Calpe se localiza en la provincia de Alicante, en la
denominada comarca de la Marina Alta, para llegar a ella, existen dos posibilidades
una a través de la AP-7 donde se toma la salida en Altea y por la N-332. Si se
toma la AP-7, esta da también a la nacional.
Dado que nuestro hotel, se encuentra a cinco minutos por la nacional, nos acercamos por ella, debido
a que en verano, las temperaturas son altas, y a partir de las doce, el calor
se hace insoportable, decidimos hacer la visita en tres veces, el primer día
por la mañana, nos vamos temprano, a la oficina de turismo, que se encuentra en
la avenida de los Ejércitos Españoles, junto al Paraje Natural de las Salinas
(hay otras dos más una en el casco histórico y otra en el puerto). Nosotros
elegimos esta, ya que queda a mitad camino del puerto y el casco histórico, y
porque se puede aparcar con facilidad, el casco histórico es zona azul y es
difícil aparcar.
Desde la oficina de turismo, nos vamos a desayunar y después
callejeando hasta el casco histórico, una vez allí, comenzamos la visita, en
las murallas, de las que se tiene indicios de su construcción ya en el S.XIII.
Actualmente parte de la muralla, sirve para albergar el
Museo del Coleccionismo, y más concretamente el Torreón de la Peça, un baluarte
defensivo con forma cilíndrica en su parte superior, donde si situaba la Péca,
una pieza de artillería, que le daba el nombre a este lugar.
Continuamos la visita, rodeando parte de la muralla, la ruta
por el casco histórico, esta señalizada, y nos indica hacia donde debemos
dirigirnos para visitar el siguiente punto de interés, atravesamos la muralla,
y llegamos a la Plaza de la Villa, donde se encuentra la entrada al Museo del
Coleccionismo. La entrada al museo es gratuita y el horario de apertura es de
10,30h-13,30h/17h-21h, estando cerrado los domingos por la tarde y el Lunes.
El
museo es consta de dos plantas, pero es bastante reducido, y nos esperábamos
que fuera una colección con objetos de la zona, pero nada más lejos de la
realidad, ya que alberga piezas de toda España, lo que más nos llamo la
atención, en las que entre otros objetos podemos ver instrumentos musicales, aunque lo que más nos gusta es la zona donde podemos ver los juegos de antaño como una locomotora hecha con
latas, chapas y un trozo de madera.
Después del museo y sin movernos de la plaza de la Villa,
nos acercamos a ver la Iglesia de Nuestra señora de las Nieves, que es la
iglesia nueva de Calpe y que se encuentra pegada a la antigua. De ella poco que
destacar, ya que esta construida entre los años 1973 y 1975, tan solo destacar
el mosaico de la fachada, donde se pueden ver pasajes del
antiguo y nuevo testamento y una imagen de la virgen.
A pesar de no ser horario de misa, podemos acceder a su
interior, en él podemos ver, varios
mosaicos en la zona del altar y las vidrieras pintadas de los laterales, algo
que nos sorprendió es la blancura de sus paredes y sobre todo la gran
luminosidad, habituados a que la mayoría de templos sean oscuros.
Desde la misma iglesia, como si fuese una capilla, accedemos
a la iglesia antigua, construidas en el S.XV sobre lo que fue un baluarte
defensivo, es de origen gótico mudéjar. La iglesia es pequeña y consta de una
nave central y otra lateral, gracias a que está pegada a la nueva, podemos ver
el contrastar la luminosidad del templo nuevo, con la oscuridad del viejo. De
su interior destaca varios arcos de medio punto, y el coro.
Continuamos la visita por el casco histórico, nuestro
próximo destino, es el Museo Arqueológico, situado en la calle Santísimo
Cristo, junto a la plaza de la Villa. La entrada es gratuita y el horario en
temporada baja es de 10:00 h a 14:00 h y de 16:30 h a 19:30 h y T.A.
10:30 h a 13:30 h y de 18:00 h a 22:00 h.
El museo se alberga es la que fue la casa consistorial, se
nota que en su día fue un edificio importante, y se puede ver en su balcón
central corrido, la torre del reloj y una campana en lo alto del edificio. (Fotografía 4)
Una vez en su interior, el edificio consta de tres plantas,
dos de ellas, albergan la exposición, en ella se nos ofrece información sobre
“los baños de la reina”, un yacimiento arqueológico situado junto al paseo
marítimo.
La información se nos ofrece principalmente con paneles
informativos, y también con varias vitrinas, con objetos encontrados en ella,
como ánforas, vasijas, cuencos, jarras y restos de cerámicas, junto a cada
objeto, hay un pequeño letrero con algo de información.
Nosotros aprovechamos para coger información sobre esta
zona, ya por la tarde, visitaremos esa zona, aunque tan solo por fuera, ya que
tan solo se puede visitar por dentro mediante visita guiada, organizada por el
museo los jueves, de forma gratuita y con una duración de una hora, una lástima
porque de haberlo sabida hubiésemos adelantado nuestra visita.
Desde el museo nos adentramos por el barrio de la arrabal,
con calles estrechas y empinadas, callejeando llegamos a la Placa del Mosquit, donde podemos ver un trampaojos, además del
trampaojos, la plaza cuenta con una fuente y varios bancos decoradas, que me
recuerdan al parque Güell de Barcelona.
Junto a la plaza del Mosquito, nos encontramos con otra
oficina de turismo, en su pared destaca un mural hecho con la técnica del
mosaico, en el que se representa lo que es la esencia de la villa de Calpe, la
pesca, los cultivos y sus gentes.
Desde la oficina de turismo, cogemos la calle de la ermita,
que nos saca del casco histórico y llegamos a la plaza de San Salvador, desde
aquí cogemos una larga escalinata, con el piso de cemento, en el cual se
podemos ver varios grabados, como si fuera un viacrucis. Una vez en lo más alto
llegamos a la Ermita de San Salvador, que se encuentra cerrada, de su exterior
poco que destacar, tan solo el blanco de sus paredes, porque por lo demás es
bastante sencilla, aunque por lo visto su interior es gótico.
Después de realizar varias fotografías, y beber un poco de agua en la fuente que hay a mitad de la escalinata, volvemos sobre nuestros pasos hasta llegar de nuevo al casco histórico, el sol empieza a calentar de lo lindo, y toca la hora de la retirada, aprovechamos para dar un paseo por el Barrio de la Arrabal, y nos encontramos con varios lugares interesantes como una pequeña plaza con bancos y un mapa de España grabado en la pared y un escudo del Califach, algo que no nos extraña, ya que el barrio de la Arrabal es de origen morisco.
Saliendo de la Arrabal, llegamos a la Placa dels mariners,
que fue inaugurada el 16 de Julio de 1997, el día de la Virgen del Carmen, en
ella se encuentra la cofradía de pescadores, y podemos ver decorada la facha de
una casa, un pequeño mural y una fuente, en honor a Calpe y sus raíces con la
pesca.
Ya por la tarde nos acercamos a ver la zona del puerto y el paseo marítimo, para ello nos acercamos a la base del Peñón de Ifach, donde hay una explanada de tierra donde dejamos el coche, unos metros antes hay también un aparcamiento público.
A tan solo unos metros, se encuentra el Mirador de la Lonja,
donde por 1 €, en horario de tarde, podemos ver la subasta del pescado, algo
que ya había visto en varias veces en San Carlos de la Rápita, y que siempre me
sorprende, como con cuatro gesto y con un vocabulario indescifrable para las
personas de a pie, consiguen llegar a acuerdos.
Si nos gusta el pescado fresco, en el mismo edificio
disponen de un puesto, donde podemos comprar pescado y marisco a buen precio, y
sobre todo bien fresco, si por el contrario no nos apetece cocinar, justo
enfrente hay varios chiringuitos, uno pegado al otro, con terraza, donde nos
exponen los platos que ofrecen, la oferta es variada y apta para todo tipo de
bolsillos.
Caminamos por el puerto, viendo como un grupo de pescadores, arreglan sus redes y recogen los bártulos, continuamos por el paseo marítimo y llegamos a la Playa de Cantal Roig, donde aprovechamos para quitarnos los zapatos y andar por arena, la playa es pequeña, pero muy bonita, además no se encuentra muy masificado y tiene su encanto.
Nos incorporamos de nuevo al paseo marítimo y llegamos al
yacimiento de los baños de la reina, que se encuentra repartido en varios
puntos del paseo, el más grande es el destinado a los viveros, donde podemos
ver los restos de las balsas construidas en la misma roca y los conductos por
donde pasaba el agua al interior, sin duda una forma fácil de mantener con vida
el pescado.
Algo más alejado, podemos ver la Torre del Molí, los restos de un molino de viento harinero, con forma cilíndrica y construido en piedra, por lo visto su construcción es reciente.
Continuamos caminando por el paseo marítimo, y llegamos a la playa Arenal – Bol, una de las principales de Calpe, justo en uno de sus extremos se encuentra el conjunto termal de la muntanyeta, sin duda lo peor conservado, ya que apenas se distingue los restos de una piscina a la cual se accedía por tres escalones y alguna balsa.
Una vez visitado todos los puntos del yacimiento,
continuamos por el paseo marítimo y cogemos la avenida de los Ejércitos
españoles, justo a la altura de la oficina de turismo donde se encuentra el
Paraje Natural de las Salinas, que mantiene un buena masa de agua, se dice su
origen es bastante antiguo, por la necesidad que se tenía de tener sal para
utilizarlo para la conservación del pescado.
Aprovechando que la noche, va ganando terreno al día, nos
quedamos un rato contemplando las salinas, y utilizamos el zoom de la cámara,
para distinguir las diferentes especies que la habitan, la más numerosa sin
duda es la gaviota, de las que vemos numerosos grupos, también vemos alguna
garza real, anades, fochas y otras especies que no reconocemos.
Ya con la noche encima, nos dirigimos al casco histórico,
donde todos los días a finales de la tarde y durante gran parte de la noche,
los artesanos celebran un mercadillo de artesanía, que muy a pesar nuestro, no
es nada de otro mundo, y más después de ver el de Altea, que bien merece una
visita.
Comenzamos a tener hambre, y decidimos irnos hasta el
puerto, allí entramos en unos de los chiringuitos, donde te sirven pescado,
elegimos un menú de 12 €, de primero elegimos sopa de pescado, que es más bien
caldo, pero el cuerpo lo agradece, ya que no es nada fácil encontrar por estas
tierras un plato de cuchara, de segundo tomaremos un filete de Emperador,
acompañado de patatas fritas y un poco de ensalada y de postre un helado, todo
acompañado por par y una jarra de Sangría, después de cenar nos vamos al hotel
para descansar, mañana nos toca madrugar para subir al Peñón de Ifach, uno de
los iconos de Calpe, una ruta de dos horas y media, cuya mayor dificultad es el
calor, que realizaremos a la mañana siguiente. Hasta aquí nuestra visita, sin duda a merecido la pena, pero si volvemos no será en verano, ya que hace muchísimo calor.
Sin duda, son lugares que se deben de visitar en Calpe. ¡Buen artículo!
ResponderEliminarHola.
EliminarCalpe es una de esas poblaciones que a pesar del turismo, todavía conserva un precioso casco histórico, merecedor de una visita.
Un saludo.