Por tercer verano consecutivo, hemos pasado parte de nuestras vacaciones en Lekeitio, esta bonita villa marinera, que desde el primer día que la visitamos nos atrapó.
Lekeitio se encuentra situado en el litoral oriental de la provincia de Bizkaia, en la comarca de Lea-Artibai, cuenta con un clima suave y está asentado sobre las laderas de los montes Otoio y Lumentza. En la actualidad tiene 7.500 habitantes, antiguamente su economía se basaba en la pesca, la industria conservera y la maderera, pasando actualmente estas a un segundo plano, convirtiendo el turismo y los servicios como principal actividad económica.
Aparcar en el interior de Lekeitio no es tarea fácil, en el extrarradio de la villa, hay varios aparcamientos gratuitos, nosotros habitualmente dejamos el coche en los primeros aparcamientos, bien el que se encuentra en la entrada junto a la residencia o en el siguiente junto al centro de salud y al lado del hotel Zubieta. Caminando hacia el centro, nos encontramos con algunas edificaciones clásicas de la zona, como esta en la calle Dendari.
O el Palacio de Uriarte, en la calle Santo Domingo, un palacio de origen barroco, construido a mediados del S.XVI, que da al casco histórico.
Allí se encuentra, uno de los principales puntos de interés de la villa, la Basílica de Santa María de la Asunción, que data del S.XV, es de estilo gótico y que tiene aspecto de fortaleza. Del exterior destaca su fachada que tiene un color especial debido a su cercanía con el mar y de la que destaca su portada con arcos apuntalados y el friso.
La Basílica por dentro es pequeña y está compuesta por una nave principal con altos techos, algo característico del gótico y bóvedas de crucería, al fondo de la nave principal se encuentra el Retablo Mayor policromado que ocupa todo el ancho de la nave.
En la plaza Enparantza que se encuentra al lado de la Basílica, esta el edificio del ayuntamiento que sirve también como oficina de turismo, a unos metros se encuentra la Playa de Isuntza, la única playa de Lekeitio, se trata de una playa semiurbana que cuenta con una mar tranquila, ideal para niños, aunque su cercanía con el puerto haga que nosotros habitualmente vayamos a la de Karraspio, que se encuentra justo al lado pero que pertenece a Mendetxa.
La Playa de Isuntza cuenta con vestuarios, duchas, baños, además de alquiler de piraguas con las que podemos dar un paseo y rodear la isla de san Nicolás. Además de darnos un baño, podemos pasear por la arena, o por los jardines que se encuentran encima de la playa, que sirven de mirador, y que cuentan con un parque infantil para los más pequeños.
Cerca de ambas, se encuentra la isla de San Nicolás, a la que podemos acceder cuando la marea este en bajamar, bien por el arenal de la playa de karraspio, o por el paseo en piedra construido para llegar hasta ella, el problema de este último, es que hay varios tramos rotos por lo que a veces nos tocara bajar a la arena.
Una vez en la base de la isla, se accede a ella, a través de unas escaleras construidas en la roca, y continuar después por un sendero, que nos lleva a lo más alto, donde quedan restos de una antigua ermita, y desde la que se obtienen unas fantásticas panorámicas del litoral y de Lekeitio.
Volviendo sobre nuestros pasos y continuando por los jardines de la avenida Santa Elena, se llega al puente de Mendexa, donde se forma la ría y donde se encuentra varada la embarcación Boga Boga, un claro ejemplo de la construcción naval que se realizaba en la zona.
Desde el puente de Mendexa, comienza unas de las rutas más conocidas de la zona, y que cada año va ganando más adeptos, la Lea Ibilbidea, que recorre las poblaciones de Mendexa, Oleta (Amoroto), Gizaburuaga, Aulestí y Munitibar.
En el inicio de la ruta, podemos ver El Molino de Mareas Marierrota, del que apenas quedan restos del antiguo, y que ha sido reconstruido, además de ver el edificio, podemos dar un paseo por el dique, donde la gente aprovecha para pescar y en el que hay unas fantástica vistas de la marisma.
En el inicio de la ruta, podemos ver El Molino de Mareas Marierrota, del que apenas quedan restos del antiguo, y que ha sido reconstruido, además de ver el edificio, podemos dar un paseo por el dique, donde la gente aprovecha para pescar y en el que hay unas fantástica vistas de la marisma.
Volviendo al casco histórico, llegamos al Puerto, con un origen pesquero, pero que a pasos agigantados van ganándole terreno, las embarcaciones de recreo. Si os gusta el pescado, es aconsejable bajar al puerto a primera hora de la mañana, ya que se ponen los puestos ambulantes y podemos comprar pescado fresco muy barato.
A medio día tanto los lugareños como turistas, se aglutinan en los restaurantes y bares para tomar el chiquiteo, la especialidad en muchos de ellos es el txoko, que suele ser calamar grande, conocidos como Rabak, en esa misma zona se encuentra amarrado el Barco Playa de Ondarzabal, un antiguo barco pesquero con casco de madera que ha sido reconvertido en museo etnológico.
Andando por el Casco histórico, se pueden ver varios de los principales edificios de lekeitio, como la casona de la Tala, el Palacio de Oxangoiti, la Antigua cofradía de pescadores o la Iglesia de San José.
Saliendo del casco histórico llegamos la Punta Amandarri, que sirve de rompeolas con fantásticas vistas de la isla de San Nicolás, y donde se sitúa el restaurante del Club Náutico, con la mejor terraza de la zona.
Justo encima del Club Náutico hay un pequeño chiringuito, donde tomarse al atardecer o por la noche una copa.
Justo encima del Club Náutico hay un pequeño chiringuito, donde tomarse al atardecer o por la noche una copa.
Desde allí tomaremos el paseo de Santa Catalina, que discurre junto al Cabo de Santa Catalina, una bonita zona de acantilados, donde las gaviotas se posan, a tan solo unos metros de nosotros.
A lo largo del paseo, hay una zona de descanso con un pequeño parque infantil y una fuente, al final del paseo y después de unos 20 minutos desde el club náutico llegamos hasta el Faro de Santa Catalina.
El Faro de Santa Catalina, es un pequeño complejo que dispone de un mirador al faro y al cantábrico, bar/cafetería, aseos y la zona de visita al faro. Valga como aviso a navegantes que la visita es guiada y cuesta 6,50 € pero que no se visita el faro sino las antiguas estancias de la casa del farero que se han reconvertido como Centro de Interpretación de la navegación.
A escasos 50 metros del complejo terminaremos la visita con La Ermita de Santa Catalina de Antzoriz, de origen gótico, planta rectangular y muros de mampostería, en la actualidad se puede visitar aunque esta desacralizada.
No he estado nunca, pero se ve un sitio precioso, menudas fotos!!
ResponderEliminarHola, un par de apuntes, la calle Denbaki no existe, es Dendari o Tendería si quieres. Las rabas o rabak no son pulpitos es txoko generalmente, calamar grande. El puente de Isuntza se le conoce como el puente de Mendoza y la casona de la Tala no es el Palacio Oxangoiti.
ResponderEliminarMendoza no, Mendexa cosas del corrector
EliminarMendoza no, Mendexa cosas del corrector
EliminarGracias por la puntualización, en cuanto tenga un rato, modifico las erratas.
EliminarUn saludo