Quedo con José Ángel en Villanueva de Gállego, hoy si el tiempo no lo estropea, nos depara una larga jornada ferratera, la primera de ellas, es la vía ferrata de la Croqueta de Obarra, así que hacia allí nos dirigimos. Para descargar el track, haz clic en el símbolo de Wikiloc.
Llegar es bastante sencillo, vamos primero hasta Graus, una vez casi saliendo de está población cogemos la carretera A-1605 que va hacia Bonansa, cuando llegamos al kilómetro 40, a mano derecha, dejamos el coche en el aparcamiento que se utiliza para visitar el Monasterio de Obarra, donde hay una caseta de información, y un panel informativo de la vía ferrata.
Como la aproximación es corta, nos ponemos los bártulos aquí mismo, después cogemos un estrecho sendero, que nos lleva por detrás del guardarrailes, paralelos a la carretera, hasta el acceso al Monasterio de Obarra, aquí salimos a la carretera, por la que caminamos durante un par de minutos más.
Justo cuando llegamos al túnel del Congosto de Obarra, vemos el inicio de la vía, donde coincidimos con otros dos ferrateros, para no ir apelotonados, esperamos unos minutos para dejarles margen, después iniciamos la vía, con un sencillo tramo de grapas, que nos deja en la base de la montaña, por la que ascendemos caminando, por un tramo equipado con cable de vida.
Al final del ladeo, llegamos a la primera pared de la vía, está según se indica en numerosas webs y blogs, es bastante sencilla, y puede ser realizada por la mayoría de personas, e incluso niños.
Para abrir la vía, primero va José Ángel, los primeros metros son bastante entretenidos, ya que vamos alternando tramos verticales, con otros más suaves y algún paso ligeramente desplomado, que salvamos sin mayores problemas gracias a la gran cantidad de grapas, que se han colocado a lo largo de la pared.
A mitad de la pared, podemos ver dos escapes casi seguidos, bien señalizados, que nosotros dejamos a nuestra derecha, a medida que avanzamos el calor comienza a notarse, empezamos a sudar, y eso que estamos a la sombra, y son poco más de las diez.
Finalizado el primer tramo, las sensaciones son buenas, ya que hemos disfrutado bastante, el segundo tramo no tiene ninguna dificultad, ya que tan solo tenemos que caminar por un sendero que nos deja en el tercer sector de la vía, que la pareja de ferrateros acaba de iniciar.
Para no apelotonarnos, decidimos parar a echar un trago y comer algo, cuando llevan ya más de media pared realizada, nos ponemos manos a la obra, aquí comienza la ferrata de verdad, y es que este, es un tramo muy vertical.
Ya el inicio nos indica la dificultad de este tramo, la equipación empieza a escasear, y de vez en cuando tenemos que ayudarnos de la roca para poder seguir avanzando, los pasos desplomados son numerosos, ninguno de una gran exigencia, pero eso unido a que la separación de grapas en algunos puntos es considerable, nos obliga a tirar de brazos,y a pensarnos bien cada movimiento.
Cuando llevamos casi tres cuartos de pared, alcanzamos una repisa, donde aprovechamos para descansar, y dejar paso a un ferratero que viene solo, y lleva prisa, después comenzamos a subir hacia la derecha, y más tarde un ladeo hacia la izquierda, que nos deja a los pies del primer puente tibetano, que no es muy largo y cuenta con placas para los pies.
El hecho de que lleve placas para los pies, facilita mucho el progreso, ya que apenas se mueve, y es fácil mantener el equilibrio, al final de este afrontamos una corta pero vertical pared, en la que tenemos que echar mano de un pequeño árbol, para seguir progresando.
Al final de este llegamos a la cima de la primera aguja donde finaliza el tercer tramo y desde la que tenemos una amplia panorámica de la zona, y donde podemos ver lo que nos resta por realizar, que no es moco de pavo.
Como nos hemos quedado solos, aprovechamos para hacer unas cuantas fotografías, hacemos el cambio, y ahora me toca ir al frente abriendo vía, en el inicio del cuarto y último tramo de la vía, que es el más difícil de todos.
Desde la cima de la aguja, caminamos unos metros, enseguida realizamos un corto destrepe, con las grapas algo alejadas, especialmente las primeras, que nos dejan junto al penúltimo escape de la vía.
Nosotros optamos por seguir, así que realizamos un corto tramo equipado con grapas, que nos acerca al segundo puente tibetano. El acceso a este es bastante complicado, ya que las grapas nos dejan algo alejados de su entrada, a mitad camino hay un árbol, así que con cuidado nos apoyamos en una de sus ramas, y accedemos al puente tibetano, que al igual que el primero cuenta con placas para los pies.
Superado el tibetano sin mayores dificultades, afrontamos una nueva pared, está es totalmente vertical, con numerosos pasos desplomados, a esto tenemos que añadirle, la escasez de equipamiento, así que nos toca progresar buscando presas naturales en la roca, que por fortuna son buenas y numerosas.
Casi al final de este tramo, me quedo atascado, hago diferentes intentos, pero no consigo progresar, al final manteniendo la calma, encuentro el punto bueno, y consigo avanzar sin utilizar el cable de vida.
Al final de la pared, comenzamos un flanqueo hacia la izquierda, este tramo es para nosotros el de mayor dificultad de la vía, ya que con nuestro metro setenta, tenemos que estirarnos al máximo para seguir progresando.
Para mayor dificultad la sensación de vacío es total, así que vamos calculando muy bien cada movimiento que hacemos, cuando llegamos a un gran bloque de piedra, nos detenemos un instante, ya que por arriba no podemos franquearlo, y lateralmente no nos llegan las piernas.
Aunque nos fastidia tener que echar mano del cable de vida, ya que estamos cerca el final de la vía, nos ayudamos de este, ya que tampoco nos apetece darnos un golpe contra la roca, pasado este punto accedemos al tercer puente tibetano, que a diferencia de los otros dos, tan solo cuenta con un cable para los pies.
A pesar de no ser muy largo, en el primer cuarto de puente, este se mueve que da gusto, ya cuando llevamos recorrido la mitad, la cosa va mejor y conseguimos llegar hasta el otro lado.
Una vez superado, tan solo nos queda una última pared, que en sus primeros metros es bastante vertical, pero que a medida que avanzamos se va tumbando ligeramente.
En un pequeño recoveco en la roca, podemos ver un grupo de orquideas, y un par de minutos más tarde llegamos a la cima de la Aguja, desde la que tenemos una amplia panorámica de los Pirineos, y del Congosto de Obarra.
En la cima aprovechamos unos minutos para descansar, y comentar las últimas jugadas, después iniciamos el descenso por la cara contraria a la que hemos subido, donde nace un sendero, equipado con cable de vida, en el que en alguna que otra ocasión tenemos que echar mano a la roca.
Cuando llevamos recorridos apenas doscientos metros, enlazamos con el GR.18.1, como no indica hacia donde debemos ir, tomamos de referencia la población de Ballabriga, así que giramos hacia la izquierda, siguiendo las marcas blancas y rojas, hasta dicha población.
Una vez en ella, callejeamos por sus calles, aquí tenemos dos opciones, continuar por la carretera o seguir por el GR.18.1, como el GR, se encuentra bastante cegado, decidimos descender por la carretera, que en poco más de veinte minutos nos deja en el aparcamiento, dando por finalizada está magnifica vía ferrata, que sin duda es la más bonita, y de mayor dificultad que hemos hecho hasta el momento, y que nos va a permitir afrontar nuevos retos en el futuro.
Felicidades.
ResponderEliminarMuchas gracias Bruno, a está le tenía ganas, un saludo
EliminarHola Eduardo, impresionante, da un poco de vértigo sólo con ver estas fotos, aunque el material parece que está instalado muy bien y en perfectas condiciones.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Fernando, las instalaciones están en perfecto estado, ya que es una ferrata que tiene un año de vida aproximadamente, lo del vertigo, pues el que tenga que no vaya, aunque yo si que tengo vertigo, y en cambio en este tipo de actividaes desaparece, saludos
EliminarA finales de mes queremos pasar de noche, si te as quedado con ganas de mas me das un toque.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Kiko, pues yo de noche está no se si me atrevería, comparado con vosotros soy un novato, además para esas fechas nos vamos a Zarautz de vacaciones, un saludo
EliminarPues que lo pases muy bien. A mi me encanta Euskadi, justo al lado tenéis Guetaria que imagino conocerás.
EliminarSi, solemos veranear casi siempre por la costa vasca, y desde Zarautz a Bilbao, nos conocemos casi todas las poblaciones, Getaria es pequeño, pero muy bonito.
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