Después de un sábado con frío, el domingo amanece bastante bueno, como se nos han pegado las sábanas, aprovechamos la tarde, y nos acercamos a María de Huerva con el peque, para subir al castillo de Al-Marya. Para descargar el track, haz clic en el símbolo de Wikiloc.
Como el nivel del cauce del río a bajado, dejamos el coche en la Yeguada de San Antonio, antes de iniciar la ruta, nos acercamos para dar de comer a los caballos, y hacernos unas fotos, después cruzamos el río, y seguimos rectos por el camino principal, hasta un cruce de caminos, donde giramos a la derecha, y enlazamos con un sendero que nos lleva cerca del cauce del río Huerva.
Por el camino, aprovechamos que es primavera, y nos detenemos para ver algunas flores, y para coger piedras, más tarde comenzamos a subir una dura rampa, que nos deja en una zona de cuevas, donde nos detenemos para echar un vistazo.
La ruta es muy corta, y en tan solo media hora, ya nos hemos plantado en el cerro, sobre el que se asientan los restos del castillo, para llegar al él, rodeamos el cerro por nuestra derecha, y subimos por unas escaleras talladas en la roca, situadas en una oquedad, que nos deja a los pies del castillo de Al-Marya, construido sobre el S.IX y del que apenas quedan en pie las cuatro paredes de la torre principal.
Como hace buena tarde, aprovechamos para descansar junto al castillo, y ver la amplia panorámica, que tenemos desde lo alto del cerro.
Después, proseguimos la marcha, y descendemos por otra oquedad, situada junto a la hemos utilizado para subir, que nos deja de nuevo en la base del cerro, por donde continuamos con precaución, por un estrecho sendero, con algo de patio, que nos deja en el sendero principal.
Desde este punto, retrocedemos unos metros, para coger un sendero a nuestra derecha, con el piso algo descompuesto en sus primeros metros, que en un ligero pero continuo descenso, nos lleva hasta la salida del barranco de las Moreras, donde podemos ver un petroglifo grabado en la roca.
Adrían se lo está pasando pipa, y tiene ganas de más, valoro la posibilidad de acercanos a ver el bisonte, pero casi duplicaría la ruta, por lo que regresamos hasta el coche por el barranco de la morera, que debido a las continuas lluvias, baja con bastante agua, lo que nos obliga a dar algún que otro salto, para no mojarnos ni mancharnos de barro.
Casi sin enterarnos, llegamos al desvío, que hemos cogido para ir al castillo, y cinco minutos más tarde, a la Yeguada de San Antonio, donde aprovechamos para ver los caballos, y tirar piedras en el río, dando por finalizada la ruta, que nos ha hecho pasar una agradable tarde de primavera, sin tener apenas que desplazarnos.
Hola Eduardo:
ResponderEliminarLo primero disculpa por no contestar a tus entradas en mi blog. Soy un desastre y voy de cabeza. Dicho esto tengo que decirte que te he seguido en tu blog -he visto que te has movido poco también-. La que me gustó es la circular por el Moncayo. No he estado nunca por allí y me quedé con ganas de darme una vuelta.
Un abrazo fuerte.
Jorge
Hola Jorge, la verdad que para mi ha sido también un invierno practicamente en blanco, aunque era algo que ya contaba con ello, por desgracia. Si no has estado nunca en el Moncayo y alrededores, la verdad que esta muy bien, a pesar de su altura, es una cima muy engañosa, sobre todo por la dureza el clima (mucho viento y frío), y el parque natural da para mucho, este año es una zona por la que me voy a mover bastante. Saludos
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