La sierra del Moncayo, tiene una extensión de 25 kilómetros de largo por 8 kilómetros de ancho, siendo su máxima elevación con sus 2314 metros, el pico Moncayo o San Miguel, situado entre las provincias de Zaragoza y Soria.
Desde el punto de vista geológico, el espacio está dominado por materiales silíceos (areniscas, lutitas y conglomerados) que constituyen el núcleo del macizo, si bien en las zonas periféricas aparecen materiales calcáreos (calizas y dolomías).
Con dos vertientes claramente diferenciadas, la cara Sur es más soleada, contiene una representación de pinares, encinares, quejigos o arces, que en las zonas altas dan paso a los sabinares rastreros con efedras y cojines de monjas, que, sobre un suelo calizo erosionado por el agua a lo largo de los siglos, a formado un sinfín de barrancos, simas o cuevas.
En contraste, la cara Norte es más húmeda y fría. Alberga bosques húmedos, dispuestos en pisos altitudinales, en función de sus requerimientos de humedad y temperatura, situándose en las zonas más bajas los encinares, que dan paso a mayor altitud a rebollares y hayedos, enlazando en las partes altas con frondosos pinares de pino silvestre, que a partir de los 1700 metros son formados de pino negro, siendo ambas especies fruto de una repoblación, debido al pastoreo intensivo y al carboneo, que dejo desnudo una importante parte del monte, donde aprovechando que el amigo Rubén no es de la zona, queremos recorrer siguiendo el GR.90.1, para más tarde descender por su cara Oeste y el barranco de Agramonte.
La idea inicial, era realizar la clásica circular desde el aparcamiento de Agramonte, pero entre que hemos salido un poco más tarde y la parada habitual para echar un café, se nos ha ido el tiempo, así que, sobre la marcha, subimos hasta el aparcamiento de la Fuente del Sacristán, que, a estas horas, está prácticamente vacío.
Sobre las 9:30, comenzamos a caminar en el sentido de las agujas del reloj, caminando en suave ascenso por un bonito sendero, tomando de referencia las marcas blancas y rojas del GR.90.1, que nos acompañaran durante gran parte de la ascensión, atravesando el hayedo de Peña Roya, donde las hayas, han perdido parte de sus hojas, pero, aun así, ofrecen una bonita gama de colores, mientras, de vez en cuando, el sendero cruza la pista que sube al Santuario.
A medida que vamos ganando desnivel, los pinos hacen acto de presencia, ganándole poco a poco terreno a las hayas, hasta copar todo el entorno, compartiendo territorio con las plantas arbustivas, compuestas principalmente por acebos, pasando junto al Pozo de nieve del Prado de Santa Lucía, donde la nieve se introducía por unas ventanas o vanos y se apelmazaba, abasteciendo la zona comprendida desde la Rioja Baja hasta la ciudad de Zaragoza, además del bajo Jalón, donde se usaba para la conservación de los alimentos o por sus propiedades terapéuticas, hasta que unos metros más adelante, el sendero desemboca en la pista principal, en la que se ubica el Prado de Santa Lucía, donde se conservan los restos de la ermita de Santa Lucía.
Después, continuamos caminando por un precioso pinar, que se entremezcla con robles y acebos, donde aprovechamos los claros, para disfrutar de las vistas hacia el Cabezo La Mata o la sierra de la Nava Alta, que pocas veces he observado desde esta perspectiva, mientras el sendero comienza a trazar lazadas, entre un bosque de pinos esbeltos y limpios hasta la copa, hasta que salimos bajo un precioso roquedo, que se encuentra a los pies del Santuario de Nuestra Señora del Moncayo, al que llegamos en un par de minutos, haciendo un alto en el camino, para refrescarnos en la fuente del Chorro.
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Desde el aparcamiento de la Fuente del Sacristán, comenzamos a caminar por un bonito sendero |
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Tomando de referencia las marcas blancas y rojas del GR.90.1, atravesando el hayedo de Peña Roya |
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Por un sendero, que de vez en cuando, sale a la pista que sube al Santuario, donde los pinos |
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Van ganando protagonismo, hasta copar todo el entorno, compartiendo territorio con los acebos |
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Pasando junto al Pozo de nieve del Prado de Santa Lucía, que nutría de nieve desde la Rioja Baja hasta la ciudad de Zaragoza |
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Hasta que unos metros más adelante |
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El sendero desemboca en el Prado de Santa Lucía |
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En el que se ubican los restos de la ermita de Santa Lucía |
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Después, continuamos caminando por un precioso pinar |
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En el que se entremezclan con robles y acebos |
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Donde aprovechamos los claros, para disfrutar de las vistas hacia el Cabezo La Mata y la sierra de la Nava Alta |
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Mientras el sendero comienza a trazar lazadas |
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Entre un bosque de pinos, hasta que salimos |
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Bajo un precioso roquedo |
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Que se encuentra a los pies del Santuario de Nuestra Señora del Moncayo |
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Al que llegamos en un par de minutos |
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Haciendo un alto en el camino, para refrescarnos en la fuente del Chorro |
De vuelta al sendero, continuamos subiendo hasta llegar a una encrucijada, donde el GR.90.1 se dirige al collado de Bellido, por el que podríamos subir hasta el Moncayo, pero para ir más directos, tomamos el ramal que se dirige al circo de San Miguel, dejando abajo el Santuario, para adentrarnos de nuevo en el pinar, por el que caminamos tranquilamente disfrutando del bosque, que poco a poco va dando paso a una vegetación arbustiva, que casi desaparece al salir al Pozo de San Miguel, desde el que contemplamos en toda su amplitud, el circo de San Miguel, donde aprovechamos para echar un trago de agua, mientras le explico a Rubén por donde discurre la vía de verano, quedándose perplejo, aunque lo tranquilizo, ya que no están difícil como parece.
Luego, reanudamos la marcha e iniciamos el ascenso por la arista, que separa el circo de San Miguel del Circo de San Gaudioso, que mantiene sus corredores con un hielo azulado en invierno, que no invitan a subir por ellos, aunque ahora, vamos a superar los más de trescientos metros de desnivel positivo que tenemos hasta el Alto del Collado de las Piedras,
subiendo por el sendero de la vía de verano, que entre el pedregal, describe pequeñas lazadas, deteniéndonos de vez en cuando, para disfrutar de las vistas hacia las llanuras del Valle del Ebro, la sierra de la Nava Alta o los Pirineos, donde destaca el macizo de Monte Perdido y en primer plano, el corredor de los Gendarmes, sin duda, la vía que más me gusta para subir al Moncayo en invierno.
Próximos al cordal, Rubén está algo fatigado, así que paramos unos minutos para echar un bocado, mientras saludamos a los pocos montañeros que suben o bajan, al tratarse de un día entre semana. Veinte minutos más tarde, continuamos subiendo obviando el ramal que va hacia el Trampolín, para ir por el sendero principal, que sigue trazando lazadas con pasos muy fotogénicos, que dan la sensación de caminar junto al vacío, hasta que alcanzamos el Alto del Collado de las Piedras, donde comenzamos a caminar por un tramo, del largo cordal que va desde el collado de Bellido a la cima del Moncayo, en una fantástica mañana, en la que apenas sopla en viento, pasando junto al hito que marca la cima del Cerro de San Juan.
Con la vista puesta en la cima del Moncayo, iniciamos el largo tobogán por el que disfrutamos de las verticalidades del Circo de San Miguel, echando un vistazo atrás, para observar el tramo del cordal que va desde el Alto de las Piedra al Morca, hasta que después de tres horas, llegamos a la imagen de la Virgen del Pilar y unos metros más adelante, al vértice geodésico que marca la cima del Moncayo o pico San Miguel, en el que nos fotografiamos sin necesidad de pedir el ticket. Luego, nos acercarnos a uno de los vivacs, donde comemos mientras observamos las amplias vistas que ofrece el Monte Cano, donde a las habituales, se suman las de la vertiente soriana, con las sierras del Tablado, Torenzo, Cebollera o los Picos de Urbión y ya en tierras burgalesas, de la sierra de la Demanda.
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De vuelta al sendero, continuamos subiendo hasta alcanzar una encrucijada, donde el GR90.1 se dirige al collado de Bellido |
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Pero para ir más directos, tomamos el ramal que sube al circo de San Miguel |
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Dejando abajo los tejados del Santuario |
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Para adentrarnos de nuevo en el pinar, por el que caminamos plácidamente, disfrutando del bosque |
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Que poco a poco, va dando paso a una vegetación arbustiva, que casi desaparece al salir |
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Al Pozo de San Miguel, desde el que contemplamos en todo su amplitud, el circo de San Miguel |
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Luego, reanudamos la marcha e iniciamos la ascensión por la arista, subiendo por un sendero |
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Que va trazando lazadas entre el pedregal, deteniéndonos de vez en cuando |
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Para disfrutar de las vistas hacia las llanuras del Valle del Ebro |
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La sierra de la Nava Alta |
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Los pirineos, donde destaca el macizo de Monte Perdido |
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Y en un primer plano, el corredor de los Gendarmes |
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Siguiendo el sendero, obviamos el ramal que se dirige al trampolín, para ir por el sendero principal |
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Que sigue trazando lazadas, con pasos muy fotogénicos, que dan la sensación de caminar junto al vacío |
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Hasta alcanzar el Alto del Collado de las Piedras, donde recorremos parte del cordal, que va |
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Desde el collado de Bellido hasta la cima del Moncayo, pasando junto al hito que marca la cima del Cerro de San Juan |
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E iniciamos el largo tobogán, por el que disfrutamos de la verticalidades del circo de San Miguel |
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Hasta alcanzar la cima del Moncayo o pico San Miguel, donde nos refugiamos en uno de los vivacs |
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En el que paramos a comer, mientras observamos las sierras de la vertiente soriana |
Después, para trazar una circular completa, iniciamos el descenso hacia el collado de Pasalobos o de Castilla, atentos para no perder la trocha, que, trazando pequeñas lazadas, permite salvar sin complicaciones la tartera que cubre la cara Oeste de Moncayo, que, contrasta con el verdor que ofrecen las dos cimas de la Peña Negrilla.
Unos metros más abajo, alcanzamos el collado de Castilla, que hace de frontera entre las provincias de Soria y Zaragoza, donde podríamos subir sin demasiada exigencia a las cimas de la Peña Negrilla, para luego, descender por el espectacular hayedo de la Hoyada. Como hemos dejado el coche en el aparcamiento de la Fuente del Sacristán, se nos va a ir en kilómetros y sobre todo en tiempo, así que obviamos está opción, para continuar con el plan inicial, no sin antes, echar un vistazo a la espectacular cara Oeste del Moncayo, en la que tan solo nos hemos cruzado con un pequeño grupo.
En este punto, continuamos bajando ligeramente hacia la cabecera del barranco de Agramonte, por un bonito sendero, que, atraviesa una espesa alfombra de vegetación arbustiva, en el que a medida que vamos perdemos desnivel, se va pegando a las lindes del pinar, hasta alcanzar un gran hito de piedras, que, marca el desvío de la Senda de los Lobos, por la que se accede al aparcamiento de Haya Seca, pero nosotros seguimos bajando para pegados al pinar, disfrutando de las vistas hacia la Peña Negrilla y las llanuras del valle del Ebro, hasta introducirnos en el pinar, donde bajamos despacio atentos a los hitos que marcan en el sendero principal, mientras poco a poco, los pinos van dando paso a las hayas del hayedo de Peña Roya, que en esta vertiente han perdido prácticamente sus hojas, pero, aun así, ofrecen un rincón cautivador, en el que tenemos que ir de vez en cuando, mirando al suelo, ya que las hojas cubren el sendero.
Sobre el décimo kilómetro, enlazamos con el recorrido del Parque Natural, S1 Hayedo de Peña Roya, que tomamos en sentido antihorario, obviando el sendero que va al hayedo de las Canalejas (Soria) y un poco más adelante, el que baja al aparcamiento de Agramonte, para continuar por el camino principal, disfrutando de los últimos coletazos del otoño, donde los robles, que aguantan más los envistes del cierzo, se mantienen casi intactos, hasta enlazar con la pista la pista asfaltada que sube hasta al Santuario, síntoma de que estamos a punto de cerrar la circular, por lo que caminamos tranquilamente, observando la espectacular mezcla de colores que ofrecen hayas y pinos, algunos con un ramaje que llama la atención.
Tras casi cinco horas y media, llegamos a la fuente del Sacristán, donde finalizamos esta bonita circular, aunque como suponíamos, no llegaremos a casa a la hora de comer, así que, de perdidos al río, paramos en el Mesón del Aceite, para echar una cervezas acompañadas de unos ricos torreznos.
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Después, para realizar una circular completa, iniciamos el descenso hacia el collado de Pasalobos o Castilla |
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Atentos a no perder la trocha, que atraviesa la tartera que cubre la cara Oeste del Moncayo |
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Que contrasta con el verdor de las dos cimas de la Peña Negrilla |
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Hasta que alcanzamos el collado de Castilla, donde mientras espero a que llegue Rubén |
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Aprovecho para echar una mirada a la cara Oeste del Moncayo |
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En este punto, continuamos bajando por un sendero hacia la cabecera del barranco de Agramonte |
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Atravesando una alfombra, en el que a medida que vamos perdiendo desnivel, se pega a las lindes del pinar |
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Pasando junto al gran hito que marca el desvío a la Senda de los Lobos, para seguir bajando |
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Hasta adentrarnos en el pinar, que poco a poco |
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Va dando paso a las hayas del Hayedo de Peña Roya, que en esta vertiente |
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Casi han perdido la totalidad de sus hojas |
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Pero, aún así, ofrecen rincones cautivadores, en los que vamos con cuidado, ya que las hojas cubren el sendero |
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Y unos metros más abajo, desemboca en el recorrido del Parque Natural, S1 Hayedo de Peña Roya |
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Que tomamos en sentido antihorario |
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Disfrutando de los últimos coletazos del otoño, hasta que salimos a la pista asfaltada que sube al Santuario |
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Por la que caminamos tranquilamente, observando la espectacular mezcla de colores que ofrecen hayas y pinos |
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Algunos con un buen ramaje, hasta que después de casi cinco horas y media |
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Llegamos a la Fuente del Sacristán, donde finalizamos está bonita circular |
Precioso recorrido, el paisaje es magnífico.Saludos
ResponderEliminarHola Charo.
EliminarSi, es una circular muy bonita, donde se aprecia la ubicación de la amplia vegetación que puebla esta cara del Moncayo y el contraste, con la parte del circo de San Miguel.
Un saludo
Otro precioso recorrido con unas impresionantes vistas. Como siempre, espléndidamente explicado y bien documentado. Un perfecto trabajo Eduardo.
ResponderEliminarUn abrazo y buen resto de semana amigo.
Hola Juan.
EliminarSi, la ubicación del Moncayo le hace un perfecto mirador, aunque no siempre permite disfrutar de las vistas, pero ese día, salió magnífico.
Un saludo
El mítico Moncayo, hace mil años anduve por ahí. Fantástico reportaje Eduardo, gracias por compartir. Un abrazo desde Cantabria.
ResponderEliminarHola Germán.
EliminarPues ya tardas en volver, porque disfrutarías de este parque natural, no solo por los paisajes, sino también, por sus pobladores.
Un saludo
La última vez que estuve de ruta por el Moncayo era todo una procesión y, desistí. Elegí una mala fecha. La vuelta que di por otros itinerarios me llevaron a zonas donde las dedaleras estaban espectaculares con su floración. Sobre todo, me acuerdo en el merendero, de la presencia de un arrendajo, precioso, que me acompañó mientras compartía la comida con él. Que escena tan entrañable.
ResponderEliminarA pesar de todo, el paisaje siempre llena el alma.
Saludos.
Hola Javier.
EliminarBueno, en el Moncayo, como en la mayoría de parajes conocidos, conviene alejarse de las rutas más frecuentadas, si se hace, es fácil disfrutar de la naturaleza con más tranquilidad y vivir momentos, como el que tuviste con el arrendajo, que uno recuerda durante mucho tiempo.
Un saludo
Aunque no es como dar un paseo por el "Paseo de la Independencia" no parece muy técnica la ascensión al Moncayo como parece al verlo de lejos.
ResponderEliminarSaludos.
0Hola Tomás.
EliminarBueno, sin nieve, es una subida técnicamente sencilla pero que requiere un poco de forma física, aunque se puede acortar o alargar al gusto. La opción más cómoda, es hacerla es circular desde Haya Seca (unos 10 kilómetros y 800 metros d+).
Un saludo
Que vuelta más chula, el otro día cuando subí me comentaron una pareja que hacían está misma y me quedé con ella, porque siempre he hecho subir y bajar por el circo de San Miguel jejeje. Tocará volver a conocer estos lares mejor, pero ya en zapatillas :P
ResponderEliminarSaludos y buen finde
Hola Oscar.
EliminarSubir al Moncayo, tiene muchas variantes, la subida por el circo casi en la más fea, está es bastante completa, pero desde Aldehuela y la Cueva de Ágreda, también salen una circulares bien chulas.
Salud y montaña.
Hola Eduardo,
ResponderEliminarImpresionante todo el entorno del Moncayo, y que contrastes, con esos espectaculares bosques de pino, hayas y robles, con la total ausencia de vegetación de las zonas altas.
Una manera perfecta de subir esta gran montaña.
Salud y montaña.
Hola David.
EliminarSi, el Parque Natural, ofrece una gran diversidad de vegetación, que contrasta con las partes altas, está circular, ofrece la posibilidad de disfrutar de cada especie. Merece la pena.
Salud y montaña.
Hola Eduardo,
ResponderEliminarLa subida al Moncayo es un pedazo de ruta, vayas por donde vayas. No me extraña que sea una de tus rutas recurrentes. Es un monte con unos contrastes impresionantes, con esos esplendidos bosques que dan paso a un paisaje áspero y pelado. Me ha llamado mucho la atención la foto de los Gendarmes, la subida por esa parte debe ser muy dura pero muy atractiva. Echare una ojeada, seguro que tienes alguna ruta en el blog que vaya por ahí. Una suerte encontrar la cima y el horizonte tan despejados, con esas vistas que llegan a Monte Perdido.
saludos,
Hola Nuria.
EliminarMi padre, es de un pueblo en las faldas del Moncayo, en la provincia de Soria, así que es una montaña a la que he subido en infinidad de veces. Ahora, solo lo hago, "bajo petición", como fue en esta ocasión, ya que el amigo Rubén no es de aquí y no había subido nunca.
La zona del Cucharón y el corredor de los Gendarmes, son vías de invierno, a mí, me gusta más esta segunda, pero si que es cierto, que no siempre están bien de nieve. Te dejo el enlace.
http://viajesyrutasdesenderismo.blogspot.com/2017/05/ascension-al-moncayo-2314-m-por-el.html
Salud y montaña.
Hola Eduardo.
ResponderEliminarQue mejor que ver el Moncayo con un hijo de un natural de aquellas tierras como tú. Me has hecho traer a colación cuando subimos nosotros por esas senda del circo de San Miguel, pero me ha gustado esa circular que has hecho bajando al collado de Castilla, y el transito por ese enrojecido y bello hayedo de Peña Roya.
Ni decir cómo os estuvieron esas cervezas con torreznos despues de casi 6 horas de ruta ;-)
Salud y montaña.
Hola Toni.
EliminarAlguna vez me había comentado, que nunca había subido al Moncayo, así que cuando se lo propuse, acepto a la primera. Si se puede, contra más abajo se inicie, mucho mejor, de esta forma, se puede apreciar toda la vegetación que cubre esta ladera de la Montaña.
En esta zona del Moncayo, se puede almorzar de cine, un buen lugar es Vozmediano, tiene un almuerzo cerrado y bien de precio, y como no, los torreznos están incluidos.
Salud y montaña.
Hola Eduardo.
ResponderEliminarComo mola el Moncayo!! Uno no se cansa nunca de ver reportajes de sus ascensiones, y por suerte en la blogosfera sois unos cuantos (Daniel Mur, David Malabarista, tu mismo...) los que nos soléis deleitar bastante a menudo con reportajes de esta montaña en la que tan buenos momentos he vivido y que sin duda me gustaría visitar por quinta vez.
Mira que siempre he dicho que el Moncayo mejor y más bonito subirlo con nieve, pero cada vez me doy más cuenta en lo equivocado que he estado siempre con esa afirmación, pues a la vista está, y tras leer vuestras crónicas, de que esta montaña también es muy atractiva cuando no hay nieve en sus laderas. Así que debería, en la próxima visita, o visitas que le haga al Moncayo, buscarle otros matices, como esos bonitos colores otoñales, conocer también las cositas interesantes que hay más abajo del Santuario, subir por la vertiente soriana, bajar a ese Collado de Pasalobos y subir a la Peña Negrilla etc. Mucho juego da el Moncayo, y no solo en invierno.
Un saludo.
Hola Dani.
EliminarGracias por incluirme con esos dos cracks, a Daniel lo conozco de una vez que hicimos juntos el Oturia y con David, hemos intentado quedar, pero no han cuadrado las fechas (igual esta primavera, que quiero hacer todo el cordal que va de Urbión a Muñalba).
El Moncayo se puede hacer en cualquier época del año, quizás en verano sea lo menos apetecible, ya que hace bastante calor, pero aún así, también es interesante no centrarse solo en la cima, ya que tiene rincones con mucho encanto, como las Peñas de Herrera o el barranco de la Morana (interesante incluirlo con la subida al Morrón y visitar la cueva de los Pilares.
Si te interesa subir desde la provincia de Soria, hay dos circulares muy interesantes, una desde Aldehuela de Ágreda por el hayedo de la Hoyada y otra desde la Dehesa de la Cueva de Ágreda, remontando el barranco de las Majadillas y bajando por el GR (ambas bastante solitarias)
http://viajesyrutasdesenderismo.blogspot.com/2019/06/ascension-la-pena-negrilla-norte-2078.html
http://viajesyrutasdesenderismo.blogspot.com/2017/02/ascension-al-moncayo-2314-m-por-el.html
Salud y montaña.