sendero se bifurca en dos |
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Tomando de momento, el ramal por el que remontamos el desagüe del ibón de Coanga |
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Que se encuentra parcialmente helado, formando una bonita postal con el espolón de la Peña Xuans |
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Donde realizamos una parada, para echar un bocado, mientras vemos como se reflejan las montañas en el agua |
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Unos minutos más tarde, regresamos sobre nuestros pasos, hasta enlazar con el otro sendero |
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Por el que bajamos hacia el refugio de los ibones de Bachimaña, disfrutando de las vistas a los picos de Bachimaña |
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Y Marcadau |
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Hasta conectar con el sendero que recorre la margen izquierda de los embalses de Bachimaña |
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Por el que llegamos al refugio de los ibones de Bachimaña |
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Como las nubes se están metiendo en el valle, nos ponemos en marcha, atravesando la presa |
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Del embalse de Bachimaña Bajo, donde enlazamos con el GR.11, por el que descendemos medio kilómetro |
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Hasta que pasada una señal de peligro de avalanchas, localizamos a mano derecha, la entrada de un sendero |
En este punto, abandonamos el GR.11, para continuar en suave ascenso trazando una larga diagonal, por un sendero más o menos evidente pero bien marcado, que nos permite avanzar con más facilidad de lo esperado, hasta alcanzar pequeño rellano plagado de bloques de roca, en los que localizamos algunos vivacs, mientras encaramado en una roca, atento a nuestros movimientos, localizamos un sarrio.
Para no abusar del zoom, seguimos realizando la diagonal, que atraviesa una pedrera. El sarrio, sabedor de su posición “dominante”, no se mueve de su sitio, dejando que nos acerquemos hasta casi llegar a su altura, alejándose de nosotros definitivamente, para avisar al resto de la manada, que se encuentra unos metros más abajo.
Unos metros más adelante, finalizamos la travesía, para subir de forma directa, afrontando una corta pero fuerte subida, entre rocas y pino negro, algunos con varios troncos y otros, con unas formas fantasmagóricas, haciendo acto de presencia las primeras manchas de nieve, que no impiden el paso, con unas formidables vistas hacia la zona del pico Brazato y las Foratulas.
Sobre la cota 2150 metros, el sendero desemboca en una amplia vaguada, cubierta casi en su totalidad por la nieve, por lo que avanzamos buscando las zonas limpias y cruzando, por las zonas con menor pendiente, hasta alcanzar un punto elevado, donde divisamos en lo hondo, complemente helado, el ibón de Arnales, situado bajo la base del pico de los Arnales (izquierda) y el pico Bachimaña (derecha), donde en vez de bajar de forma directa, para evitar un nevero, damos un rodeo hasta alcanzar la cubeta, en la que charramos con otro montañero.
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En este punto, abandonamos el GR.11, para continuar en suave ascenso, trazando una larga diagonal |
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Observando el profundo tajo del Muro de la Cascada de Bachimaña, hasta llegar |
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A un pequeño rellano, en el que localizamos varios vivacs y un sarrio |
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Encaramado en una roca |
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Al que nos acercamos, siguiendo la diagonal, que atraviesa una pedrera |
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Hasta llegar casi a su altura |
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Donde lo fotografiamos, en el momento que avisa al resto de la manda |
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Unos metros más adelante, finalizamos la travesía, para subir de forma directa |
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Entre rocas y pino negro, algunos con varios troncos |
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Y otros, con formas fantasmagóricas |
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Sobre la cota 2150 metros, el sendero desemboca en una amplia vaguada, cubierta casi en su totalidad por la nieve |
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Por la que avanzamos, buscando las zonas limpias y cruzando, por las zonas con menor pendiente |
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Hasta alcanzar un punto elevado, donde visualizamos en lo hondo, el ibón de Arnales, pero en vez de bajar directamente |
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Damos un rodeo, para llegar a la cubeta |
Tras disfrutar de tan bucólico rincón, continuamos buscando los pasos más cómodos, siguiendo el desagüe natural del ibón, que desemboca en el ibón de Arnales inferior, de dimensiones más reducidas, que bordeamos por la margen izquierda hasta el final, donde cruzamos el recién formado barranco de Arnales, para seguir a media ladera por un sendero definido, desde el que ya divisamos el ibón de Baños y los Dientes de Batanes.
Sin apenas perder desnivel, avanzamos cerca de la zona de paraludes, el sendero en general es cómodo y fácil de seguir, tan solo algunas piedras en el camino algo resbaladizas, lo que nos obliga a ir con cuidado, aunque en una de ellas, el pie izquierdo resbala y me voy un metro por debajo del sendero, impactando la rodilla derecha en una piedra.
El golpe ha sido duro, me duele la rodilla, a parte del dolor, llevo un fuerte golpe, que espero se quede en solo eso. El pantalón está destrozado y cabe el puño, así que aprovechamos que la zona todavía está caliente, para seguir bajando por el canchal, que indica la proximidad de la Mallata Alta d'as Argualas, enlazando unos minutos más tarde con el sendero que asciende al Garmo Negro, que utilizamos en sentido descendente, atravesando la mallata por un sendero algo pedregoso, por el que se desliza el agua, intentando siempre que podemos, caminar por la hierba.
Unos metros abajo, alcanzamos la Mallata Baja d'as Argualas, donde antes de entrar en el bosque, echamos una mirada atrás para observar la cascada de Arnales y al otro lado, la cascada de Argualas, para acto seguido, introducirnos en el pinar, siguiendo el sendero que va trazando lazadas, ya con la vista puesta en la zona del Balneario de Panticosa, visible ya en los claros que ofrece el bosque, pasando junto a la fuente de la Laguna.
Después, continuamos bajando hasta alcanzar el hayedo que se forma en el entorno del ibón de Baños, pero antes, nos acercamos hasta la cascada de Argualas, que lleva un buen caudal, regresando al sendero principal, por el que llegamos al ibón de Baños, donde cerca de las cuatro, cerramos está bonita y diferente circular, por un entorno poco conocido (a excepción del tramo final), acercándonos al refugio de la Casa de Piedra, donde nos comemos el bocadillo con una merecida jarra de cerveza.
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Tras disfrutar de tan bucólico rincón, continuamos siguiendo el desagüe natural del ibón |
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Que desemboca en el ibón de Arnales Inferior, de reducidas dimensiones, que rodeamos |
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Para cruzar el recién nacido barranco de Arnales, para seguir a media ladera por un claro sendero |
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Desde el que divisamos el ibón de Baños y los Dientes de Batanes |
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Sin apenas perder desnivel, avanzamos cerca de la zona de paraludes |
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Que da paso, a un canchal, que anuncia la proximidad de la Mallata Alta d'as Argualas |
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Enlazando unos minutos más tarde, con el sendero que sube al Garmo Negro |
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Por el que descendemos, atravesando la malla por un sendero pedregoso, en el que corre el agua |
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Así que intentamos caminar por la hierba, hasta llegar a la Mallata Baja d'as Argualas |
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Donde antes de entrar en el bosque, observamos la cascada de Arnales |
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Y la cascada de Argualas, que veremos antes de llegar al ibón de Baños |
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Para acto seguido, introducirnos en el pinar |
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Ya con la vista puesta en el balneario de Panticosa, pasando por la fuente de la Laguna |
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Hasta llegar al entorno del ibón de Baños, aunque antes, vamos a ver la cascada de Argualas |
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Regresando al sendero principal, por el que atravesamos el hayedo |
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Hasta llegar al ibón de Baños, donde cerramos esta bonita y diferente circular |