sábado, 19 de agosto de 2017

El bosque de Gamueta, desde el Refugio de Linza


Situado en el Valle de Ansó, dentro del Parque Natural de los Valles Occidentales, el hayedo-abetal, del bosque de Gamueta, ocupa alrededor de 100 hectáreas, y es el bosque montano mejor conservado del Pirineo Meridional, debido a que la mano del hombre, apenas a intervenido, conservando las características estructurales originales.

En su interior, habitan especies animales en peligro de extinción, como el oso pardo, del que tan solo quedan dos ejemplares machos en todo el Parque Natural, y alberga el mayor conjunto de árboles monumentales de Aragón, en el que destaca el Abeto Blanco, situado en las zonas más umbrías y frías del barranco, alcanzando alturas de hasta 30 metros.

Este año, nos vamos diez días a Jaca, que utilizaremos como campamento base; tras unos primeros días de ocio (piscina, pádel, tapeo y alguna visita cultural), aprovechamos la visita de mi hermano, para realizar una ruta de media mañana, en el que entre todas las opciones, nos decantamos por el sendero ecológico, que en circular, recorre el bosque de Gamueta.


Como es un recorrido de media mañana, y queremos comer en el restaurante del Camping de Zuriza, del que siempre guardo muy grato recuerdo, no madrugamos. Sobre las 10:30 llegamos al refugio de Linza, que a estas horas se encuentra bastante concurrido, nos acercamos a echar un vistazo; después, caminamos hasta uno de los extremos del aparcamiento, en el que se sitúa un panel informativo, sobre la ruta que vamos a realizar.

Desde aquí, iniciamos el recorrido, cruzamos una barrera de madera; avanzamos durante doscientos metros dirección Sur/Este, por un camino adaptado para personas con movilidad reducida, por el que andamos cómodamente, observando el tajo que ha formado en la montaña, el Achar del Caballo, y de alguno de los principales picos de la zona, como el Mallo Acherito.

En menos de cinco minutos, nos plantamos en el merendero del Plano de la Casa, lugar en el que abandonamos el camino acondicionado, giramos a la derecha, y tras pasar el exiguo cauce del barranco de Petrechema, por un puente de madera, enlazamos con un amplio camino herboso, por el que vamos dirección Oeste, pegados a las lindes del bosque, disfrutando de las vistas que tenemos del Pico Maz (como se le conoce en el Valle de Ansó), o Txamantxoia, que con su forma piramidal, hace de frontera natural entre Aragón y Navarra.

Rápidamente, el camino hace un giro de 90º a la izquierda, en apenas unos metros, este se transforma en un bonito sendero, por el que en suave ascenso, nos adentramos en el espectacular bosque de Gamueta, donde el haya es el principal protagonista.

Poco a poco, la pendiente se va acentuando, el sendero comienza a describir sucesivas lazadas, que facilitan el ascenso; a medida que ganamos desnivel, el bosque va clareando. No muy lejos, ya podemos ver el collado que forma el Achar del Caballo, donde grandes bloques de caliza, recubiertos de musgos, se entremezclan con las hayas.

Tras superar este espectacular tramo, el terreno se endurece, afrontamos la rampa más fuerte de todo el recorrido, donde cada uno va a su ritmo, ganando metro a metro, hasta alcanzar la hendidura que forma el Achar del Caballo, lugar en el que se ubican varias vías de escalada deportiva, equipadas con parabolts o químicos, con una dificultad que oscila desde el 4a hasta, el 7a.

En el collado, aprovechamos para reagruparnos, mientras disfrutamos de unas fantásticas vistas, que este día tan despejado nos ofrece, de dos clásicos de la zona, como la Sierra de Alano, y la Peña Ezcaurre, que desde Zuriza, tiene una vía de ascenso, bastante corta, pero muy fuerte, que cuenta con ser la segunda extensión de Lapiaz más importante del pirineo, después del macizo de Larra, en el Valle de Belagua.

Estacionamos la furgoneta en el aparcamiento del refugio de Linza y vamos hasta uno de sus extremos
Donde tras sortear la barrera, comenzamos a caminar con vistas al Achar del Caballo
Y a uno de los principales picos de la zona, el Mallo Acherito
Después, cruzamos la barrera para comenzar a caminar por un camino adaptado
Hasta llegar al merendero del Plano de la Casa, donde cruzamos el barranco de Petrechema
Para enlazar con un camino herboso, por el que continuamos dirección Oeste con vistas al pico Maz
Tras un giro a la izquierda, nos adentramos en el bosque de Gamueta
Por un bonito sendero que en fuerte pendiente
Vamos progresando a la sombra de las hayas
Que cerca del Achar del Caballo, se entremezclan con grandes bloques de caliza
Tras superar este bonito tramo, afrontamos una fuerte rampa
Hasta llegar al Achar del Caballo, que ofrece unas preciosas vistas de la Sierra de Alano y la Peña Ezcaurre

Desde el Achar del Caballo, emprendemos el descenso por una amplia zona de pastos, dirección Sur, tomando de referencia las marcas verdes y amarillas del itinerario ecológico, realizado entre los años 2005/2007, que nos permite disfrutar de este espectacular hayedo-abetal, favorecido sin duda, por el clima atlántico que hay en este valle, en el que se alcanzan precipitaciones cercanas a los 1.800 litros anuales.

Con esta tónica, continuamos por el sendero casi cubierto por la hierva, durante doscientos metros, hasta que de nuevo la vegetación compuesta por enebro, saúco y serbal de cazadores, mezclados con alguna haya, comienza hacer acto de aparición, siempre con la impresionante visión de la cara Este de la Peña Escaurre, que posee unas paredes verticales, de más de 200 metros de altura.

Unos metros más abajo, las hayas se apoderan del terreno, formando un tupido bosque, donde los rayos del sol apenas penetran entre el follaje, creando rincones de gran belleza, en los que disfrutamos, siempre con un ojo puesto en el camino, ya que en ocasiones se cierra tanto, que resulta sencillo perderse, aunque rápidamente volvemos a él.

Cuando apenas hemos superado el primer kilómetro, alcanzamos la parte superior del Plano de la Casa, extensa zona de pastos, en el que se ubica junto a la carretera la fuente de los Clérigos. Mientras el resto sigue a su marcha, yo me detengo para fotografiar el entorno, en el que de nuevo aparecen las figuras de la Sierra de Alano y la Peña Escaurre.

A la carrera, me reincorporo, todos juntos atravesamos la extensa pradera, cubierta de miles de flores de todos los colores, por la que vamos descendiendo dirección Sur, virando poco a poco hacia el Este, hasta enlazar a la altura de dos grandes hayas, con el sendero que viene desde la pista de Linza, y que en su inicio, durante unos metros, va paralelo al cauce del barranco de Gamueta, por el que se puede acortar el recorrido, opción que elige mi padre, ya que no está habituado a caminar por este tipo de terreno.

Desde el Achar del Caballo, iniciamos el descenso tomando de referencia las marcas verdes y amarillas
Aunque trascurridos apenas 200 metros, la vegetación vuelve hacer acto de presencia
Y unos metros más adelante, las hayas vuelven a poblarlo todo
Formando rincones de gran belleza
Atentos a las marcas verdes y amarillas
Que nos guían en este tupido hayedo
Superado el primer kilómetro, alcanzamos la parte superior del Plano de la Casa
Extensa zona de pastos, que atravesamos entre un mar de flores
Hasta enlazar con el sendero, que viene desde la pista de Linza

Antes de seguir, le indico a mi padre el camino de regreso, que no tiene mayor dificultad, que alcanzar la pista que se ve desde este punto, y luego regresar por ella hasta el refugio de Linza.

El resto, continuamos dirección Este por terreno de falso llano, fácil de caminar, alternando preciosos tramos de bosque, que nos ofrecen una buena sombra, con pequeñas zonas de pastos, desde la que divisamos como se alza entre el tupido bosque, el circo de Gamueta, fácilmente identificable por la brecha de Gamueta que separada las cimas del Anzotiello, y el Mallo Gorreta.

La proximidad del barranco de Gamueta, hace que en este terreno pedregoso, donde más le gusta vivir al haya, podamos ver algunos ejemplares de mayor porte. En sus ramas, todavía observamos como permanece ya abierta alguna vaina leñosa, que envuelve al hayuco, el fruto del haya, una especie de piñón comestible por el hombre, aunque habitualmente sirve de alimento para los animales.

Sobre la cota 1.450 metros, el bosque se abre a lo lejos, y podemos apreciar el valle sinclinal que forman las follas de Gamueta, por la que transcurre el barranco de Gamueta, hacia el que descendemos por un herboso sendero, con vistas al Circo de Gamueta, que a medida que perdemos desnivel, se hace menos visible.

Una vez en el fondo del valle, alcanzamos una bifurcación de senderos perfectamente señalizada, donde tenemos la posibilidad de ampliar el recorrido, subiendo a alguna de las cimas próximas, yendo por la Plana Diego.

Como no es nuestro caso, nosotros vadeamos por las piedras, el barranco de Gamueta, que por estas fechas apenas lleva caudal, después, continuamos en ascenso dirección Sur, durante apenas cincuenta metros, hasta alcanzar las lindes del bosque, donde a la sombra de un majestuosa haya, nos detenemos para descansar, y comernos un bocata de tortilla de patata, mientras disfrutamos de las vistas.

Ahora, continuamos dirección Este
Alternando tramos de bosque
Con pequeñas zonas de prados
Desde el que divisamos por encima del bosque, el Circo de Gamueta
A medida que avanzamos, el terreno rocoso
Y la proximidad del barranco de Gamueta
Hace que en este tramo de bosque, veamos hayas de mayor porte
Donde en sus ramas, todavía permanece ya abierta, la vaina que envuelve el hayuco
Sobre la cota 1450 metros,  salimos por unos minutos a cielo abierto
Observando el valle sinclinal que forman las Follas de Gamueta, hacia el cual nos dirigimos por un sendero
Hasta llegar al fondo del valle, en el que el sendero se bifurca en dos, tomando el ramal de la derecha
Por el que vadeamos el barranco de Gamueta y continuamos en ascenso dirección Sur
Hasta llegar a las lindes de hayedo, donde hacemos una pausa para almorzar

Con el estómago contento, nos ponemos de nuevo en marcha, por terreno llano, tomando de referencia las marcas verdes y amarillas, donde nos vamos encontrando con viejos troncos de haya, de enormes dimensiones, en el que los diversos grupos que pasan junto a ellos, se detienen para fotografiarse.

Poco a poco, comenzamos a descender, tras un giro a la derecha, la pendiente se acentúa, las hojas, y los hayucos en en suelo, hacen que el piso resbale bastante, así que con precaución, vamos descendiendo a media ladera del hayedo,donde comprobamos como las inclemencias del tiempo (nieve, lluvia, viento) han tirado algunos ejemplares al suelo, y otros sobreviven estando en constante movimiento, curvándose para poder para mantenerse en pie.

En este bonito tramo del hayedo, el trasiego de personas es mínimo, el silencio es absoluto, tan solo roto por el repiqueteo de un pájaro carpintero, en el tronco de un haya, que no vemos, aunque creemos que puede tratarse de un Pico dorsiblanco, especie autóctona del pirineo, que tan solo se encuentran en el bosque de Gamueta, y en la Selva de Irati.

A medida que nos vamos introduciendo en el fondo del barranco, la humedad se hace más intensa, debido a la cercanía del barranco de Gamueta, al que llegamos tras realizar varias lazadas, y que en su deambular por medio del hayedo, forma un recoleto rincón, en el que nos detenemos un rato.

Junto a un puente de madera, descendemos hasta el lecho del barranco, donde alguna solitaria haya, sobrevive entre un mar de piedras. El exiguo caudal que lleva el barranco, nos permite caminar por el, así que lo remontamos hasta alcanzar la cascada de Gamueta, que en tiempos de lluvia, forma un bonito salto de agua, y en cuya poza de recepción nos fijamos, intentando ver algún tritón pirenaico, aunque sin éxito.

Luego, seguimos caminando por un terreno llano,  tomando de referencia las marcas verdes y amarillas
Donde poco a poco, vamos descendiendo ligeramente
Hasta que el sendero realiza un giro a la derecha, en el que la pendiente se acentúa
Observando a nuestro paso, como las inclemencias del tiempo, han tirado varias ejemplares de haya
Y otras sobreviven estando en constante movimiento, curvándose para mantenerse en pie
Después de varias lazadas, llegamos al barranco de Gamueta
 En cuyo cauce sobrevive alguna solitaria haya
Que debido a su exiguo caudal, lo remontamos hasta llegar a la Cascada de Gamueta
En cuya poza de recepción nos fijamos, en busca de algún tritón pirenaico

De vuelta al sendero, cruzamos el barranco de Gamueta, por el puente de madera; una vez en la otra margen, llegamos a una pequeña explanada, donde hay un panel informativo sobre el bosque de Gamueta.

Tras ojearlo, continuamos el recorrido, rápidamente el sendero se transforma en una amplia pista de tierra, por la que caminamos dirección Oeste, siempre tomando de referencia las marcas verdes y amarillas, paralelos al cauce del barranco de Gamueta, que discurre unos metros más abajo, de donde nos encontramos.

Al ir por pista, el bosque en este tramo se abre, las hayas que inicialmente ocupaban toda la extensión del bosque, ahora se entremezclan con espectaculares ejemplares de abeto, pino y tejo, cuya edad supera alguno de ellos, los 300 años.

Por unos instantes, el bosque se cierra de nuevo, apenas dejando pasar los rayos de sol; sobre la cota 1.280 metros, cuando el barranco de Gamueta, desemboca en el río Veral, enlazamos con la pista que desde Zuriza va hasta el refugio de Linza.

Para evitar el trasiego de coches, preferimos caminar dirección Norte/Oeste, por la zona de pastos, que hay entre el barranco de Petrechema, y la pista, por los que llegamos a la fuente de los Clérigos, en la que nos detenemos un instante para refrescarnos, con vistas al pico Maz o Txamantxoia.

Echando un vistazo al mapa, comprobamos que cerca de la fuente, hay un par de dólmenes, como no sabemos si todavía estarán (más de una vez nos ha pasado que están en el mapa, y luego ya no existen o su localización es otra), decidimos obviarlos.

De vuelta a la pista, continuamos por ella durante medio kilómetro; tras una curva a la derecha, alcanzamos el Plano de la Casa, donde vemos como una grupo de escaladores, se entretienen en las Placas de Linza, que son unas vías de iniciación de un solo largo, que cuenta con una dificultad que va desde el 3º, hasta el 5+.

Desde el Plano de la Casa, los últimos metros, los hacemos por la pista, disfrutando de las vistas hacia el Mallo Acherito; tras un par de minutos, alcanzamos el refugio de Linza, donde cerramos el circulo de esta maravillosa ruta, que nos ha permitido descubrir, el espectacular paraje del Bosque de Gamueta, al que sin duda tenemos que volver en otoño.

Una vez en el coche, nos vamos hasta el camping de Zuriza, donde nos comemos unas fantásticas migas pastor, con sus respectivas chuletas, sin comentarios ...

De vuelta al sendero, cruzamos por un puente de madera el barranco de Gamueta
Una vez en la otra margen, el sendero se transforma en una pista
Por la que avanzamos tomando de referencia las marcas verdes y amarillas
En un bosque, donde las hayas se entremezclan con abetos, pinos y tejos
Que nos ofrecen una agradable sombra
Sobre la cota 1.280 metros, enlazamos con la pista que va desde Zuriza al refugio de Linza
Pero en vez de ir por la pista, avanzamos por la zona de pastos 
Hasta alcanzar la fuente de los Clérigos
De nuevo en la pista, caminamos hacia el Plano de la Casa
 Disfrutando de las vistas hacia el pico Maz 
Hasta llegar al Plano de la Casa, en la que se ubican las Placas de Linza
Donde recorremos el último tramo por la pista, con vistas al Mallo Acherito
Hasta que alcanzamos el refugio de Linza, donde cerramos está espectacular circular

10 comentarios:

  1. Un "círculo" muy bien trazado, donde el haya acoge bajo sus fresca sombra a los caminantes, embebiéndose estos de todos los aromas del bosque a la par que son contemplados por los espíritus que los pueblan.

    Cada vez buscamos más estos parajes, idílicos y sosegadores, que nos permiten alejarnos del habitual trajín y dedicar unas preciosas horas al mero sentir de la naturaleza.

    Un recorrido muy bien elegido y reflejado en estas fotografías que lo transmiten plenamente.

    Un abrazo.

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    1. Hola Carmar.

      Recorrer los hayedos, siempre es un gusto para los cinco sentidos, buena sombra, rincones de gran belleza, y mucha tranquilidad, a pesar de ser un recorrido bastante concurrido.

      Un saludo

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  2. Hola Eduardo:

    Como siempre una crónica muy bien explicada, aunque con esas pedazo de fotos, aunque no pusiera ni una sóla palabra quedaría más que bien explicada.

    Esos bosques se agradecen en estos meses de más calor y creo que has acertado en la distancia, no es necesario hacer grandes distancias, para disfrutar de un gran día en la montaña.

    Saludos compañero.

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    1. Hola Eulogio.

      Las fotos en estos parajes salen solas, no hace falta ni ser un buen fotógrafo, ni llevar una gran cámara, jeje.

      Recorrer un hayedo siempre es reconfortante, y al ser tan tupidos, ofrecen una buena sombra, algo que no sucede con los robledales o los encinares.

      Un saludo.

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  3. Hola Eduardo.

    Jejeje, como mola ver fotos de un excelso paraje en que acabo de estar, solamente de hace dos semanas.
    El bosque de Gamueta maravilloso a tenor de tus frescas fotos, y de trocito por el que fuimos nosotros, y digo trocito pues nosotros pasamos por el al bajar del Acherito (subimos por el barranco del Petrechema y bajamos por un piso superior y paralelo a dicho barranco para pasar por el paso del oso y luego el Achar del Caballo). Ya lo verás en el blog de Dani, ya que yo suelo tardar unos mesecitos.
    Muy bonita entrada y muy bien detallada, y si, cuando uno está harto del calor y de la sequía se viene a este bosque, paseo ruta y se le van todos los males.

    Un saludo.

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    1. Hola Toni.

      Pues espero que hayáis tenido suerte con el tiempo, porque yo iba a subir cuatro días sueltos al pirineo, para hacer algo, y al final solo he podido ir uno, porque siempre daban tormentas, de echo hoy íbamos a realizar una circular por Panticosa, y aquí ando en casa.

      Si, para subir al Acherito, esa suele ser la circular más utilizada, subir por las Foyas del Ingenerio, y bajar por el sendero que desemboca en el Achar del Caballo, y que algunos le suman la subida al Chinebral de Gamueta, que no pilla muy lejos.

      Aunque sea cortito,ese tramo de bosque, da una idea de lo que uno se puede encontrar, en el bosque de Gamueta, estaré atento a la entrada de Dani.

      Un saludo.

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  4. ¡Que bonitos los valles occidentales! nunca me cansaré de visitarlos por muy recorridos que los tenga.

    Bien elegida excursión para la familia.

    Salud!

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    1. Hola Pirine.

      Pues si, lastima que caen un poco a desmano, porque sino, iría muchas más veces. Es una zona, que ofrece muy diversos paisajes.

      Un saludo

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  5. Hola Eduardo.

    Preciosa ruta familiar y muy completo reportaje.

    Visto lo visto, precioso el Bosque de Gamueta, por el tramo que recorrimos en la ascensión al Acherito, y sobre todo por tus fotos, que te han quedado muy chulas. Son una pasada todos estos hayedos más occidentales de los Pirineos, pero los de esta zona son muy especiales, por que justo al lado tienen multitud de zonas kársticas que absorben como una esponja toda el agua caída durante el invierno (de hecho en Linza todos los veranos hay restricciones de agua), por eso choca más encontrar estos vergeles en una zona tan árida como esta.

    Damos fe que en el restaurante de Zuriza se come de 10, jejeje.

    Un saludo.

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    1. Hola Dani.

      Los valles occidentales ofrecen unos hayedos extraordinarios, de una gran belleza, un gran ejemplo es el bosque de Gamueta, pero la Selva de Oza, también es preciosa.

      La verdad que con estos paisajes, hacer buenas fotos es sencillo, tan solo hay que disparar y poco más.

      La próxima entrada te gustará ...

      Un saludo

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