Como no dan buen tiempo para el sábado, aprovecho el domingo para hacer una ruta en solitario, como el hombre del tiempo, pronostica cierzo con rachas de hasta 50 km/h, la bici la dejo en casa, y decido hacer alguna actividad a pie.
Después de barajar las distintas opciones, decido no madrugar e irme cerca de Zaragoza, así me ahorro tiempo de trayecto y gasolina, de entre todas, decido acercarme hasta la población de Huérmeda, y descubrir parte de las hoces del río Jalón. Para descargar el track, haz clic en el símbolo de Wikiloc.
Para llegar desde Zaragoza, cojo la autovía A-2 hacia Madrid, llegando a Calatayud, me desvío hacia Marivella, un par de kilómetros más tarde, enlazo con la carretera de Soria, para más tarde desviarme hacia Embid de la Ribera.
Una vez en Huérmeda, dejo el coche junto al río, me acerco hasta una plaza donde hay una pequeña fuente, que nutre sus aguas de un manantial, e inicio desde allí mismo la ruta.
Desde la Plaza, cruzo por un puente el cauce del río Jalón, y llego hasta la Ermita de San Roque, que se encuentra cerrada, pero tiene una pequeña ventana, desde el que se puede ver su interior.
Junto a la ermita, se inicia el SL-Z39, hacia las ruinas de Bilbilis, balizado con marcas blancas y verdes, lo sigo durante trescientos metros por la carretera de acceso a Huérmeda, hasta que llego a la altura de un poste indicador, donde giro a la derecha, y abandono la carretera.
A partir de aquí continúo por un sendero en subida, que me acerca hasta los primeros restos de la ciudad romana de Bilbilis y más concretamente a los restos de la Casa de Fortunas, llamada así por la aparición de un larario o altar decorada con una pintura de la diosa Fortuna.
Tras una breve pausa, reanudo la marcha, sigo ascendiendo hasta lo alto del cerro donde se encuentran situadas las Ruinas de Bilbilis, lo primero que visito es el Foro coronado con el templo.
Mientras visito el foro, desciendo por una pista hasta llegar a la zona baja del Teatro, que contaba con una capacidad aproximada de 4.600 personas. Desde el hay un camino que sube, pero como se encuentra cerrado, lo rodeo por el cerro, hasta alcanzar de nuevo el punto de partida.
Desde aquí me acerco hasta las ruinas de varias viviendas, y finalmente a las Termas, la verdad que el sitio está bastante bien, pero para ser un domingo a las once de la mañana, aquí no hay un alma, y da aspecto de estar algo abandonado.
Desde detrás de las Termas, giro a la derecha, y comienzo a ascender monte a través hacia el Cerro de la Bambola 709 m, a cuya cima llego en apenas cinco minutos.
Esta modesta montaña, tiene la ventaja ser un buen mirador de toda la Comarca de Calatayud, desde su cima puedo ver las Hoces del río Jalón, a las que me dirigiré más tarde, la Sierra de Vicor, la Sierra de Algairén, y la población de Calatayud.
Sin apenas detenerme, comienzo a descender por la cara opuesta a la que he subido, al igual que en la subida desciendo campo a través, buscando las mejores zonas, a mitad de descenso, alcanzo un barranco seco, de donde parte un estrecho sendero bien delimitado, por el que continúo hasta cerca de la Rambla de Ribota.
Para descender hasta su cauce, bajo por una zona de rocas con precaución, a pie de la Rambla, busco el mejor sitio para cruzarla, ya que no es muy ancha, y tampoco lleva mucha agua.
Usando la espesa vegetación que cubre casi en su totalidad el cauce, me apoyo y de un salto llego a la otra orilla.
Cruzada continúo dirección NE, paso por debajo del puente del ferrocarril, y prosigo paralelo al cauce, entre vegetación ribereña, a los pocos metros cruzo al otro margen por una pequeña palanca y unos metros más tarde, vuelvo a cruzar, para enlazar con una amplia pista de tierra, que me deja en la carretera comarcal que une Embid con Huérmeda.
Por ella avanzo durante trescientos metros, hasta un puente que salva las aguas de la Rambla de Ribota, donde hay un cartel de coto de caza, desde aquí giro a la derecha rumbo SE, y sigo por un camino de tierra, que tiene una valla metálica.
La puerta la cruzo por un lateral, sigo por el camino, y enseguida se convierte en una senda bien definida. Cuando me encuentro cerca de un mas en ruinas, me desvío unos metros hacia la derecha, para ver la desembocadura de la Rambla de Ribota en el río Jalón.
Tras realizar un par de fotografías, regreso a la senda, paso junto al mas, y enlazo con las hoces del río Jalón, cuyo cauce se encuentra a poco más de cincuenta metros de mi, y lleva un buen caudal.
Este tramo de la hoces es bastante chulo, aunque no es de las más espectaculares que he visto, caminando por las hoces, llego hasta una pequeña central hidroeléctrica, donde se ha formado un gran Azud, me aproximo lo más cercano a su base, hago una fotografía, y aprovecho para charrar con unos pescadores.
Desde el Azud la senda, se convierte en una amplia pista de tierra rodada, protegida por la Peña Mora, en cuyo interior hay construidos hasta cinco polvorines donde el ejercito guardaba material y munición, los visito uno a uno, y la verdad es que se encuentran en muy mal estado, ya que ha sido utilizado "como vertedero".
Visitado el último de los polvorines, camino unos metros más, enlazo con un camino asfaltado, cruzo por un puente, que salva las aguas del río Jalón y llego a las postrimeras de la población de Campiel.
Para regresar existe la posibilidad de realizar una circular subiendo a la Cocha, y descender hasta Huérmeda por el barranco de San Blás, como se me ha hecho bastante tarde, retrocedo sobre mis pasos con bonitas vistas al río Jalón y sus hoces, hasta llegar de nuevo al puente de la carretera que une Embid con Huérmeda.
Desde aquí continúo dirección SE, entre campos de cultivo paralelo a la carretera, en un campo de cultivo me detengo un instante para ver un curioso observatorio, que han construido en medio de un campo, desde aquí salgo a la carretera, y sigo por ella hasta las afueras de Huérmeda, donde me alejo por unos instante para ver el Azud que hay en esta población.
Una vez visto, regreso hasta la Ermita de San Roque, y desde allí en un par de minutos al coche, dando por finalizada la ruta, que sin ser espectacular, ha resultado entretenida, aunque estaría bien que hubiese alguna pasarela en el tramo de regreso, ya que justo en la margen contraria, hay un pr.
Llega el fin de semana, el sábado tengo la posibilidad de hacer una ruta con raqueas con David, pero como trabajo de tarde, y tengo que madrugar, lo dejo para otro día.
El sábado a última hora mando un whatsapp, a ver si hay suerte y alguien responde, al final Tomás se anima, le propongo subir al Pico del Águila, le parece bien, así que el domingo a las ocho quedamos en la gasolinera de Villanueva de Gallego.
Para descargar el track, haz clic en el símbolo de Wikiloc, y para saber como llegar al punto de inicio, en el siguiente enlace. "Como llegar"
Dejamos el coche en el aparcamiento junto al embalse de Arguis, caminamos unos metros por la carretera de acceso, pasamos por debajo de la carretera nacional, hasta que enlazamos con el inicio de la ascensión al Pico del Águila que se encuentra perfectamente señalizada.
Desde aquí comenzamos el ascenso por el interior de un espesor pinar, tras varias lazadas, salimos fuera del pinar, las vistas desde el sendero son muy buenas, y tenemos una amplia panorámica del embalse de Arguis, y de todo el cordal de picos que la rodean, como la Peña Gratal, Pico Las Calmas y el Pico Peiro.
A pesar de ser poco más de las nueve de la mañana, el día es fantástico, enseguida nos sobra la ropa, me quito la braga, y habro un poco el abrigo, porque me estoy achicharrando, siguiendo el sendero, continuamos dirección NE, paralelos al barranco de Castil de Villas.
Debido a un desprendimiento en el sendero, llegamos a un corto paso equipado con cadena, que no ofrece ninguna dificultad, aunque en días con hielo, puede ser algo "más difícil", pasado ente punto, nos volvemos a adentrar en un pinar, de pino silvestre, tras un giro a la derecha tomamos dirección SE, y enseguida llegamos a un cruce de senderos, que se encuentra marcado, pero que algún gamberro ha roto.
En este punto nos encontramos con un corredor de Trail Runing que viene de Nueno, tras hablar un rato con el, cogemos el sendero de la izquierda, caminamos por el durante cien metros, y enlazamos con la pista asfaltada, que nos lleva al Pico del Águila, en apenas hora y media.
La verdad que hemos subido a buen ritmo, las vistas son fantásticas, y tenemos una amplia panorámica de toda la Sierra de Guara, aunque en la zona del Tozal, está el sol, y no nos deja sacar unas buenas fotografías.
Como el acceso al punto geodésico no es posible, ya que se encuentra dentro del centro de rtve, que afea la cima, y pega bien el sol, decidimos no parar aquí, y hacer un poquito más.
Así que descendemos por la pista, dejamos para después el desvío del descenso, y seguimos rectos por la pista, hasta el desvío del Mesón Nuevo. Desde aquí parte un sendero que nos lleva rodeando una pequeña cima sin nombre, cuando la pasamos llegamos a un collado, e iniciamos una corta ascensión hasta una elevación donde hay colocada una pequeña antena, y el vértice geodésico.
A pesar de estar marcada, la cima no tiene nombre, en este punto aprovechamos para para a comer, y disfrutamos de una amplia panorámica de los pirineos, y de la Sierra de Guara.
Después de la parada, retrocedemos por el sendero andado, en vez de rodear la cima con antes, subimos y descendemos por ella, hasta alcanzar la pista de acceso al Pico del Águila, seguimos por ella, hasta enlazar con el camino de descenso, unos metros más tarde llegamos al cruce de senderos, donde nos hemos encontrado al corredor.
Esta vez en vez de continuar descendiendo por el sendero hacia Arguis, seguimos rectos dirección S, el sendero es mucho más vertical que la subida por Arguis, y se encuentra en peor estado, así que bajamos con precaución.
A nuestro paso vamos dejando un par de desvíos, que nos llevan a Belsue, y Santa Eulalia, cuando dejamos este último giramos a la derecha dirección SO, por una zona de monte bajo.
Tras un giro enlazamos con una amplia pista, que entre medio de un pinar, nos deja en la Ermita de la Virgen de Ordás, que se empezó a construir a partir del S.XII, el acceso a su interior es libre, así que aprovechamos para echarle un vistazo, junto a ella, también hay adosado un pequeño refugio, que imagino que lo usarán en alguna romería.
Desde la ermita,
cogemos un sendero, y nos acercamos hasta el Castillo de Ordás, que se
encuentra a trescientos metros, del castillo se sabe que ya existía en
el S.XII, se encuentra en un espolón, y es una construcción única, ya
que tan solo estaba compuesto por una muralla de 12 x 7 m, ya que debido
a su ubicación, en los extremos solo existía el vacío..
No es de extrañar la ubicación del Castillo, ya que desde el obtenemos una amplia panorámica de la zona, en la que destaca el congosto del Isuela, y el destrozo que se ha hecho a lo largo de los años en esta zona, ya que con la construcción de la autovía, ya son tres las carreteras, que se han construido, para subir el puerto de Monrepos, algo totalmente innecesario, ya que la actual carretera nacional, lo único que necesita es quitar tres o cuatro curvas cerradas que hay, pero ....
Desde el castillo, retrocedemos hasta la ermita, y de la ermita, cogemos un sendero, que nos adentra de nuevo en el pinar, los primeros metros son en ligera subida, pero enseguida comenzamos a descender, cuando llevamos recorridos medio kilómetro desde la ermita, abandonamos el sendero principal durante unos metros, para acercarnos a ver una caseta de pastores, construida en piedra seca.
Tras visitarla, regresamos de nuevo al sendero principal, por el que seguimos descendiendo, hasta llegar a un pequeño aparcamiento desde el que se puede subir al Pico del Águila por la Ermita y Castillo de Ordás, que realizo el pasado fin de semana nuestro compañero David.
Desde aquí seguimos paralelos a la carretera nacional durante poco más de un kilómetro, el camino es feo, pero no ofrece ningún peligro, casi llegando a Arguis, pasamos por dos túneles de la antigua carretera, cruzamos la carretera nacional, y llegamos al embalse de Arguis, donde está mañana cuando hemos llegado no había ningún coche, pero que ahora hay más de una treintena, y es que el día es muy bueno, para disfrutar del monte.
Al final ha salido una ruta bastante maja, con buenas vistas, con algunos puntos de interés cultural, y buena compañía,que más se puede pedir.