jueves, 23 de agosto de 2012

Altea

El segundo día de vacaciones en la provincia de Alicante, nos acercamos a la población de Altea, englobada dentro de la Marina Baja. El nombre de Altea podría provenir del griego Althaia, que significa "yo curo", o bien de la palabra árabe aṭṭaláya que da lugar en valenciano a la palabra Talaia. Se han encontrado vestigios en el término de íberos y romanos.
En la actualidad cuenta con algo más de 24.000 habitantes, duplicandose en verano, es por ello que el principal motor de la población, se base en el turismo.

Nuestro hotel se encuentra a tan solo cinco minutos de Altea, por lo que nos aceracmos en coche, aparcamos en la calle en la calle Catarroja, junto a la Nacional 232 a su paso por Altea, vamos caminando por la avenida del Comte d'Altea, hasta la plaza del Convento, donde se encuentra una Iglesia.

Desde este punto proseguimos por la calle Pont del Montcau, para subir hasta el casco histórico conocido como pueblo antiguo, para ello hay varias opciones, nosotros lo hacemos por la costera del Mestre de la Música, una larga cuesta empedrada con escalones, engalonada con flores a ambos lados de la calle. A mitad de la calle, se encuentra la casa del Mestre.





Al final de la calle, llegamos al pueblo antiguo, tras pasar el Portal Vell, accedemos a él, y más concretamente a la calle Mayor, donde no podemos resistirnos a tomarnos un helado artesano en la heladería Qvo, que tiene la curiosidad de estar hechos con agua, en vez de con leche.

Paseamos por la calle mayor, que esta llena de restaurantes y tiendas de artesanía, donde poder comprar algún souvenir, al final de esta, llegamos a la Plaza de la Iglesia, en la que podemos ver una exposición de cuadros expuestos en los balcones de las casas.




La Plaza de la Iglesia, al igual que el resto del casco histórico, se encuentra repleta de bares y restaurantes, que se comen practicamente toda la plaza, el edificio más destacable, es la Iglesia de Nuestra señora del Consuelo, en la que destacan sus dos cúpulas azules, construidas con tejas de cerámica, que son visibles, desde cualquier punto de Altea.

El acceso al interior es gratuito, y cuenta con un horario bastante amplio, su interior es bastante grande, para tratarse de una iglesia de pueblo, este esta dividido en tres naves, una central pintada en color blanco, con decoraciones policromadas, algunas de ellas con motivos marineros, muy característicos en iglesias de villas marineras y el altar mayor, con una talla de la virgén, y un águila bicéfala que lo corona, algo realmente curioso, y que por cierto tambien lo lleva el escudo de Altea, y que tras consultarlo creo que tiene que ver con la dinastía de los Austrias.

En las naves laterales, hay pequeñas capillas, algunas abiertas y otras cerradas al público.



Después de la visita, salimos de nuevo a la plaza de la Iglesia, donde nos aceramos al mirador de los cronistas de España, desde el que se obtienen unas fantásticas vistas del puerto deportivo, la Serra de Gela e incluso de Benidorm.

Callejeamos un rato por el casco histórico, y descendemos hacia el paseo marítimo, como nos viene de paso, nos acercamos a ver, los restos de un antiguo molino de agua, construido en el S.XVI - XVII, donde se puede ver los aljibes. Unos metros más abajo se encuentra la casa de cultura, donde se encuentra la biblioteca, que cuenta con una bonita decoración.




Una vez visitada la casa de cultura, llegamos al paseo marítimo, donde hay restaurantes de todos los tipos, nosotros aprovechamos para ir echando un ojo, y comer después, vamos caminando hacia el puerto, intentando aprovechar los tramos de sombra, ya que a partir de las once, el sol se hace insoportable.

Llegamos a la Playa de la Roda, que como todas las playas de Altea, es de cantos rodados, y cuenta con los servicios básicos de una playa, al final de esta se encuentra el puerto deportivo, donde aprovechamos para sentarnos a la sombra y ver los barcos que salen y entran.

Finalizando la visita de la mañana, caminamos unos metros más, hasta llegar a la playa de Cap Blanch, que es la que nos recomiendan en el oficina de turismo, y que se une con la Playa del Albir, que ya pertenece a la población de Alfaz del Pi.


Playa de la Roda


En la playa de Cap Blanch, damos por finalizada la visita, el calor comienza a ser insoportable y aprovechamos para comer pronto y aprovechar la tarde para darnos un baño y visitar el casco histórico de nuevo al atardecer.

De entre todos los restaurantes, nos decantamos por "El Pescador", ya que nos apetece disfrutar de una buena paella, y en este ofrecen varios menus especiales en las que esta incluida. El local dispone de una terraza, y un salón principal con una decoración marinera.

Nosotros escogemos el menú en el que incluyen una ensalada y una paella mixta para dos personas, que con dos refrescos de los 35 cl, nos sale por tan solo 24 €, la verdad que la ensalada era bastante grande y variada, y la paella muy buena.



Después de comer, nos vamos un rato al hotel, a descansar y por la tarde, nos acercamos a la playa del Albir, en la población de Alfaz del Pi. La playa es muy grande pero deja bastante que desear, ya que se encuentra bastante sucia y el acceso a la zona de baño hay que hacerla con calzado, ya que es de cantos rodados y hacen bastante mal, sobre todo justo a la entrada y salida.

Lo mejor sin duda, son las vistas, que hay de Serra Gela y el faro de Albir, como dato curioso, es el paseo marítimo, que es una imitación del famoso paseo de la fama de Hollywood, pero con actores españoles.



Después de darnos un baño, cuando el sol comienza ha aflojar, nos acercamos de nuevo hasta el pueblo viejo de Altea, donde todos los días los artesanos, montán en sus calles un mercadillo, y además se puede escuchar música en directo. 

En las primeras horas, no hay mucha gente, pero en cuanto se hace de noche, la afluencia de gente es mayor y si ha esto le sumamos que los restaurantes aprovechan las calles para hacer negocio, en algunos sitios, resulta difícil el pasear.

Con este paseo nocturno, damos por finalizada nuestra visita a Altea, aunque al estar tan cerca de nuestro hotel, seguro que no será la última. 
  

6 comentarios:

  1. Hola Eduardo, como siempre un grandísimo reportaje, parece como si estuviésemos visitando Altea contigo.

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    1. Hola me alegra, el comentario que haces, porque es lo que intento realizar, saludos

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  2. Hola Eduardo: veo que también vas con retraso en el blog como yo. Toda esa zona es muy chula. Me alegra que la disfrutases. Un saludo

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    1. Hola Jorge, pues si, voy con retraso, aun me quedan tres o cuatro entradas, de las vacaciones de verano. La zona es muy chula, pero no para ir en verano, que hace mucho calor, vamos que te voy a decir, jja, Saludos

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  3. Un recorrido perfecto. Ni en la oficina de turismo te habrían recomendado algo mejor. Para la próxima te recomiendo la subida al faro del Albir en la Sierra Gelada al atardecer o temprano por la mañana. Y si no es verano, caminar desde la desembocadura del Algar río arriba, es un paseo sorprendentemente bonito. Puedes llegar hasta Callosa por el río. En mi web tengo algún paseo más que te puede interesar, y voy a ir poniendo más rutas poco a poco.

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    1. Hola, muchas gracias por tu comentario. Hicimos alguna ruta por la zona, y nos hubiese gustado hacer alguna más, entre ella la Sierra Gelada, pero hacía mucho calor, y la dejamos para otra vez. En cuanto puede me paso por tu blog, saludos

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