lunes, 30 de diciembre de 2024

Una circular inusual: Pico Peiró (1586 metros) y pico Presín (1430 metros) desde Bentué de Rasal


Al norte de la ciudad de Huesca y repartida entre los municipios de Arguis, Nueno y Lierta, se encuentra una cadena montañosa, la sierra de Gratal. Orientada de oeste a este, está, se expande más allá del oeste, estirándose hacia otras dos sierras que son también las mismas, como es el caso de la sierra Caballera y la sierra de Loarre.

Su cima más representativa, es la Peña Gratal (1543 metros), aunque, no la de mayor altura, ya que, ese privilegio lo ostenta, el pico de la Calma (1581 metros), situado en la vertiente norte de la sierra, a los pies del embalse de Argüís.

Otra de sus cumbres más emblemáticas, es el Pico Peiró (1586 metros), situado en el extremo Noroeste, entre las divisorias de los valles del río Garona e Isuela, fácilmente identificable, por los estratos verticales de roca caliza que cubren la montaña y en el que, se ubica el hayedo de Peiró, uno de los más meridionales de Huesca, que, es por donde discurre la vía normal.

Para la jornada de hoy, queremos salirnos de lo clásico, así que iremos a la pedanía de Bentué de Rasal para subir por la "parte de atrás" al pico Peiró, bajar por la vía normal y enlazar con la vecina sierra de Javierre, donde coronaremos su cima más representativa, el pico Presín (1430 metros), haciendo una circular muy atractiva a la vez que poco concurrida.



No es la mejor época para ir a esta zona, pero, rarezas de la vida, en pleno mes de agosto, anuncian temperatura en torno a los 25º. Quedamos en Cuarte de Huerva, cogemos la autovía mudéjar hasta Argüís, donde seguimos por la carretera comarcal que va a Bentué de Rasal, una coqueta pedanía, donde, preferimos aparcar a las afueras y no molestar.

La mañana es fresca, nos ponemos algo de ropa y comenzamos a caminar por la carretera, observando al otro lado, un sendero que va paralelo, al que intentamos acceder. Tras varios intentos, lo conseguimos, por lo que continuamos avanzando por el sendero atravesando una zona boscosa bastante húmeda, debido a la presencia del río Garona, que en este tramo apenas lleva agua, por lo que cruzamos y una vez al otro lado, seguimos caminando ganando poco a poco desnivel por un sendero flanqueado por varios robles, por el que llegamos al inicio 
de la subida por la cara Oeste al pico Peiró.

A partir de este punto, la pendiente se acentúa, el sendero atraviesa una barranquera bastante tiesa, por la que avanzamos mejor de lo esperado, echando de vez en cuando una mirada atrás, para ver como la mañana se va abriendo paso en el valle del Garona con la peña Oroel de fondo, hasta llegar a media ladera donde el sendero traza un giro a la izquierda, sacándonos de la barranquera, para continuar subiendo por un cómodo sendero tapizado de gayuba que, trazando cortas lazadas atraviesa un bonito bosque de bojes, pinos y robles, por el que avanzamos atentos al paisaje pero también al suelo, ya que el sendero ha sido recientemente limpiado.

Sobre la cota 1325 metros, alcanzamos un amplio collado, desde el que comprobamos como el cielo se va despojando de las nubes, principalmente, porque cada vez el viento va aumentando e intuimos, que en la cresta Suroeste que vemos desde aquí, será bastante molesto, por lo que aprovechamos la protección del bosque, para echar un bocado y beber un poco de agua.

Aparcamos a las afueras y comenzamos a caminar por la carretera
Observando al otro lado, un sendero que va paralelo y, tras varios intentos
Conseguimos enlazar, para continuar caminando por el sendero, que atraviesa una zona boscosa bastante húmeda
Debido a la presencia del río Garona, que cruzamos, para comenzar a ganar poco a poco desnivel, por un sendero flanqueado por robles
Hasta alcanzar la base de la cara Oeste del pico Peiró, donde la pendiente se acentúa y el sendero atraviesa una barranquera
Por la que avanzamos mejor de lo esperado, echando una mirada atrás, para disfrutar de las vistas al valle del Garona con Peña Oroel de fondo
Al llegar a media ladera, el sendero traza un giro la izquierda, sacándonos de la barranquera
Para continuar subiendo por un cómodo sendero
Tapizado de Gayuba que, trazando cortas lazadas
Atraviesa un bonito bosque de bojes, pinos y robles, por el que avanzamos
Atentos al paisaje, pero también al suelo, ya que el sendero ha sido recientemente limpiado
Sobre la cota 1325 metros, alcanzamos un amplio collado
Desde el que observamos la cresta suroeste del pico Peiró, donde, imaginamos sopla el viento

Después, continuamos caminando por el sendero que desciende hacia la sierra Caballera, tomando el ramal que asciende por la cara Sur, cubierto por un denso bosque y placas calizas,
donde vamos despacio atentos a los hitos, ya que el sendero es bastante ratonero, aprovechando los escasos claros para disfrutar del entorno, en el que destacan los característicos estratos calizos que conforman esta parte de la sierra, mientras a lo lejos, se ve la zona de la Sotonera.

A medida que vamos ganando desnivel, la vegetación va menguando. Las zonas despejadas van ganando en altitud, así que, en cuanto podemos, ya con la cresta a tiro de piedra, subimos "todo tieso para arriba", alcanzando rápidamente el tramo de cresta que se encuentra cercano a la cima de la Ralla Espada o pico del Grifo, al que descartamos ir, ya que no aporta mucho al recorrido y el viento, sopla con fuerza, observando como los buitres sobrevuelan nuestras cabezas.

Sin apenas detenernos, comenzamos a caminar por la cresta que, no ofrece ninguna dificultad, ya que es recorrida por un claro sendero que en sus primeros compases discurre entre un manto erizón, donde las nubes, cubren parcialmente las principales cumbres del sector de Collarada y Monte Perdido, con toda la cresta que compone la sierra de Javierre.

Poco a poco, vamos atravesando la cresta. Cuando hemos recorrido más o menos la mitad, la vegetación por la cara Sur desaparece, dando paso a la roca. En un día normal, caminaríamos con tranquilidad por el filo, pero hoy, con este viento, preferimos ir lo más adentro posible, ya que la caída es de las que quitan el hipo, mientras, las vistas hacia la zona de Argüís van ganando protagonismo, con toda la faja rocosa que compone la Raya d'As Tiñas y el Tozal de Guara, asomando tras el pico del Águila, llegando en poco más de dos horas al hito que marca la cima del pico Peiró, donde sopla el viento con fuerza, por lo que permanecemos el tiempo justo para hacer unas fotografías.

Después, continuamos caminando por el sendero que desciende hacia la Sierra Caballera
Tomando el ramal que asciende por la cara Sur, entre un denso bosque
Y placas de caliza, por el que avanzamos despacio para localizar los hitos
Aprovechando los claros, para disfrutar del entorno
En el que destacan las características murallas calizas conocidas en esta zona como, Rallas, con la Sotonera de fondo
A medida que vamos ganando desnivel, la vegetación va menguando, así que, en cuanto tenemos la cresta "a tiro de piedra"
Subimos lo más directos posible
Alcanzando la cresta cerca de la cima de la Ralla Espada o pico del Grifo
Observando como los buitres, sobrevuelan nuestras cabezas
Sin apenas detenernos, comenzamos a caminar por la cresta, por un cómodo sendero que discurre entre un manto de erizón
Donde las nubes cubren parcialmente las principales montañas del sector de Collarada
La Peña Oroel
Y Monte Perdido, con toda la cresta de la sierra de Javierre, mientras poco a poco
Vamos recorriendo la cresta, dejando atrás el erizón para continuar caminando por la roca, alejándonos del precipicio
Mientras las vistas hacia la zona de Argüís ganan protagonismo, con toda la faja rocosa de la Raya d'As Tiñas
Y el Tozal de Guara, asomando tras el pico del Águila
Llegando en poco más de dos horas, al hito cimero que marca la cima del pico Peiró

Unos minutos más tarde, continuamos recorriendo el tramo de cresta, disfrutando de las vistas hacia la zona de Argüís, donde entre los montes cercanos, emerge la peña Gratal, al mismo tiempo, que miro los diferentes senderos que bajan por la vía normal, aunque solo uno baja y los demás, acaban engullidos por el erizón.

Como siempre he subido por la otra vertiente, no recuerdo exactamente cual es, al final, cogemos uno que está un poco antes de finalizar el cresterío, por el que empezamos el descenso. Al principio, está despejado, pero, a medida que bajamos se va emboscando, por lo cual, antes de quedar atrapados por el erizón, paramos un momento, visualizamos el entorno, para comprobar que el principal va un poco más a nuestra izquierda, así que, buscando las zonas con menos vegetación, avanzamos pisando el erizón, hasta alcanzar el sendero, por el que continuamos bajando trazando lazadas hasta el collado de Peiró, desde el que visualizamos Bentué de Rasal, mientras el viento sigue entrando con fuerza.

En el collado, decidimos seguir perdiendo cota, hasta que la misma naturaleza nos preteja de las sacudidas, por lo cual, reanudamos la marcha, bajando por un sendero tieso y acanalado por el discurrir del agua, que cada dos por tres se ramifica para juntarse un poco más abajo, hasta que llegamos a un punto donde pega el sol y el viento no entra, por lo que paramos a comer mientras disfrutamos de las vistas hacia la zona del embalse de Argüís. 

Con el estómago contento, recogemos todo, para acto seguido, continuar con el descenso protegidos del viento, adentrándonos en el Hayedo de Peiró, donde, debido a las excepcionales condiciones de suelo, humedad y umbría, ha permitido que las hayas sobrevivan en esta ladera norte de la Sierra de Gratal, que se entremezclan con bojes y Tejos, que tienen aquí, una de las mayores poblaciones de todo el Prepirineo oscense, por lo que este pequeño reducto, está catalogado como Lugar de Importancia Comunitaria dentro de la Red Natura 2000, con la denominación LIC Monte Peiró-Arguis, por el que avanzamos despacio disfrutando de este precioso bosque de hayas, donde algunas de ellas superan los doscientos años, hasta alcanzar una encrucijada, en la que converge el Camino Natural de la Hoya de Huesca.

En este lugar, podríamos trazar otra circular, subiendo al collado de Sarramiana para volver a Bentué de Rasal por el collado de los Pozos. Hoy, vamos a seguir con el plan fijado, por lo que
 continuamos el descenso por el desnaturalizado “Camino Natural”, donde apreciamos el despilfarro de dinero que hacen las entidades públicas, ya que un sendero precioso sin dificultad, se han encargado de meterle una extensa barandilla de madera pero luego, muchos de los senderos de la zona, la vegetación los ha engullido por falta de mantenimiento, aunque, como eso es una guerra perdida, preferimos caminar disfrutando de los últimos coletazos de este magnífico bosque, donde aprovechamos los claros, para disfrutar de los estratos rocosos que defienden el monte Peiró, conocidos en toda esta zona como Rallas, mientras, a medida que vamos perdiendo desnivel, las hayas dan paso a los pinos y la suave pendiente, a unas rampas inclinadas por las que bajamos trazando lazadas, para evitar acabar con el culo en el suelo, hasta enlazar con la pista que viene de la presa del embalse de Argüís.

Unos minutos más tarde, continuamos caminando por el último tramo de cresta, donde, asoma la Peña Gratal
Disfrutando de las vistas hacia la zona de Argüís
Hasta llegar al final de la cresta, donde nacen varios senderos y tomamos uno, que, enseguida es engullido por la vegetación
Por lo cual, paramos y vemos, que nos hemos desviado un poco, así que, enlazamos para continuar bajando hasta el collado de Peiró
Desde el que visualizamos Bentué de Rasal, donde, el viento sigue soplando con fuerza
En el collado, decidimos seguir bajando, por lo cual, reanudamos la marcha bajando por un sendero roto y acanalado
Que cada dos por tres se ramifica, juntándose un poco más abajo, hasta llegar a un punto donde pega el sol y no entra el aire
Donde paramos a comer, mientras disfrutamos de las vistas
Con el estómago contento, continuamos el descenso protegidos del viento
Adentrándonos en el Hayedo de Peiró, el más meridional de la provincia de Huesca
Donde las hayas, se entremezclan con bojes y Tejos, que tienen aquí, una de las mayores poblaciones del Prepirineo
Por lo que este pequeño reducto, está catalogado como Lugar de Importancia Comunitaria dentro de la Red Natura 2000
Con la denominación LIC Monte Peiró Argüís, que recorremos hasta llegar a una encrucijada, en la que converge el Camino Natural de la Hoya de Huesca
Donde continuamos el descenso por el "Camino Natural", aprovechando los claros
Para observar los estratos rocosos que defienden las laderas del pico Peiró
Mientras, a medida que vamos perdiendo desnivel, las hayas dan paso a los pinos y la suave pendiente, a unas rampas inclinadas
Por las que vamos trazando lazadas hasta enlazar con la pista que viene del embalse de Argüís

Habitualmente, tomaríamos el sentido de la pista que va hacia la presa, pero, en esta ocasión, lo hacemos en sentido descendente, caminando por la pista que atraviesa los últimos resquicios del pinar, hasta salir a cielo abierto, donde la pista describe un par de largas lazadas que, nos permite disfrutar por un lado, de la cara más habitual del pico Peiró y por otro, del promontorio por la que discurre la faja de la Ralla d’As Tiñas, bajo la que también se ubica una pequeña escuela de escalada.

Unos metros más adelante, la pista desemboca en la carretera que une Argüís con Bentué de Rasal, por la que caminamos durante medio kilómetro, hasta alcanzar el collado de la Barza, donde nace el sendero que sube al pico Presín. Mi compañero, lleva bastante tiempo sin salir al monte, no está acostumbrado a este tipo de terrenos y me comenta que está cansado. Le digo que se acerque caminando al pueblo que, está a diez minutos, se tome una cerveza y le voy a recoger cuando termine, pero, dice que prefiere ir al coche por la carretera.

En un principio, no me gusta dejar a nadie solo en el monte, pero, como va a ir por la carretera, acepto, le dejo la llave de la furgoneta, porque, va a llegar antes, para acto seguido, coger el sendero que sube al collado de la Crucetiella, por el que alterno
 tramos de un denso bosque compuesto principalmente de boj y algún roble de poco porte, con otros despejados, desde el que puedo ver más o menos, la ubicación del pico Presín, mientras poco a poco, la pendiente se va acentuando y el sendero, va trazando continuas pero cortas lazadas, lo que hace, que la subida sea bastante agradable.

Cuando llevo más o menos la mitad, a la sombra de unos robles, paro a echar un bocado. Entre tanto, coincido con un paisano (la tercera persona que veo en toda la ruta) que me comenta que ha subido al pico y vuelve para casa, me pregunta por la actividad que estoy haciendo, le digo la jugada y se queda sorprendido, porque, no suele ser muy habitual.

Unos minutos más tarde, nos despedimos, recojo todo y continúo subiendo por el robledal, a medida que voy ganando desnivel las vistas se va ampliando, ofreciendo una panorámica poco usual de la zona, hasta alcanzar la encrucijada que compone el collado de la Crucetiella donde confluye el sendero que viene de Caldearenas (Traschinepro Trail).

En esta ocasión, la tomamos en sentido descendente, atravesando los últimos resquicios del pinar
Hasta salir a cielo abierto, donde la pista describe un par de lazadas, lo que permite que veamos por un lado la cara más habitual del pico Peiró
Y por otro, el promontorio por el que discurre la Raya d'As Tiñas
En la que se ubica una escuela de escalada
Unos metros más adelante, la pista desemboca en la carretera, por la que caminamos hacia Bentué de Rasal durante medio kilómetro
Hasta llegar al collado de la Barza, donde, mi compañero sigue por la carretera y yo, tomo el sendero que sube al collado de la Crucetiella
Por el que avanzo sin apenas ganar desnivel, alternando zonas boscosas
Donde predomina el boj con algún roble de poco porte
Con otras despejadas
Desde la que intuyo la cima del pico Presín
Mientras poco a poco, la pendiente se va acentuando
Y el sendero, va trazando cortas lazadas, lo que hace, que la subida sea bastante agradable
A la sombra de unos robles, aprovecho para descansar, para acto seguido, continuar con la ascensión
Donde las vistas se van ampliando
Mostrando una visión poco usual de la zona
En el que sin duda destaca, el pico Peiró
Hasta alcanzar el collado de la Crucetiella, donde converge el sendero que sube de Caldearenas

Siguiendo el cordal, existe la posibilidad hacer tres cimas de una sola tacada, el pico Presín (0.5 km), el pico San Antón (3.5 km) y la punta Fabosa (5,5 km), siendo una buena opción para hacerlo desde Caldearenas. Hoy, me conformo con la más cercana, así que continúo caminando por el cordal, atravesado por un claro sendero sin ninguna dificultad, por el que avanzo cómodamente disfrutando de las vistas hacia el pico Peiró y los Pirineos, ahora más despejados, observando los detalles que ofrece la naturaleza, hasta llegar tras varios sube y bajas al vértice geodésico que marca la cima del pico Presín que, ofrece unas vistas idénticas a las del cordal.

Sin apenas detenerme, continúo caminando por el cordal hacia la visible cima del pico San Antón que, puede llevar a equivocación. Al llegar a una especie de collado (hay una deteriorada tablilla de coto de caza), localizo un sendero a mano izquierda, por el que inicio el descenso perdiendo cómodamente desnivel, tomando de referencia los hitos que hay colocados a lo largo de la bajada, donde,
 a medida que voy perdiendo desnivel, el bosque se hace más latente, adentrándome en un precioso robledal que, ofrece una agradable sombra.

Cerca de la carretera, los restos de algunas construcciones denotan la presencia del hombre y, por ende, que el final está próximo. De momento, cruzo la carretera que, para ser una comarcal se encuentra en buen estado, para acto seguido, continuar bajando por el sendero que atraviesa uno de los tramos más bonitos de toda la circular: un precioso bosque de robles separado por muros de piedra en seco, donde hay diseminadas algunas casas en ruinas.

Una vez fuera del bosque, no muy lejos, ya puedo ver las primeras casas de Bentué de Rasal, diseminado en dos barrios, donde sin duda destaca la torre románica de la Iglesia de San Cristóbal, con sus cuatro pisos de altura, cuya principal obra data de los siglos XVI – XVII, aunque lo más interesante, se sitúa en el muro sur de la primitiva fábrica, el pórtico o lonja, que pudo construirse hacia el último tercio del siglo XI.

El acceso al núcleo urbano, es un poco confuso, ya que, un camino conduce al cauce de un barranco que lleva agua, pero, fijándome bien, al final veo que el sendero continúa un poco hacia la izquierda, alcanzando la Plaza de la Iglesia y de ahí, a la furgoneta, donde me espera mi compañero, dando por finalizada está bonita e inusual circular, a la que, sin duda volveré, para seguir investigando todos estos montes de la sierra de Javierre.

Siguiendo el cordal, se pueden hacer tres cimas de una sola tacada, hoy, me conformo con la primera
Por lo que continúo caminando por el cordal, atravesado por un sendero, por el que avanzo cómodamente
Disfrutando de las vistas al pico Peiró
Y los Pirineos
Ahora más despejados, hasta llegar tras varios sube y baja
Al vértice geodésico que marca la cima del pico Presín
Sin apenas detenerme, sigo caminando por el cordal
Hacia la cima visible del pico San Antón, al llegar a una especie de collado (sin marcar)
Abandono el cordal, para tomar a mano izquierda un sendero
Marcado con hitos, por el que inicio el descenso hacia Bentué de Rasal
Donde, a medida que voy perdiendo desnivel, el bosque se hace más latente
Adentrándome en un precioso robledal que, ofrece una agradable sombra
Cerca de la carretera, los restos de unas construcciones, denotan la cercanía del final
Cruzo la carretera y una vez al otro lado
Sigo bajando por un precioso sendero, entre robles y muros de piedra en seco
Una vez fuera del bosque, ya, puedo ver las casas de Bentué de Rasal, donde abandono un camino para tomar un sendero
Por el que accedo al núcleo urbano, donde si sitúa la ermita románica de San Cristóbal y de ahí, a la furgoneta

2 comentarios:

  1. Unos paisajes preciosos . Saludos y FELIZ AÑO NUEVO

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  2. Un paseo por un lugar idílico donde disfrutar de unas vistas preciosas.
    Deseo que tengas una feliz entrada de año y discurra por esos mismos derroteros el resto del año.

    Saludos.

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