martes, 8 de enero de 2019

Un paseo por la sierra de Albarracín: SL-TE40 Barranco de la Hoz


La sierra de Albarracín, es una comarca aragonesa situada al suroeste de la provincia de Teruel. Su capital es la ciudad medieval de Albarracín que también da nombre a la serranía, incluida en la Reserva Nacional de Caza de los Montes Universales, donde nacen los ríos Tajo, Júcar y sus afluentes el Gabriel, el Gallo o el Guadalaviar, que más adelante se transforma en el Turia, formando todos ellos una de las más extensas redes hidrológicas de España.

Con una extensión 1.414 km², engloba a 25 municipios con una densidad de 3,56 habitantes por km², en el que la despoblación avanza a pasos agigantados. Uno de estos municipios, es Calomarde, que cuenta con tan solo 80 habitantes, situado en el centro de la sierra de Albarracín, a 17 kilómetros de la capital, en el que el río de la Fuente del Berro o río Blanco, a su paso ha horadado un precioso barranco calizo de rocas jurásicas conocido en la zona como el barranco de la Hoz.

Hasta hace unos años solo se podía ver caminando por la parte superior del barranco, recorriendo el PR-TE2 que va desde Calomarde a Frías de Albarracín, pero en el año 2015 se instalaron una serie de pasarelas que permiten visitar el interior del cañón, por lo que hoy nos acercamos con varias familias para conocer este paraje, aprovechando el puente de la Constitución.



A pesar de que el viaje es largo, el recorrido es corto y calculamos que con parada a comer incluida nos costará unas tres horas, así que no madrugamos. Sobre las 13:00 horas llegamos a Calomarde, donde cruzamos el pueblo hasta alcanzar el aparcamiento situado al comienzo de la ruta que se encuentra completo, por lo que seguimos por la carretera observando a mano izquierda un camino de tierra en el que hay aparcado varios coches, que cogemos para continuar por el unos metros, alcanzando el antiguo campo de fútbol habilitado como aparcamiento, en el que dejamos los coches.

Una vez preparadas las mochilas, retrocedemos caminando con cuidado por la carretera hasta alcanzar el aparcamiento, donde un panel direccional marca el comienzo del recorrido de hoy (SL-TE40 Ruta del barranco de la Hoz), que forma parte del recorrido de pequeño recorrido (PR-TE2) que une las localidades de Calomarde con Frías de Albarracín, en el que capta nuestra atención un lindo gatito que toma el sol sobre un muro de piedra, que hace las delicias de los más pequeños.

Sin más preámbulos, cuando todo el mundo vuelve a comer, comenzamos el recorrido dirección Oeste por un amplio camino de tierra, paralelos al cauce del río Blanco, por el que rápidamente llegamos a la aguja calcárea de 25 metros de altura del Moricacho, a cuya punta se puede acceder por una vía equipada (seguros y reunión), compuesta por dos largos con una dificultad de V (primer largo) y V+ (segundo largo), en la que los chic@s se conforman con subir por una trocha, hasta una oquedad que se encuentra en la base del Moricacho, donde además de disfrutar de las vistas, nos hacemos un sinfín de fotografías.

Después, descendemos con cuidado por la trocha hasta el camino principal, donde nos reagrupamos para continuar caminando pegados al cauce río Blanco, que vemos como se represa unos metros más adelante, formando una pequeña cascada en la presa de los ahogados, que debe su nombre a un triste suceso acaecido un 17 de agosto de 1876, cuando Joaquín Lozano (El Molinero) y Pedro Lahuerta, murieron aquí tras intentar atravesar el río después de una tormenta, salvándose la yegua, que ahora se encuentra vallado, afeando notablemente el entorno,  acompañándonos unos metros hasta que la fina lámina de agua que forma el río en este tramo, se une casi con el camino, pasando junto a los barrancos Mingona y de Morte que bajan secos, pero que observamos como este último se encuentra encauzado, por lo que imaginamos que después de fuerte lluvias llevará caudal.

Poco a poco, el camino se va estrechando hasta transformarse en un sendero justo cuando se bifurca en dos, punto en el que damos comienzo al tramo circular del recorrido, donde dejamos para la vuelta el tramo de las pasarelas que discurre por el fondo del barranco de la Hoz, para tomar el ramal de la derecha que se dirige a Frías de Albarracín y el molino de Enmedio, donde continuamos en ligero ascenso por un precioso sendero que recorre la parte superior del barranco, que nos ofrece una perspectiva a vista de pájaro de la hoz que a formando en este tramo el río Blanco, cubierto en gran parte por un espeso pinar.

Preparados, retrocedemos hasta el aparcamiento, en el que se encuentra el inicio del recorrido
Donde capta nuestra atención un lindo gatito, que está tomando el sol sobre un muro de piedra
Cuando todo el mundo regresa a comer, nosotros comenzamos a caminar dirección Oeste
Por un amplio camino de tierra, por el que rápidamente alcanzamos la aguja caliza del Moricacho
En la que se ubica una vía de escalada, aunque nosotros tan solo subimos por una trocha hasta su base
Donde se ha formado una oquedad, desde la que disfrutamos de las vistas
Después, bajamos hasta el camino principal, donde el río Blanco represado ha formado una pequeña cascada
En la conocida como presa de los Ahogados, que ahora se encuentra vallada hasta
Que la fina lámina de agua que forma el río en este tramo, casi se junta con el camino
Pasando junto a los barrancos Mingona y de Morte que bajan secos
Cuando el camino se transforma en sendero, iniciamos el tramo circular dejando para la vuelta el cañón
Y tomando el ramal de la derecha que se dirige a Frías de Albarracín y el molino de Enmedio
Donde en suave ascenso, continuamos por un precioso sendero que recorre la parte superior del barranco
Ofreciéndonos una perspectiva a vista de pájaro de la hoz, que ha formado a su paso el río Blanco

Unos metros más adelante, llegamos a una nueva bifurcación perfectamente señalizada, donde tenemos la opción de realizar la variante corta del SL-TE40 (SL-TE40.1 Ruta del Puente de Toba del río Blanco), que baja de forma directa al tramo del cañón de los Arcos en el que se encuentra el Puente de Toba, que descartamos, para continuar ganando desnivel salvando un par de pequeños resaltes calizos, en los que tan solo tenemos que apoyar las manos, aunque no podemos evitar oír las quejas de algún adulto, que al contrario que las más pequeñas, pasan sin ninguna dificultad correteando por el sendero.

Para evitar perderles de vista, hacemos una pequeña pausa para reagruparnos, mientras observamos como el matorral y el pino negral, especie que puede llegar a vivir más de 1.000 años, pueblan las laderas que en algunos meandros cuelgan sobre el cauce del río Blanco.

Reagrupados, continuamos caminando por el sendero, tomando de referencia las marcas blancas, amarillas y verdes de los dos recorridos (PR-TE2 y SL-TE40), que en este tramo todavía comparten terreno, alcanzando un pequeño collado donde finalizamos la subida, para comenzar a bajar hacia el molino de Abajo, que vemos como se ubica en una chopera junto al río, al que nos vamos acercando descendiendo por un pronunciado sendero en su inicio, con algo de piedra suelta, pero que a medida que vamos perdiendo desnivel se va suavizando, llegando a las ruinas del molino de Abajo, que antiguamente fabricaba harina que suministraba a las poblaciones de Calomarde y Frías de Albarracín.

Como es la hora de comer, aprovechamos la sombra que nos ofrece el molino para descansar e hincar los dientes a los bocatas de tortilla de patata que hemos traído, mientras los chic@s se divierten al mismo tiempo cruzando una y otra vez el cauce del río Blanco, que en este tramo hace honor al nombre con el que figura en la mayoría de los mapas, el río de la Fuente del Berro, debido a los berros que pueblan el cauce que indican la limpieza y pureza de estas aguas.

Unos metros más adelante, llegamos a una nueva bifurcación
Donde continuamos por la parte superior del barranco, salvando un par de resaltes
En los que tan solo tenemos que apoyar las manos, aprovechando una pausa para reagruparnos
Mientras observamos como el matorral y el pino negral, pueblan las laderas
Que en algunos meandros, cuelgan sobre el cauce del río Blanco
Tomando de referencia las marcas blancas y verdes, alcanzamos un pequeño collado, donde finalizamos la subida
Echando una mirada atrás, para disfrutar de las vistas 
Para acto seguido, comenzar a descender hacia el molino de Abajo, por un bonito sendero
Con algo de piedra suelta, en el que a medida que vamos perdiendo desnivel, la pendiente se suaviza
Alcanzando la chopera en la que se ubica el molino de Abajo
Situado junto al río, que hace honor al nombre, en el que aparece en los mapas, el río de la Fuente del Berro
Donde aprovechamos la sombra que ofrecen las ruinas del molino, para comer

Después de comer, nos acercamos hasta el cauce del río, donde vemos que se puede cruzar por unas piedras colocadas para tal efecto, pero que hoy debido a las últimas lluvias se encuentran cubiertas por el agua, aunque resulta sencillo pasar.

Como los chicos han estado jugando en el río, nos comentan que aguas abajo hay un puente de troncos, por el que ellos han pasado varias veces, así que dejamos este paso para irnos hacia el puente, siguiendo las trazas de una senda hasta encontrar el puente, que consiste en dos finos troncos que dan poca seguridad y encima están colocados sobre una poza, que si nos caemos, en el mejor de la casos "tan solo nos meteremos con agua hasta la cintura", aunque ante la insistencia de los chicos y pese a las reticencias de algunos adultos (yo no hubiese pasado, el otro es mucho más seguro), comenzamos a cruzar el río con mayor o menor dificultad, pero por suerte sin ningún contratiempo.  

Una vez en la margen derecha, el PR-TE2 sigue aguas arriba hacia Frías de Albarracín, opción que quiero realizar otro día porque para hacerla en familia resulta algo larga, salvo si se hace en travesía, así que en este punto lo abandonamos para retornar a Calomarde, pero está vez por el fondo del barranco, siguiendo las marcas blancas y verdes del SL-Z40, por un bonito sendero que nos lleva por las lindes del pinar, internándonos en el de vez en cuando para evitar algunas zonas en el que el sendero está embarrado.

Cuando el río comienza a encajonarse, el sendero desaparece entre las aguas, para dar paso a un sistema de pasarelas de 900 metros de longitud seccionadas en varios tramos, por las que nos adentramos en el interior del barranco de la Hoz, ante la atónita mirada de los chic@s que corretean por el metal, mientras el resto caminamos por encima de las aguas disfrutando del entorno, terminando el primer tramo de pasarelas para acometer una corta subida acondicionada con peldaños de madera, que sirven también para afianzar el terreno, para acto seguido coger una nueva pasarela por la que cambiamos de margen.

Ya en la margen izquierda, descendemos por una escalera hasta el cauce del río, donde avanzamos paralelos a este por una bonita senda salpicada de pinos, fijándonos en las curiosas formas que han ido adoptando algunos troncos, hasta cruzar por una pasarela el río Blanco, momento en el que aprovechamos para echar atrás una mirada y observar las capas de estratos rocosos que forman las laderas del barranco, que caen vertiginosamente sobre el río.

Luego, seguimos caminando tranquilamente por la senda que tras girar a la izquierda da paso al siguiente tramo de pasarelas, que nos permite cambiar de nuevo de margen mientras nos va elevando unos metros por encima del cauce del río, dando paso una espectacular faja equipada inicialmente con sirga a la que nos asimos y más adelante con una barandilla, que sirve de quitamiedos, ya que en este segundo tramo es mucho más cómodo, porque el piso esta acondicionado con una tarima, desde la que observamos la ladera del meandro que hemos visto hace un rato desde la parte superior del barranco de la Hoz.

Debido a las últimas lluvias, el agua cubre las piedras, así que cruzamos aguas abajo, por un precario puente
A la margen derecha, donde continuamos por un sendero que nos lleva por las lindes del pinar
Hasta que el río se encajona y el sendero da paso a un sistema de pasarelas
Que nos permite adentrarnos en el interior del barranco de la Hoz, caminando por encima de las aguas
Terminado el primer tramo, acometemos una pequeña subida acondicionada con peldaños
Para acto seguido, coger un segundo tramo de pasarelas por las que cruzamos a la margen izquierda del río
A cuyo cauce llegamos tras bajar por unas escaleras, para seguir por una preciosa senda salpicada por pinos
Por la que avanzamos observando las diferentes formas que han ido adquiriendo algunos troncos
Hasta cruzar el río por una pasarela, en la que miramos los estratos rocosos que conforman las laderas
Luego, seguimos caminando por la senda, que gira para dar paso al siguiente tramo de pasarelas
Que nos deja en una faja equipada inicialmente con sirga y más adelante con barandilla
En la que observamos la ladera que hemos visualizado desde la parte alto del barranco de la Hoz

Al final de la faja, descendemos por una fuerte pendiente acondicionada con escalones, en la que vamos alternando con algún tramo de roca húmeda y pulida por el paso de la gente, que salvamos agarrándonos a la sirga colocada para tal efecto, llegando al cauce del río Blanco donde pasamos a la margen izquierda por un puente, observando como el río que baja encajonado en este tramo, ha formado unas pequeñas gradas.

Siguiendo la senda, alcanzamos una larga y vertical escalera metálica que rápidamente nos eleva por encima del cauce del río, hasta dejarnos en el inicio de una amplia senda por la que en suave descenso llegamos de nuevo el curso del río, en el lugar donde confluye con la variante corta (SL-TE40.1 Ruta del Puente de Toba del río Blanco), en el que el río se interna en el tramo conocido como el cañón de los Arcos.

Imitando al río, hacemos lo propio pero de forma artificial por una larga pasarela metálica, que nos permite disfrutar de este angosto pero espectacular tramo, donde la precipitación de carbonatos ha formado una roca caliza muy porosa conocida como Toba, material que se utiliza para la construcción debido a su fácil manipulación, pero que aquí de forma natural ha formado un espectacular Puente de Toba, que es el lugar más visitado de todo el recorrido.

Aprovechamos que estamos prácticamente solos, para hacernos unas cuantas fotografías, después, continuamos por la pasarela que nos saca del cañón, no sin antes echar una última mirada atrás, para seguir caminando por la margen izquierda del río Blanco, salvando un pequeño resalte acondicionado con una escalera y seguir por una bonita senda que nos conduce por el pinar, que de forma muy original aprovecha la parte baja de un estrato rocoso, que a modo de faja nos permite continuar pegados al río, que va formando pequeñas cascadas.

Al final de la faja
Descendemos alternando tramos de escalones con la roca, agarrándonos a la sirga
Hasta alcanzar el cauce del río, que cruzamos por un puente, observando como el río 
Que baja encañonado, ha formado unas pequeñas gradas
Siguiendo la senda, alcanzamos una larga y vertical escalera, que nos eleva por encima del río
Hasta dejarnos en el inicio de una amplia senda, que nos conduce de nuevo hasta el río
Que se interna en el cañón de los Arcos, imitándolo nosotros pero de forma artificial
Por una larga pasarela que nos permite disfrutar de este angosto cañón
Donde la precipitación de carbonatos ha formado un espectacular puente de Toba
Luego, continuamos caminando, salvando un resalte acondicionado con una escalera
Para seguir plácidamente con la ruta que nos lleva por el pinar y que de forma original
Aprovecha un estrato rocoso, que a modo de faja nos permite salvar el río
Que va formando preciosas cascadas

Nada más pasar, llegamos a una bifurcación donde la variante corta sube de forma directa hacia la parte superior del barranco, mientras nosotros cogemos el ramal que continúa siguiendo el curso del río Blanco que vuelve a encajonarse, sorteándolo por una larga escalera metálica que nos eleva por encima del río, hasta alcanzar un puente metálico que nos pasa a la margen derecha, pero que no tiene continuidad.

Desde el puente, observamos unos abrigos rocosos que se encuentran junto a la senda principal, así que regresamos para coger una trocha que nos deja en la base de los abrigos, a los que accedemos por una pequeña escalera que nos permite acercarnos casi hasta su interior, aunque no adentramos, ya que hay un resalte de unos dos metros de altura que nos impide entrar y que al no tener ningún interés decidimos dejar, para bajar de nuevo a la senda que nos ofrece unas bonitas vistas de las laderas del barranco.

Ya en la senda, bajamos hacia el río por un tramo acondicionado con sirga que sirve de pasamanos, que da paso a una larga escalera por la que bajamos hasta el cauce del río, por el que a medida que avanzamos el barranco va perdiendo altura, donde los pinos poco a poco van dando paso a un bosque de ribera, que debido a la cercanía del río se encuentra embarrado, por lo que vamos buscando las zonas verdes y las piedras para intentar mancharnos lo meno posible, aunque los chicos se lo pasan pipa pasando por medio.

Cerca del kilómetro 4, cruzamos a la margen derecha por un puente metálico, mientras el ruido de un paramotor que sobrevuela el barranco, capta nuestra atención. Después, continuamos por la senda que es engullida por el río, para lo cual, realizamos un corto vadeo hasta alcanzar los restos de dicha senda, que nos lleva por medio del cauce, realizando equilibrismo para no mojarnos, hasta que está llega a la altura de unos bloques de piedra, que utilizamos para pasar al otro lado y cerrar la circular.

Ahora, regresamos sobre nuestros pasos disfrutando del entorno, dejando atrás la presa de los ahogados, pasando junto al Moricacho y viendo como los últimos rayos de sol iluminan las partes altas del barranco, en la que todavía se posan varios grupos de buitres, llegando después de tres horas y media a las estribaciones de Calomarde, dando por finalizado este bello recorrido, que sin duda ha dado vida a esta pequeña población de la sierra de Albarracín.

Nada más pasar, alcanzamos una bifurcación donde tomamos el ramal que continúa por el río
Que se vuelve a encajonar, sorteándolo por una larga pasarela, por el que llegamos hasta un puente
En el que sin cruzar, seguimos por la senda principal hasta unos abrigos rocosos
Después, regresamos a la senda por la que disfrutamos de las laderas del barranco
Hasta coger una larga escalera por la que descendemos al cauce del río Blanco
En el que los pinos van dando paso a un bosque de ribera
Cerca del cuarto kilómetro, cruzamos por un puente a la margen derecha del río
Donde capta nuestra atención el ruido de las hélices de un paramotor, que sobrevuela el barranco
Siguiendo la senda, vadeamos el río para continuar por medio del cauce haciendo equilibrismos
Hasta llegar a la altura de unos bloques de piedra, por los que terminamos de vadear el río, cerrando la circular
Ahora, retrocedemos sobre nuestros pasos, pasando junto a la presa de los Ahogados y el Moricacho
Mientras los últimos rayos de sol, iluminan las partes altas del barranco
En las que todavía se posan varios grupos de buitres
Finalizando el recorrido tras tres horas y media

22 comentarios:

  1. Hola Eduardo, esta excursión, si me lo permites te la copiaré, para ir con los peques tiene muy buena pinta, gracias por compartirla.

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    1. Hola Ángel.

      Una excursión muy bonita, seguro que los peques se lo pasan pipa y los mayores también, eso si, lo malo son las 5 horas de coche, pero bueno, con una parada para echar un café, suficiente.

      Un saludo

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  2. Hola Eduardo,
    Vistosa y entretenida ruta para hacer con niños, y más aún, con adultos que no siendo amantes de la montaña, sí que disfrutan saliendo al campo para hacer rutas cortas y de poca dificultad. Los cañones habilitados con pasarelas que permiten caminar por encima del rio hacen las delicias de grandes y pequeños. Nosotros tenemos en mente para este año visitar otro barranco con el mismo nombre, el barranco de la Hoz, en Corduente (Guadalajara) que también tiene un sencillo y bonito paseo.

    Un saludo

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    1. Hola Nuria.

      Este tipo de recorridos gustan a todo el mundo. Yo también tengo pendiente el barranco de la Hoz en Corduente y por esa zona también el Salto de Poveda, la verdad que la provincia de Guadalajara es una asignatura pendiente.

      Un saludo.

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  3. Hola Eduardo.

    No hay dos sin tres, ya tenemos el triplete de puntos de vista del Cañón de Calomarde, entre tu, yo y Dani.

    Además, al hacerlo al revés, las fotos y perspectivas del encañonamiento son distintas a las de Dani y mías.

    Se ve que fue un día de puro disfrute entre ñiños y adultos. Me alegro pues es un paraje que no defrauda.

    A ver si me pongo y hago la entrada del Barranco de la Hoz del río Gallo que lo hicimos hace años, y así le echáis un ojo.

    Un saludo.

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    1. Hola Toni.

      La idea siempre fue realizar la circular en sentido contrario a las agujas del reloj y cuando vi vuestras entradas que os daba el sol de frente lo tuve aún más claro, aunque el hacerlo algo tarde en invierno la luz no era muy buena.

      Este tipo de recorridos los crios se lo pasan en grande, ese barranco de la Hoz del río Gallo lo quiero hacer esta primavera solo o con chicos, pero solo se me queda algo corto el recorrido.

      Un saludo

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  4. Hola Eduardo¡

    Una excursión bien maja, la apunto para la lista de pendientes por Teruel.

    ¡Gracias por compartirla!

    Fer

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    1. Hola Fer.

      Para los adultos se queda algo corta, pero se puede alargar hasta Frías de Albarracín.

      Un saludo

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  5. Genial Eduardo. Me la guardo para mis cercanos no habituados/as al monte que seguro que se lo van a pasar como niños. Gracias!

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    1. Hola Gabi.

      Seguro, es un paseo que no deja a nadie indiferentes, os gustará!

      Un saludo

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  6. Hola Eduardo.

    Un lugar de gran belleza este, y el que la construcción de esas pasarelas nos han otorgado la oportunidad de disfrutarlo, además del empujón turístico que suponen para Calomarde. Como dicen los demás compis una ruta ideal para que los más peques se lo pasen de lo más grande, y también ideal para llevar allí a amigos, aunque se quejen jeje, que no estén acostumbrados a salir al monte. Buen caudal llevaba el río, así da gusto.

    Un saludo.

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    1. Hola Dani.

      Económicamente seguro que el pueblo lo nota, pero creo que lo más importante en este caso, es que le da vida a un pueblo, en el que apenas viven 80 personas.

      Un saludo

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  7. Hola Eduardo:
    Me has traído buenos recuerdos de cuando nosotros la hicimos, aunque la nuestra fue algo más larga, pero no por ello mejor.
    Rutas como esta en la cual se mezclan, ríos, pasarelas, y zonas encañonadas, seguro que entre los más jóvenes y los no iniciados en el senderismo, harán afición.
    Un saludo y a seguir disfrutando de la montaña.

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    1. Hola Eulogio.

      Si recuerdo cuando la publicaste, por aquel entonces el río llevaba poco caudal, en cambio ahora baja muy bien de agua.

      El recorrido es corto pero intenso, siempre intento adaptarlo al más "floj@" del grupo, para que no sufra, aún así siempre alguno se queja, pero vamos al final se lo pasan en grande.

      Un saludo

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  8. Albarracín, y en general la sierra turolense, se nos hace lejos, pero no lo está tanto, lo que ocurre, al menos en mi caso, es que tenemos la costumbre de mirar más al Norte, aunque esto ya se está corrigiendo gracias a propuestas como esta.

    Salud y Montaña, Eduardo.

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    1. Ya lo se, ya. Te tira más el pirineo y últimamente la sierra de Guara, pero la provincia de Teruel tiene parajes muy bonitos como este del barranco de la Hoz.

      Poco a poco iremos remediando está asignatura pendiente que es la provincia de Teruel, quizás la siguiente ... veremos.

      Un saludo

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  9. Aupa Eduardo!! Chulo lugar. Casualidad tengo que preparar este año un finde por alla, asi que vuelvo a tomar tus referencia =) gracias.

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    1. Hola Oscar.

      Si no has estado por la zona te gustará, no hay grandes montañas, pero tiene unos paisajes bien chulos.

      Un saludo

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  10. Mira que cosica más maja!! me la apunto, oyes. A ver si hacemos un finde romántico con Bonito del Norte por esa zona.

    Salud y monte!

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    1. Hola Pirene.

      Si vais os gustará, además se puede alargar al gusto o dejarla así como complemento a una visita a Albarracín u otra actividad por la zona.

      Un saludo

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  11. Hola Eduardo,

    Impresionante ruta con dos parte muy marcadas, primero un precioso sendero por la parte alta y luego esas espectaculares pasarelas a escasos metros del cauce.

    Aunque el hierro se apodere de estas zonas, gracias a ellos muchos pueblo que estaban condenados a la despoblación están viendo como vuelvena a aparecer en los mapas y vuelven a llenarse de vida.

    Salud y montaña.

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    1. Hola David.

      Mucha gente solo hace la parte del fondo del barranco de la Hoz, pero a mi me parece mucho mejor realizar la circular, ya que de está forma conoces el cañón por dentro y por fuera.

      Sin duda esta ruta ha sido un gran reclamo para el pueblo, nosotros después de terminar la ruta, fuimos al bar del pueblo, cuando llegamos había cuatro paisanos jugando a las cartas y en menos de 20 minutos el bar se lleno con forasteros, la mayoría de ellos familias que habían hecho la ruta.

      Un saludo

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