Para llegar hasta el centro de Teruel es bastante sencillo, tan solo hay que coger la Autovía Mudéjar y coger el desvío señalizado hacia la zona centro que hay que seguir durante un par de kilómetros hasta llegar a la Ronda Dámaso Rotan, a partir de aquí se puede aparcar el coche y si no se encuentra sitio existen dos parking subterráneos de pago, el primero en el centro histórico (junto a la Torre de San Martín) y el segundo en la subida del Paseo del Ovalo.
El día no empezó como nosotros queríamos ya que esperábamos llegar en torno a las 10:00 h que es cuando habrían el Mausoleo pero al final entre unas cosas y otras llegamos a las 11:00, aparcamos en la Ronda de Dámaso Torán junto al Acueducto de los Arcos, la verdad que resulto fácil encontrar sitio y tan solo dimos una vuelta para ver si podíamos dejarlo algo más cerca, aunque de aquí al centro son 10 minutos andando.
Lo primero que hicimos fue acudir a la oficina de turismo, que hay dos, nosotros fuimos a la que se encuentra en la avenida San Fernando que es la que vimos cuando íbamos a aparcar, allí pedimos un mapa de la ciudad y a continuación empezamos la visita.
De esta forma cogimos la calle nueva, el primer punto de interés que nos encontramos fue La Plaza del Torico, aunque su nombre original es Plaza Carlos Castel, donde se sitúa la Fuente del Torico, y la Casa el Torico un edificio de estilo modernista construido en el año 1912, pintado en tonos violetas y con una bonita decoración.Después de dar una vuelta por la plaza nos dirigimos hacia la Plaza de los Amantes donde se encuentra, la Fundación de los Amantes de Teruel, este complejo está compuesto por el Mausoleo, la Iglesia de San Pedro, el Claustro y la Torre de San Pedro, las visitas son guiadas y existen numerosas entradas combinadas. De entre todas nosotros escogemos la que englobaba el Mausoleo, la Iglesia de San Pedro y el Claustro, su precio por persona es de 6 €, si se quiere ver también la Torre de San Pedro, el precio de la entrada es de 8 €, y por cierto esta permitido el pago con tarjeta de crédito.
Aprovechando que la visita guiada comienza a las doce, y faltan quince minutos, entramos al complejo y vemos un audiovisual donde nos dan información acerca de la historia de Teruel y de los amantes, finalizado este, subimos las escaleras, y comenzamos la visita guiada.
Lo primero que vemos, es el interior de La Iglesia de San Pedro construida en el S.XIII – XIV, y en el que la torre y su ábside han sido declarados por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, la decoración del interior es del finales del S.XIIX. La primera impresión que nos llevamos al entrar a la Iglesia de San Pedro fue de admiración, de gran belleza donde destaca su techo decorado con un tono verde turquesa y lleno de estrellas, en sus paredes pudimos contemplar el símbolo templario, la estrella mudéjar o la flor de Lis. Imponente frente a nosotros estaba el Retablo Mayor tallado en madera y como figura estelar del retablo destaca San Pedro.
Desde una de las capillas, accedemos al Claustro, con un amplio patio central y que servía de zona de lectura y pensamiento a los monjes que lo habitaban. Del claustro antiguo apenas queda nada y ha sufrido numerosas reformas. Durante unos segundos permanecimos en silencio y pudimos comprobar que era un lugar muy tranquilo y que en su momento fue bien elegido, en esta zona era donde reposaron durante 58 años los restos de los amantes que según nos comentaron estuvieron al aire libre.
La visita continúa con la torre, pero como nosotros no hemos cogido la entrada que permitía verla, nos dirigimos hacia el Mausoleo de los amantes, en el que se encuentra ubicados de forma definitiva desde el año 2005. Sus restos se encuentran ubicados cada uno en una urna y en el que a través de unas rendijas en los laterales se puede ver. Juan Diego por ejemplo se encuentra en mejor estado ya que todavía conserva restos de pelo y carne, en cambio de Isabel solo queda los huesos. En esta zona se alza una pequeña réplica del cuadro de los amantes y una zona temática.
Bajando las escaleras y dirigiéndonos hacia la salida se encuentra la cripta y la tienda que nos lleva a la recepción de la fundación y a la calle.
Una vez visitado el complejo, nos dirigimos por la calle de Los Amantes hacia la Plaza de la Catedral, y de allí a la Catedral, cuando llegamos, son más de las una, por lo que la visita guiada ha comenzado y es la última de la mañana, así que tenemos que esperar hasta las cuatro y media, que es la primera visita guiada de la tarde, así que continuamos con la visita a la ciudad, tomando la calle de Los Amantes hasta que llegamos a la Torre de San Martín.
Torre de San Martín, esta declarada por la UNUESCO Patrimonio de la Humanidad, esta se puede ver desde distintos lugares de la ciudad, esta se alza imponente antes nuestros ojos, y podemos apreciar claramente el tipo de ladrillo que utilizaban y las numerosas decoraciones hechas en cerámica.
Siguiendo los pasos de D.Diego, cuando volvió de la guerra, en busca de Isabel, pero en dirección contraria, pasamos por debajo de la Torre, hacia la cuesta de la Aldalquilla, donde nada más tomarla, llegamos al Portal de Daroca.
El Portal de Daroca, es una de las numerosas torres defensivas que hay a lo largo de toda la ciudad, y en donde podemos leer un breve pasaje sobre la vuelta de Juan, cuando le grita a la burra anda jaquilla.
Tras una breve parada, continuamos bajando por la cuesta de la aldaquilla, y nos damos cuenta del porque aquella burra no corría, ya que la cuesta tiene lo suyo, una vez abajo y junto a la carretera y las vías del tren llegamos a la Iglesia de San Francisco que estaba cerrada, y del que tan solo puedo destacar que está construida a finales del S.XIII y principios del XIV su estilo es gótico, junto a ella se sitúa una fuente con 12 caños.
Desde la fuente, tomamos dirección hacia la estación de trén, y uno metros más adelante, y para dar por finalizada la mañana, llegamos a las Escalinatas, construidas entre los años 1920 – 1921, y sirven para unir el camino de la estación y el Paseo del Óvalo, con un estilo mudéjar fabricada en ladrillo y con adornos de cerámica.
Junto a ella, a mano izquierda, podemos ver un bonito edificio, que pertenece a la DGA, y es utilizado entre otras cosas, como oficina de turismo, para dirigirnos al casco histórico, subimos por las escalinatas, y cuando hemos subido la mitad, podemos ver un relieve con la escena de los amantes, en los que Isabel de Segura cae muerte sobre el féretro de D.Diego.
El museo de compone de dos plantas, en la primera se vemos una recopilación de cuadros y figuras recogidas de las diferentes iglesias y parroquias de la provincia de Teruel, en la planta superior hay una recopilación de casullas, capas, cáliz, custodias etc, sinceramente no merece mucho la pena, a mi modo de ver, y nosotros hemos entrado para hacer tiempo.
Cuando son casi las cuatro y media, nos acercamos a la Catedral de Santa María Mediavilla, la primera impresión nada más entrar es “menuda restauración que han hecho” pero esto no es así según nos comenta la guia. La catedral, comenzo siendo una antigua Iglesia de estilo románico, con el tiempo sufrió diferentes ampliaciones hasta llegar a la actual que data de finales del S.XV, y junto a la de Tarazona que he tenido el gusto de visitarla, son las únicas catedrales de este tipo.
Si algo destacamos de la Catedral, es la a torre, la techumbre y el cimborrio, que están declarados por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, aunque a nosotros, lo que más nos gusta es la techumbre fabricada en madera, y que está decorada con diferentes motivos, para poder apreciarlas mejor, subimos a lo alto de la Catedral donde hay instalada a ambas lados una estrecha balconada.
Otro elemento importante es el altar mayor aunque a mí personalmente me gusto más el de la Iglesia de San Pedro ya que el de la Catedral se encuentra tratado con una cola y esta lo oscurecía demasiado haciendo que no se apreciaran los rasgos y los detalles.
Después de la visita, comienza a anochecer, y va siendo hora de marcharnos, antes subimos por la calle Joaquín Costa donde nos tomamos un dulce de la zona para merendar, y una vez allí descendemos hasta la Plaza del Torico, tomamos la calle Ramón y Cajal para hasta llegar a la Plaza San Juan donde se ubican varios edificios del estado.
Desde allí, andamos unos metros, para llegar a la Ronda de Ambeles, donde está el Viaducto Fernando Hue de la Barrera, que une la parte vieja con la parte nueva de la ciudad.
De vuelta al coche, continuamos por toda la Ronda de Ambeles, a nuestro paso aparecen diferentes partes de la antigua muralla como el Torreón de San Esteban, el Torreón de Ambeles, Torreón del Rincón y el Portal de San miguel o la Traición.
Finalizando nuestro recorrido por la ciudad llegamos al Acueducto de los Arcos, que se construyo para traer el agua a la ciudad, y se divide en dos zonas, la superior que sirve de acueducto y inferior que se utiliza de viaducto y por el que damos un paseo y damos por finalizada nuestra visita, y podemos atestiguar que, Teruel existe¡¡¡¡¡.
No pensé que Teruel tuviese tantísimo que ver!!
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