El pic des Moines o pico
de los Monjes (2.346 m), se encuentra ubicado en el Circo de Astún,
el cual debe su nombre al Hospital de Santa Cristina fundado en el
S.XI, que según se indica en el “Códice Calixtino”, fue
considerado como unos de los tres hospitales del mundo (Unum Tribus
Mundi), junto a los hospitales de Jerusalén y el del Gran San
Bernando, debido a su estratégica situación en lo que hoy
conocemos como el alto del Somport (Summus Portus), allí donde los
peligros del camino en forma de ventiscas de nieve o densa niebla, lo
hacían más necesario para el viajero.
Los itinerarios más
utilizados para acceder a su cumbre, son desde la estación invernal de Astún, y el embalse de Bious-Artigues, si bien el acceso a
este en invierno resulta complicado, debido a que no se realizan
labores de mantenimiento de la pista, al encontrarse dentro de los
límites del Parque Nacional de los Pirineos Occidentales.
Para la jornada de hoy,
tenemos previsto realizar una actividad algo exigente, en compañía
de Carlos (Zancadas Ligeras) y Rubén (La Cabra de Monte),
ascendiendo a las cimas del pic de Belonseiche, también conocido
como pico Escalar, y al pic des Moines o pico de los Monjes ya en tierras francesas, que
dependiendo de como vaya la jornada, decidiremos si hacemos los dos, o
nos conformamos con uno.
Como calculamos que la
actividad nos llevará entre 6/8 horas, ya que Rubén y yo vamos a
ir con raquetas, salimos pronto de Zaragoza. Sobre las 8:30 llegamos
a la estación invernal de Astún, donde aparcamos en primera linea,
y preparamos las mochilas.
Aunque es temprano, la
temperatura es agradable, el termómetro de la estación marca 6º.
Pausadamente, nos acercamos hasta la zona de servicios, donde
calzamos raquetas y esquíes, e iniciamos el recorrido caminando
hacia el telesilla que sube al pico de la Raca, echando una mirada atrás,
para disfrutar del macizo del Aspe, que permanece parcialmente
cubierto por las nubes.
Cuando llegamos a la
altura del barranco del Escalar, dejamos a nuestra derecha las pistas
de esquí, comenzamos a remontar por la margen izquierda del
barranco, ganando rápidamente desnivel, realizando diversas lazadas
para no forzar las piernas, ya que las raquetas tienen sus
limitaciones.
Poco a poco, la pendiente
se va suavizando, avanzamos a buen ritmo hasta llegar a los Llanos
del Sol, donde podemos apreciar el embudo, que más adelante forma el
barranco del Escalar, que por su parte alta, discurren las rutas de
verano (margen izquierda), y la de invierno (margen derecha).
Si bien el espesor de
nieve es bueno, a pesar de las altas temperaturas y a la lluvia de
los últimos días, vemos que no existe huella por la vía de
invierno, que consiste en un largo flanqueo por encima del barranco,
que tiene algún tramo expuesto, donde las raquetas no hacen bien su
trabajo, por lo que preferimos dejarlo para el descenso.
Rápidamente, encontramos
una alternativa, que es remontar la ladera derecha de unos 40º de
inclinación, por la que hemos de enlazar con el final de la pista
que va hacia el ibón de Astún o de las Truchas, donde es posible que en el tramo final nos toque poner crampones.
Tras echar un trago de
agua, nos ponemos de nuevo en marcha, seguimos raqueteando por los
Llanos del Sol, realizando un largo flanqueo, donde aprovechamos que la nieve está blanda, para cantear
con las raquetas y los esquíes, ya que el pie de apoyo sufre en
estos tramos.
Una vez en la base,
comenzamos a ganar desnivel, mientras Carlos se tira hacia un pequeño
collado, nosotros con las raquetas lo hacemos de forma más directa,
realizando continuas lazadas para no acabar reventados, tomando de
referencia una línea formada por varias calvas, que en caso de
resbalar nos ayudaran a detenernos.
Poco a poco, la pendiente va ganando en inclinación, a cada paso las
raquetas comienzan a perder eficacia, mientras Rubén tira para
arriba, yo me detengo para descansar, echar un bocado, en tanto sopeso la idea de cambiar las raquetas por los crampones, opción que
por el momento descarto, ya que no me apetece portear las raquetas,
aunque con los crampones avanzaría más rápido, cómodo
y seguro.
El día no acaba de
abrirse del todo, el cielo continúa parcialmente cubierto de nubes,
a ratos sale el sol, y nos permite disfrutar del entorno, donde el
pico La Raca se eleva sobre las estación invernal de Astún, mientras voy
llegando al final de la pala, dando algún que otro resbalón en los últimos metros.
Al echar la vista atrás, compruebo lo larga e inclinada
que es la ladera, ¡aquí no me puedo permitir un error!. Tras media
hora de duro esfuerzo, alcanzo la pista del ibón de las Truchas, por
la que continúo durante cien metros hasta llegar al final de la
pista, donde me espera Rubén sobre una loma, desde la que podemos
ver el ibón de Escalar o de las Ranas, protegido por el Circo de
Astún, cuyas principales cimas ahora están cubiertas por las nubes.
De forma directa, bajamos
hasta la cubeta del ibón donde nos espera Carlos; por unos
instantes, el cielo se despeja, lo que nos permite ver la cima del pic des
Moines, que asoma tímidamente por encima del circo, y justo enfrente
la redondeada loma que forma el pic de Belonseiche, al que finalmente
desistimos ascender por falta de tiempo, dando prioridad al pic des
Moines, que es una montaña mucho más atractiva.
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Desde la zona de servicios, nos acercamos hasta el telesilla de la Raca, donde echamos |
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Una mirada atrás, para disfrutar del macizo del Aspe, parcialmente cubierto por las nubes |
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Unos metros más arriba, llegamos al barranco del Escalar, donde comenzamos a remontar |
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La ladera por la margen izquierda |
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Del barranco de Escalar, por el que atravesamos parcialmente los Llanos del Sol |
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Aquí, preferimos dejar para el descenso la vía de invierno y subir por la ladera derecha, hacia la pista de las Truchas |
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Cada cual buscando las mejores zonas; con esquíes hacia el collado y con raquetas más directos |
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Disfrutando de las vistas hacia el pico de la Raca |
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Y el macizo del Aspe, que poco a poco se van despejando |
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Hasta alcanzar la pista, por la que llegamos al ibón del Escalar, protegido por el Circo de Astún |
Poco nos dura la alegría, las nubes vuelven a cercar el Circo de Astún, la temperatura baja hasta los 2º, y la sensación de frío es notable, debido a una heladora brisa que desde el Col des Moines, serpentea por el barranco hasta el ibón de Escalar, lo que nos obliga a sacar toda la ropa de abrigo.
Esperando que el viento
acabe llevándose las nubes, nos ponemos de nuevo en marcha,
descendemos unos metros hasta cerca de la cubeta del ibón, que se
encuentra helado, y lo rodeamos por la derecha, hasta adentrarnos en
la cuenca de un barranco, que tiene un buen nivel de innivación, con
la nieve sin transformar, que nos permite avanzar cómodamente en
suave ascenso, protegidos del viento, aprovechando la huella dejada
por los esquíes de otros montañeros, hasta llegar al Col des Moines
o Puerto de Jaca, en el que se encuentra la muga fronteriza 309, que
sirve de divisoria entre España y Francia.
Nos encontramos a casi
2.200 metros (2.168 metros), nos quedan algo menos de 200 metros
desnivel positivo para alcanzar la cima, que son los más duros del
recorrido. Las vistas desde el Col des Moines, no son totales, pero
parece que tarde o temprano se acabara despejando, y podemos
disfrutar de varios de los dos miles que se pueden ver desde la
circular a los lagos de Ayous, en el que sin duda destaca la
escarpada figura del pic de Castérau.
Guardamos raquetas y esquíes en el hueco del cartel del Col des Moines, que prácticamente se encuentra engullido por la nieve. Calzamos crampones, nos ponemos en marcha dejando el GR.108 que se dirige hacia Bious
Artigues, cuyas marcas no hemos visto en ningún momento, ya que se
encuentran cubiertas por la nieve, y giramos a la izquierda, para
comenzar a subir dirección Norte por la loma, que rápidamente gana
en inclinación, por la que paso a paso vamos ganándole metros,
evitando salirnos de la huella, para no acabar hundidos por encima de
la rodilla.
Una vez superado,
iniciamos la aproximación al Col de Bénou, antecima del pic de
Moines, que tan lejano parecía desde el Puerto de Jaca, pero que ya
tenemos a la vista, a poco más de doscientos metros en linea recta,
al que nos vamos acercando caminando por el cordal, siempre unos
metros por el interior para evitar las cornisas, realizando alguna
que otra pausa para otear el horizonte, donde las nubes se van
dispersando hasta desaparecer, emergiendo ante nosotros por primera
vez, la figura de uno de los reyes de los pirineos, el Midi d'Ossau.
Apenas transcurrida media
hora desde el Puerto de Jaca, llegamos al Col de Bénou, donde un
grupo descansa después de haber descendido de la cima del pic des Moines , en el que aprovechamos para echar una mirada atrás, para
contemplar como se despereza el pico de la Raca, mientras esperamos a
que llegue Carlos, que se ha detenido un poco antes a comer algo.
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Tras la pausa, continuamos rodeando la cubeta del ibón por la derecha |
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Hasta adentrarnos en la cuenca de un barranco, que tiene un buen nivel de innivación |
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Por el que ganamos desnivel, hasta llegar al Col des Moines o Puerto de Jaca (fotografía sacada en el descenso) |
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Donde calzamos crampones y dejamos las raquetas en el collado, para comenzar a remontar la loma |
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Que rápidamente gana en inclinación |
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Luego, iniciamos la aproximación al Col de Bénou, antecima del pic des Moines, que ya tenemos a la vista |
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Donde las nubes se van dispersando, hasta desaparecer |
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Dejando ver por primera vez, el Midi d'Ossau, además del Palas, Balaitous, Frondiellas |
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Y en la lejanía, el pico de la Raca |
Con el cielo de un azul
intenso, todos juntos desde el collado, nos encaminamos por un
estrecho sendero hacia la base de la arista, que no tardamos en
alcanzar. Manteniendo una distancia de seguridad, uno a uno,
comenzamos el tramo compuesto por un terreno mixto de nieve y roca, con una buena caída a ambos lados, que hoy esta bastante pisado, donde la roca ofrece buenos
apoyos, por lo que progresamos despacio pero seguros.
Finalizado este primer
escollo, hacemos una breve pausa, echamos un vistazo atrás para ver
el tramo ascendido, donde asoma el pic de Belonseiche, y toda la
extensa cresta que lo une con el Col de Bénou.
Después, continuamos por
la arista, que ahora se amplia, alternando tramos de nieve, con otros
de pequeñas trepadas, y pasos entre rocas, donde la sensación de
vacío decrece, aunque no bajamos la guardia. Cerca de la cima,
llegamos a una preciosa cornisa, donde sin llegar al borde, nos
recreamos haciéndonos unas fotografías, con el macizo del Aspe de
fondo.
Con la cima a la vista,
ascendemos unos metros más hasta alcanzar la base de la pirámide cimera,
donde realizamos una trepada, que tras superar, nos encarama tras cuatro
horas y media, a la cima del pic des Moines, con
unas vistas de 360º. Al Norte los pics de Casterau, Hourquette
o Sesques; al Este del Midi d'Ossau, Lurien, Palas, Balaitous o el
Frondiellas, y al Sur del macizo del Aspe (Lecherín, Aspe, Llena de
la Garganta, Llena de Bozo).
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Desde el Col de Bénou, caminamos por sendero, hasta la base de la arista |
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Compuesta por un terreno mixto de roca y nieve, con una buena caída a ambos lados |
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Por la que poco a poco, vamos progresando |
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Asiéndonos a las rocas, que ofrecen buenos apoyos |
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Mientras contemplamos el pics de Belonseiche y la cuerda que lo une con el Col de Bénou |
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Después, alternamos tramos de nieve con sencillas trepadas |
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Que nos depositan en una bonita cornisa, con el macizo del Aspe de fondo |
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Unos metros más arriba, trepamos por la pirámide cimera por la que llegamos a la cima del pic des Moines |
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Donde disfrutamos de las vistas al Norte de los pics de Casterau, Hourquette o Sesques |
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Al Este del Midi d'Ossau, Lurien, Palas, Balaitous o el Frondiellas |
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Y al Sur del macizo del Aspe (Lecherín, Aspe, Llena de la Garganta, Llena de Bozo) |
Aprovechamos la buena
climatología que nos acompaña en la cima, para seguir disfrutando
de las vistas, donde vamos identificando otras cimas conocidas, como
Collarada, la Pala de Ip, Bisaurín, o el Castillo de Acher, mientras
echamos un bocado.
Tras casi media hora en la
cima, es hora de regresar al Col des Moines para recoger el material,
así que agarramos el piolet, e iniciamos el descenso tanteando bien
las rocas, siguiendo la misma huella por la que hemos realizado el
ascenso, ya que la nieve a estas horas se encuentra pastosa, y en
cuanto nos desviamos un poco, nos hundimos hasta las zonas nobles.
Superado este primer
tramo, la arista resulta más sencilla, caminamos por ella
disfrutando del espectacular paisaje que se abre antes nuestros ojos,
Collarada asoma, mientras en lo hondo podemos ver el Col des Moines,
y al Sur/Oeste el ibón del Escalar o de las Truchas, que tiene una
preciosa estampa con el macizo del Aspe detrás.
Con más facilidad de lo
esperado, alcanzamos el Col de Bénou, el tramo más difícil está
superado, y aprovechamos para bajar más rápidos. En apenas quince
minutos llegamos al Puerto de Jaca, donde cambiamos crampones por raquetas y esquíes, mientras echamos una última mirada
al Midi d'Ossau.
En tanto Carlos quita las
pieles de foca, nosotros nos adelantamos ya que iremos más lentos
bajando. Desde el collado, caminamos unos metros hasta descender al
interior del barranco, en el que pega la sombra, y la nieve todavía
se encuentra en muy buenas condiciones, lo que nos permite bajar a
buen ritmo con vistas al pic de Belonseiche.
Rápidamente, alcanzamos
el ibón del Escalar, echamos una mirada atrás, pero no vemos bajar
a Carlos. Como imaginamos que bajará por el mismo itinerario de
subida, ya que es más factible para esquiar, seguimos a lo nuestro,
rodeamos la cubeta del ibón por la derecha, y está vez sí,
elegimos la ruta normal de invierno por el barranco del Escalar.
Aunque existe la
posibilidad de bajar por el interior del barranco, donde además se
ve huella, como es una zona expuesta a avalanchas, nosotros
descendemos por la margen derecha, ganando altura al inicio,
dejando poco a poco abajo el barranco del Escalar, y siguiendo las
huellas que nos llevan próximos al precipicio, que en determinados
momentos nos obliga a ir con cuidado, ya que un resbalón nos
precipitaría al fondo.
A medida que nos acercamos
a las pistas de la estación invernal de Astún, las huellas que
seguimos se bifurca en una y otra dirección, nosotros tomamos la que
se aproxima al cauce del barranco, que lleva un buen caudal debido al
deshielo, y que sin cruzar, continuamos pegados a este, hasta salir a los Llanos del Sol, donde nos espera Carlos.
Reagrupados, atravesamos
los llanos disfrutando del paisaje hasta alcanzar el perímetro de
las pistas de esquí, donde relajados, iniciamos el descenso a la
zona de servicios, acabando en sendas ocasiones en el suelo, con sus
consecuentes risas.
Pasadas las tres de la tarde, llegamos al
aparcamiento tras algo más de seis horas, donde casi hemos
permanecido más tiempo parados que en movimiento; limpiamos el
material, recogemos, y en vez de comer aquí, para evitar los atascos
a la salida de estación, nos vamos a comer al área recreativa de
Villanúa, contentos y pensando en futuros recorridos.
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Desde la cima, iniciamos el descenso siguiendo la misma huella que hemos utilizado para subir |
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Tanteando las rocas para asegurar los destrepes |
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Disfrutando del paisaje, en el que asoma Collarada |
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Y al Suroeste el ibón del Escalar o de las Truchas, con el macizo del Aspe de fondo |
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Destrepando la última sección de la arista, hasta llegar al Col de Bénou, donde bajamos |
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Cómodamente por la loma, hasta el Col des Moines, donde cambiamos crampones por raquetas y esquíes |
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Para adentrarnos en el barranco |
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Que da acceso al ibón de Escalar, que rodeamos por la derecha |
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E iniciamos el descenso por la margen derecha del barranco del Escalar, que se bifurca en dos |
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Tomando el que se dirige al fondo del barranco y más adelante, a los Llanos del Sol donde nos reagrupamos |
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Para acto seguido, bajar hasta la estación de esquí de Astún |
Hola Eduardo:
ResponderEliminarLo primero felicitarte por la nueva foto de portada del blog.
Viendo todas las fotos que has puesto, la cantidad de nieve, el tiempo en la que la habéis realizado y el desnivel, esa ruta ha tenido que ser muy dura físicamente. Aunque con las vistas que habéis podido disfrutar en algunas ocasiones, seguro que ha valido la pena tal esfuerzo.
El Col de Bénou, personalmente me ha encantado, ese tipo de crestas me gustan mucho, ya que si el día sale bueno, tienes unas vistas de 360º inmejorables.
Saludos compañero.
Hola Eulogio.
EliminarLa verdad que nos salió un día redondo, una bonita actividad, que sin excesivo riesgo, la arista final te mantiene "en alerta".
En cuanto a la dureza, lo más difícil es superar esa primera loma para llegar a la pista de esquí de las Truchas, desde abajo se veía empinada, pero una vez arriba del todo, guau!
Un saludo
Si que fue duro Eduardo, pero menudas vistas de lujo. Vaya gozada y con solo una cumbre, ya es una gozada de día. Un saludo
ResponderEliminarHola Pablo.
EliminarYa sabes que en invierno cualquier pico, tiene su dificultad y caminar por la nieve, siempre en más costoso, pero viendo los datos del GPS, estuvimos casi el mismo tiempo parados que en movimiento, pero es que entre el rato que estuvimos en la cima, las muchísimas veces que nos paramos para hacer fotos, y disfrutar del entorno, y el cambio de material, el tiempo vuela.
A ver si quedamos algún día, que veo que no paras con la btt.
Un saludo.
HOla Eduardo.
ResponderEliminarVaya gozada de día tuvisteis que pasar. Me ha encantado la ruta y las fotos, donde pese a esas nubes, creo yo que tuvisteis suerte y se ven hermosas vistas. Pero esa cantidad de nieve tan poco hollada, y ese mezcla de raquetas, crampones y piolet ya confiere dureza a la ruta.
Si te digo la verdad, me da un poco de envidia tanta nieve, con lo poco que hay por estas latitudes más meridionales.
La foto de portada es una pasada. Es la Sierra de Guara?
Toni MS.
Un saludo.
Hola Toni.
EliminarAl principio cuando llegamos había alguna nube, pero daban buen tiempo, a medida que avanzábamos se iba cerrando, y pensábamos que no veríamos nada, pero mira, tuvimos suerte y al final disfrutamos de unas fantásticas vistas durante casi todo el recorrido.
Si por Cuenca nieva poco, en Zaragoza y alrededores nada, aquí rara vez la vemos, pero por lo memos tenemos el Moncayo y los Pirineos a poco más de una hora.
En cuanto a la foto de portada, estás en lo cierto, es la Sierra de Guara, que se da un aire a la serranía de Cuenca, y ese arco es el Portal de la Cunarda.
Un saludo.
Cualquier herramienta es buena, si adecuada, para deambular por la montaña nevada. Imprescindibles son crampones y piolet, adicionales: esquíes y raquetas; muy necesarias: las ganas de vivir los blancos espacios.
ResponderEliminarNos salió una muy bella excursión. Valió la pena la madrugada.
Salud y Montaña.
Hola Carmar.
EliminarTotalmente de acuerdo, en invierno siempre los crampones y el piolet en la mochila, el resto si los llevas mejor, y las raquetas para caminar por el llano vienen muy bien.
Sin duda, una bonita ascensión, que con buena compañía, se disfruta más.
Salud y montaña!
Hola Eduardo.
ResponderEliminarPreciosa invernal a un pico que sin ser excesivamente alto, cosa que a mi me importa bien poco, si que tiene bastante renombre. Me ha parecido un recorrido que sin tener ninguna complicación técnica aparente si que tiene su puntito de compromiso, como pueda ser en esa arista final o en la cornisa. Ese es el tipo de invernales que buscamos nosotros, que no sean muy difíciles, por que al fin y al cabo de lo que se trata es de disfrutar, y por lo que veo vosotros lo hicisteis. Me apunto estos Monjes/Moines para una futura visita invernal al Pirineo.
Un saludo.
Hola Dani.
EliminarEl pico de los Monjes, lo tenía pendiente desde hace bastante tiempo, el problema es que es una ascensión corta para hacerla en verano, y las cimas del circo particularmente no me atraen.
En cambio es una buena opción para realizar una invernal, como bien dices, sin ser una ascensión difícil, el tramo de la arista ofrece su dosis de emoción, que se puede complicar dependiendo de la cantidad de nieve o hielo que haya en esa parte final.
Si lo hacéis, os aseguro que os gustará, además enseguida se abandona la zona de la estación de esquí, cosa que no ocurre en otros picos más conocidos de la zona de Formigal.
Un saludo.
Hola Eduardo.
ResponderEliminarEste pico de los Monjes nunca defrauda, es una gozada de ascensión...y de vistas.
Salud¡
Fer
Hola Fer.
EliminarPues si, cuando llegas al Col des Moines, si la zona francesa está despejada, las vistas son de lujo!
Un saludo.
He hecho esta ruta decenas de veces en verano pero nunca en invernal, y tiene muy buena pinta. Me la apunto!
ResponderEliminarNos vemos por las montañas.
Hola Susana.
EliminarEs una invernal muy atractiva, con algo de dificultad, que varía según el estado del tramo final de la arista, pero seguro que te gusta, eso si, siempre crampones y piolet en la mochila.
Gracias por comentar.
Un saludo
Fíjate que siempre me había dato miedito el Moinés en invierno... pero es cierto que todo es ponerse y viendo tu descripción, en breve e lanzo! ;)
ResponderEliminarHay una ruta muuuuy chula que sale del puerto de Somport y continúa por toda la arista dirección Norte hasta el Moinés, nunca la he hecho con nieve, pero no creo que tenga mayor dificultad, ahí tenéis otra idea para la próxima...
http://palmonteidea.blogspot.com.es/2016/09/picos-benou-2264m-belonseiche-2297m.html
Hala! salud y monte!
Hola Pirene.
EliminarBueno, tiene su punto de dificultad, pero con tranquilidad y buen hacer se pasa sin muchos apuros.
Vi esa arista, y tenía muy buena pinta, incluso se lo comente a Carlos, pero habíamos dejado los esquies y las raquetas en el Col des Moines.
Tomo nota para la siguiente.
Un saludo