sábado, 29 de mayo de 2010

San Julián de Banzo - Ermita de San Martín de la Val de Onsera

Como no queremos hacer un gran desplazamiento, nos dirigimos a la Sierra de Guara, para ir hasta la ermita medieval de San Martín de la Val de Onsera. Para descargar el track, haz clic en el símbolo de Wikiloc.



De camino, nos detenemos en la población de Loporzano a comprar pan, después continuamos por la carretera, hasta que llegamos a la pedanía de San Julián de Banzo, desde allí sin entrar en la población, continuamos por la pista asfaltada, y un kilómetro después, una segunda pista de tierra a mano derecha, que nos deja en un pequeño aparcamiento, con capacidad para unos diez coches.

Nos colocamos los bártulos, y desde el mismo aparcamiento, cogemos una amplia pista, que en un ligero descenso, nos lleva por una zona de árboles y matorral bajo, entre los que diferenciamos el tomillo, por su buen olor.

Después de un kilómetro, la pista finaliza, y enlazamos con el cauce seco del barranco de San Martín, a partir de este punto, el terreno cambia por completo, y caminamos por un estrecho sendero, encajonado entre las rocas, al final de este, abandonamos el barranco y tras caminar unos metros llegamos a un desvío debidamente señalizado, que nos hace enlazar con un sendero que nos lleva por el interior de un bosque, hasta llegar a la Fuente de la Puerta del Cierzo, donde un grupo de gente se encuentra escalando.



En este punto nos detenemos un instante para descansar, después proseguimos la marcha, y continuamos por un sendero a la izquierda, que se encuentra señalizado en una roca plana.

A partir de este punto, comenzamos a subir, al principio la subida es liviana, pero más tarde en algunos tramos se endurece algo más, a medida que ganamos altura, el sendero nos lleva paralelos a una gran pared de roca, cuando llevamos recorridos casi tres kilómetros, llegamos a un desvío, donde hay una placa de cerámica, que recuerda la muerte de un vecino de Barluenga.

En este punto se nos presentan dos alternativas, realizar la subida por el Paso de la Viñeta, más corto, pero con una subida más pronunciada, o subir por la Senda de los Burros, más larga, pero menos pronunciado.

Nosotros optamos por subir por el Paso de la Viñeta, por lo que seguimos todo recto, nada más coger el sendero, el piso se complica, ya que hay zonas de grandes rocas, tras unos metros, la vegetación desaparece, y llegamos al Paso de la Viñeta, un tramo aéreo, que en su primer tramo se encuentra equipado con sirga.

Tras superarlo sin mayores dificultades, llegamos a un segundo tramo, equipado con barandilla, la caída en este punto es importante, por lo cual avanzamos con precaución, tan solo nos falta un tercer tramo, donde nos toca hacer un par de trepadas, unos nos ayudamos de las manos y mi mujer utiliza una sirga, colocada para ello.







Finalizado el Paso de la Viñeta, y tras un corto tramo de subida, llegamos hasta el Collado de San Salvador, el punto más alto de la ruta, y donde se une con la senda de los burros.
Las vistas desde este punto son espectaculares, y podemos ver las buitreras, grandes paredes de roca, sobre las que anidan gran cantidad de buitres leonados, quebrantahuesos y otras especies de aves.

Tras la breve parada, continuamos por un sendero, que en un continuo descenso, nos lleva hacia el barranco de San Martín, los primeros metros en sendero está bien marcados, pero después este desaparece, y descendemos por un largo tramo de roca, que si estuviese mojada, podría resultar peligroso (actualmente acondicionado con barandilla).






Finalizado el descenso, llegamos al fondo del barranco de San Martín, a nuestra derecha vemos un mojón, por lo que seguimos la marcha hacia esa dirección. El cauce del barranco se encuentra seco, y el piso es bastante firme, con vegetación a ambos lados del barranco, entre los que destaca el Boj, una planta típica de la zona.Transcurridos poco más de dos horas, y después de  sortear una cascada, por su parte superior, llegamos a la ermita de San Martín de la Val de Onsera, de la cual no hay datos exactos de su construcción, pero que se cree que fue un monasterio medieval, que se construyo en el año 1075. Actualmente la ermita se encuentra en buen estado, ya que fue reconstruida en el año 1604, aunque en la guerra civil fue saqueada. En su exterior podemos ver un panel informativo, con algunos datos de esta, una vez leídos, accedemos a su interior, primero subimos al campanario, al cual accedemos por unas escaleras, y hacemos sonar la campana.

Después bajamos las escaleras y entramos en su interior, que está compuesto por una sola nave, y en el que podemos ver una talla de la virgen, de nuevo en el exterior nos acercamos hasta una cascada, que golpea en una gran roca, y que sirve como fuente.

Junto a ella, aprovechamos para comer, después regresamos por el mismo camino, hasta que llegamos al collado de San Salvador, desde aquí tomamos un estrecho sendero, que nos lleva junto a los restos de una paridera, y después enlazamos con la senda de los burros, que en una continua, pero suave bajada, nos deja en la intersección de caminos, donde se encuentra la placa de cerámica.

Desde aquí regresamos por el mismo sendero, hasta llegar al aparcamiento, donde después de algo más de cuatro horas, con paradas incluidas, damos por finalizada, esta bonita y entretenida ruta.








viernes, 5 de marzo de 2010

Fuendetodos

Aprovechando que este mes dispongo de unos días de vacaciones nos decidimos a realizar está pequeña visita al pueblo donde nació Goya. 

El nombre de este pueblo se debe a la fuente vieja (la fuente de todos), que fue el nombre que se le puso Fuendetodos, desde el S.XIV la villa era dominio de la familia Fernández de Heredia, conocidos como los Condes de Fuentes.
Pero este lugar no será recordado por esta familia sino por su habitante más ilustre el pintor Francisco de Goya Lucientes que nació un 30 de marzo de 1746, entre sus obras más destacadas, La maja desnuda, La maja Vestida, Cristo Crucificado, Saturno devorando a un hijo etc., no me voy a hablar de él ya que la mayor parte de la visita a este pueblo gira en torno a su figura.
Para llegar la opción más rápida es utilizando la autovía, mudéjar y coger la salida a Botorrita. La carretera que va desde Botorrita hasta Fuendetodos es circuito de bicicletas, me imagino que de montaña, porque la calidad del asfalto es pésima, con un asfalto totalmente degradado y lleno de socavones, por lo que hay que circular con precaución

Tras dejar el coche, en el aparcamiento, situado en el inicio del PR.23 que une las poblaciones de Fuendetodos y la Puebla de Albortón, y donde hay un pequeño estanque y un parque infantil, donde pueden disfrutar un rato los más pequeños, nos dirigimos al centro de la población.



El primer sitio que visitamos, es el Museo del Grabadoque está ubicado en el número 3 de la calle Zuloaga, muy cerca de la Casa Natal de Goya. En el nos ofrecen la información acerca de la visita y donde venden las entradas a un precio de 3 € los adultos y 2 € menores, grupos y jubilados, esta entrada única, nos permite visitar el Museo del Grabado, La casa natal de Goya y la Sala de exposiciones “Ignacio Zuloaga” (en este mismo orden), de forma libre.


El museo se ubica en una antigua casa de tres plantas, la visita la comenzamos por la última planta, donde podemos ver una recopilación de los mejores grabados con un tema único los caprichos.La colección de los caprichos consta de 80 estampas y están realizadas entre los años 1797 al 1799.
En la segunda planta nos encontramos la sala dividida en tres zonas, cada zona contiene una temática diferente, empezaremos por Los desastres, consta de 82 estampas y están realizadas entre los años 1810 al 1815.
En una segunda zona podemos ver La Tauromaquia, que consta de 40 estampas y las realizo en 1815. y en una tercera La colección de Los Disparates consta de 22 estampas, aunque deciros que es una serie inconclusa, las realizo entre los años 1816 al 1824.

Finalizada la visita al museo, nos dirigimos hacia la Plaza de Goya, por el camino podemos ver esta bonita edificación, construida en piedra y madera, y una curiosa fuente, desde la que parten varias rutas de senderismo, de corta duración.




Una vez en la Plaza de Goya, procedemos a realizar la visita a la Casa Natal de Goya, un edificio construido a principios del S.XVII, en 1982 fue declarado Monumento Histórico Nacional. La casa original fue destruida parcialmente debido a la guerra y en el año 1946 se restauro.

La construcción de la casa no tiene nada en particular y no se diferencia en nada a cualquier otra de la época, piedra, madera y caña son sus elementos principales, consta de 3 plantas la planta calle en donde encontramos un busto del artista que para haceros idea es como el de la estatuilla que dan en los premios de cine que tiene su nombre pero en grande, hay varios paneles de información donde nos cuenta un poco su vida, como el día de su nacimiento, su muerte, el día de su bautismo y algunos datos de interés más.
En la segunda planta a mano derecha nos encontramos con dos habitaciones decoradas de la época y nada más y en una tercera habitación nos encontramos con un panel en la pared en la que nos informan del árbol genealógico de familia Goya, a un lado tenemos otro panel informativo en la que nos cuenta un poco más de su historia, entre la que nos cuenta que tuvo varios hijos pero que solo uno sobrevivió, además de que solo tuvo un nieto.
En una tercera planta se encuentra la buhardilla pero en la que no hay nada que ver ya que se encuentra vacía.



Justo al lado de la casa natal de Goya, se encuentra la Sala de Exposiciones Ignacio Zuloaga, donde se realizan exposiciones temporales, en este caso, podemos ver varios tapices, hechos en tela japonesas de diferentes gramajes y colores, una exposición bastante escasa, y que tan solo nos llevo cinco minutos, sin duda lo peor de la visita.



A la salida, nos detenemos unos segundos para contemplar, una de las dos  estatuas de Goya que fue realizada por José Gonzalvo en 1978.


Ascendemos a la zona alta del pueblo, callejeando por sus calles, hasta que llegamos a la Iglesia de Nuestra señora de la ascensión,  que se encontraba cerrada, como dato curioso en su interior se haya la pila bautismal con la que bautizaron a Goya, que el pie está hecho de piedra negra de Calatorao y su base de granito jaspeado.

En una pequeña plaza, que sirve de mirador, se encuentra la segunda estatua de Goya, construida por Julio Antonio en 1920. 





Desde este punto nos dirigimos hacia las afueras, donde podemos ver los restos del castillo, del que no hay una fecha concreta acerca de su construcción, aunque que se cree que fue en el S.XIII, entre las ruinas aun se pueden ver restos de un neveron que son edificaciones que se construían para almacenar la nieve, convertirla en hielo y luego aprovecharlo para fines medicinales a alimenticios.



A unos metros del castillo, esta el Fuendever, un centro de interpretación que nos permite descubrir el entorno de Fuendetodos de una forma interactiva, pero también con rutas guiadas por el entorno. 

El precio de la entrada es de 2 € la general y 1 € la reducida, estando abierto todo el año de 11:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00 a excepción de los lunes, que permanece cerrado por descanso. 


De esta forma, finalizamos nuestra visita, y callejeamos por las calles, de vuelta al aparcamiento, una visita sin duda, de la que hemos salidos muy contentos, destacando de entre todos, el Museo del Grabado.

miércoles, 23 de abril de 2008

Calatañazor

Me unen lazos con la provincia de Soria, ya que mi padre es de un pequeño pueblo de esta provincia, además tenemos un amigo que es de Vinuesa, por lo que prácticamente todos los años, hacemos una visita a la provincia.

Como normalmente mis visitas las aprovecho para pescar, en las aguas cristalinas del Revinuesa o en el embalse de la cuerda del pozo, aprovechando la mañana del domingo, decidimos visitar Calatañazor, un pueblo con mucho encanto, declarado en 1962 Conjunto Histórico-Artístico Nacional en 1962.

El nombre de Calatañazor viene de un pequeño asentamiento (sin descubrir), cerca de la actual situación de esta población, su nombre viene del "Qal`at an-Nusur" que significa Castillo de Águilas. Esta población coge fuerza, ya que según cuenta la leyenda (no aparece documentado), aquí fue donde Almanzor, general de los ejércitos del califa cordobés Hisham II, hasta el momento imbatido y volviendo hacia la Al-Andalús, después de luchar en la rioja, pasa por esta población, donde se produce “la batalla de Calatañazor”, pierde su talismán de imbatible y cae derrotado, muriendo poco después en la cercana población de Medinacelli. De ahí el dicho de “donde Almanzor perdió su tambor”

A Calatañazor se puede llegar desde varios lugares, nosotros lo hacemos por el habitual, tomando desde Soria, la N-122 dirección el Burgo de Osma, y después enlazamos con la comarcal SO-P 5023 que nos lleva enseguida a Calatañazor.
Debido a que se encuentra ubicado en un cerro, dejamos el coche, en un pequeño aparcamiento situado, a las afueras, cerca de la Ermita de la Soledad, en la que destaca su ábside románico y su portada que parece recién restaurada por el buen estado en que se encuentra.
Tras una breve visita, cruzamos las murallas, que dan acceso a Calatañazor, a partir de este punto, nos da la impresión de haber retrocedido en el tiempo, viendo sus casas construidas con piedra y adobe, y sus calles empedradas.
La calle mayor, es la principal calle de esta población, caminar por ella, cuesta lo suyo, por su piso empedrado, y su pronunciada pendiente, algo que se agradece es la escasez de coches, que circulan por ella, ya que tan solo se puede aparcar en la carretera o en la plaza mayor, mientras caminamos podemos ver varios restaurantes donde disfrutar de la gastronomía de la zona, en la que destacan los platos de carne, como el cabrito, la caldereta o el picadillo (esta que te mueres de bueno), los embutidos y los productos del bosque, como las setas, en el que el rey, es el Boletus Edulis.




A mitad de la calle, podemos ver la Iglesia de Nuestra señora del Castillo, construidas entre los Siglos XII y XVI, de origen románico en el exterior,que nos recuerda mucho a la fachada del monasterio viejo de San Juan de la Peña. Del exterior destacamos su portada y encima de ella el óculo, de su interior nada podemos decir, ya que tan esta como la vez anterior estaba cerrada.
Continuando subiendo por la calle mayor, algunos habitantes del pueblo, nos invitan a pasar a sus casas, para ver su pequeño museo, a ya cuando la calle mayor nos lleva a lo más alto del pueblo, podemos ver un grupo de casas con soportales, donde se agrupan varias tiendas donde poder llevarnos un suvenir o compras productos típicos de la zona, de la que recomiendo encarecidamente sus quesos, el chorizo y la cecina, sin desmerecer las mermeladas caseras o alguna pieza de cerámica.





La calle mayor, nos lleva hasta la Plaza Mayor, donde los lugareños y algún turista aprovechan para aparcar el coche, en este punto podemos ver el rollo, un elemento arquitectónico que se utiliza para catalogar la categoría administrativa del lugar, que también se puede ver en la cercana población de Vinuesa.
En esta misma plaza, vemos la estatua de Almanzor, el victorioso general, que cuenta la leyenda que fue derrotado en Calatañazor, aunque no hay datos reales acerco de esto, si que es cierto que murió en Medinacellí, además de estos dos puntos de interés en la plaza mayor, se encuentra el ayuntamiento.
Aprovechamos que desde la plaza mayor, se forman varias calles, para callejear y disfrutar del ambiente tranquilo de Calatañazor, que a pesar de vivir del turismo, no está masificado, como otras poblaciones como el caso de Santillana del Mar (agobiante en verano), después volvemos a la plaza mayor y desde allí, andando unos metros por una pista de tierra, llegamos hasta los restos del Castillo, que hace indicar la importancia que tuvo en su tiempo, esta pequeña población, sin lugar a dudas un punto estratégico, ya que desde este, se tiene una amplia panorámica de toda la vega.
Del castillo no hay muchos datos, se dice que se construyo entre los S.IX – X, aunque puede ser anterior, caminamos entre sus ruinas, de lo que tan solo se salvan algunas de sus torres, la mejor conservada, es la torre del homenaje, que viendo su estado, nos queda claro que no hace mucho que ha sufrido una restauración, el acceso al castillo el gratuito, y la visita es libre.
Desde un extremo del castillo, podemos ver una pequeña necrópolis, con tumbas construidas en piedra, que cuesta comprender como han aguantado el paso del tiempo, por los crudos inviernos que hay en esta zona, a la necrópolis, podemos acceder, por un sendero que parte cerca del castillo, pero como se nos echa el tiempo encima, y desde el castillo se ve bastante bien, decidimos no bajar.






Como hemos salido algo tarde, el tiempo se nos echa encima, y de vuelta al coche, damos un último paseo por sus calles, para descubrir detalles en sus casas, como algunos escudos heráldicos, las chimeneas en forma triangular, sus portalones de madera, que tanto me recuerda cuando iba a casa de mis abuelos en un pueblo de Soria.
Para próxima visita, nos dejamos para visitar la pedanía de Avioncito de Calatañazor, y dar un paseo por su sabinar donde se puede ver especies de más de veinte metros de altura y ocho centímetros de grosor.


jueves, 26 de abril de 2007

Pasarelas del río Vero - Mirador O'Vicón

Hacía mucho tiempo que queríamos visitar esta villa medieval, por la mañana aprovechamos para visitar sus principales puntos de interés, y por la tarde después de comer, decidimos realizar la ruta de las Pasarelas del río Vero.

La ruta la comenzamos desde la Plaza Mayor, nos acercamos hasta la parte trasera de la colegiata, y justo a la altura de un mirador, desde el que tenemos un amplia vista del barranco de la Fuente, hay un panel, donde nos indica la ruta.

Comenzamos el descenso por un pequeño tramo adoquinado de escaleras, enseguida tomamos un desvío a la derecha que nos mete de lleno en el barranco de la Fuente que sorteamos a través de varias tramos de pasarelas de madera, y algún tramo equipado con escaleras.

Finalizando el barranco, pasamos un tramo algo descompuesto equipado con sirga, ya en el cauce del río llegamos a un desvío señalizado, donde podemos ir a la cueva del Picamartillo o seguir hacia la central hidroeléctrica.




Primero nos acercamos hasta la Cueva Micamartillo, que se encuentra a un par de minutos andando, el río no lleva mucho caudal, y podemos meternos hasta dentro, una vez visitada, retrocedemos hasta el desvío y seguimos hacia la antigua central hidroeléctrica, por un tramo de pasarela metálica que nos permite salvar el cauce del río Vero.

Tras superarlo, continuamos rectos, paralelos al cauce del río, pasamos junto a una gran higuera, y enseguida enlazamos con un segundo tramo de pasarelas que nos lleva hasta los restos de una presa, que servía para encauzar las aguas del río hacia un antiguo molino harinero, con el tiempo, la presa fue recrecida para aprovechar la fuerza de sus aguas, y alimentar las turbinas de la central hidroeléctrica.



Unos metros más adelante, nos encontramos con un desvío, donde si continuamos todo recto nos lleva hasta la Central hidroelectrica, y a mano derecha hacia el mirador O'Vicón.

Nosotros como es ya tarde, tomamos el sendero hacia el mirador O'Vicón, que nos lleva por la ladera de la montaña en un progesivo ascenso hasta el mirador que se encuentra justo al lado de Colegiata de Santa María la Mayor, dando por finalizada la ruta.


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