El sistema Ibérico, es un sistema montañoso de la península ibérica, que se extiende dirección noroeste-sureste, entre la depresión del Ebro y la meseta, durante más de 500 kilómetros, desde el corredor de La Bureba, en Burgos, hasta las proximidades del Mediterráneo, en la provincia de Castellón, siendo su máxima elevación con 2315 metros, el Moncayo o Pico San Miguel.
Por su situación geográfica, actúa de divisoria de aguas de los ríos, Duero, Tajo, Guadiana, Júcar y Guadalaviar, con la cuenca del río Ebro, el segundo más largo y caudaloso de la península ibérica, cuyo nombre deriva del antiguo topónimo Hiber (Hiberus flumen), que da también nombre a la península ibérica.
Uno de sus afluentes, es el río Queiles, que nace en la población soriana de Vozmediano. Ya en tierras aragonesas, transporta sus aguas a través de un canal subterráneo al embalse de, El Val (Los Fayos), que también recoge las aguas del río Val (Cailes en Castilla Aragón), un pequeño afluente, que, en sus escasos kilómetros de vida, serpentea a lo largo de un bello cañón, con un acusado relieve rodeado de grandes formaciones rocosas y densa vegetación, en las orillas del río Val, siendo un excelente refugio para un buen número de especies animales como el buitre leonado, alimoche o el águila real.
Aprovechando, que anuncian unas temperaturas agradables, para la jornada de hoy, voy a realizar un recorrido circular en MTB, para unir estos dos enclaves, el nacimiento del río Queiles y el Cañón del río Val, desde la bonita población de Los Fayos, que bien merece de por sí, una visita.
Más o menos, he calculado que la circular me llevará unas tres horas (paradas incluidas). No me gusta ir mirando el reloj, pero luego, he quedado en Torrellas para echar un vermú. Pasados unos minutos de las 9, con el Moncayo como de telón de fondo, alcanzo la pequeña población de los Fayos (±130 habitantes), cuya etimología, es la forma lingüística arcaica de “Los Fallos”, correspondiente a fenómenos tectónicos que originaron la pared rocosa que caracteriza el entorno del pueblo.
Al final, con un poco de suerte, aparco en un hueco junto al río Queiles, donde comienzo a pedalear tomando de referencia la torre mudéjar que esta adosada a los pies del muro sur de la iglesia parroquial de Santa María Magdalena, construida durante la segunda mitad del siglo XVI, por la que voy dando vueltas buscando un camino o sendero que me lleve a Torellas, que no logro encontrar, por lo que activo el GPS, comprobando que el “vermut”, me ha obcecado con ir a Torrellas, cuando en realidad es justo al revés.
De vuelta al punto de partida, esta vez sí, pedaleo hacia el embalse de El Val, hasta alcanzar un cruce, donde continúo por el camino de Vozmediano, paralelo a la margen izquierda del río Queiles, tomando de referencia las balizas del Camino Natural del Agua Soriano, pasando junto al pequeño embalse de Queiles, punto en el que el asfalto da paso a un camino de tierra, por el que poco a poco voy ganando desnivel, en un tramo algo incómodo, debido a que la grava se acumula en algunas zonas.
A pesar de ser primeros de agosto, la mañana es agradable, el camino me lleva entre el Alto de la Dehesa y un bonito bosque de ribera, en el que alterno la sombra con el sol, momento donde aprovecho para disfrutar de las vistas hacia el Moncayo y la Peña Negrilla, mientras a lo lejos, asoman las torres del castillo de Vozmediano, construido en el siglo XII, al que poco a poco me voy acercando.
Sobre el kilómetro 9, salgo a la carretera por la que pedaleo durante medio kilómetro, hasta adentrarme en las calles de Vozmediano, antigua villa fronteriza, que tuvo una importancia vital en las guerras y disputas, entre los reinos de Castilla y Aragón, que actualmente vive del turismo, además de la "gastronomía", ya que es, punto de encuentro para almorzar en los bares, que a estas horas están hasta la bandera.
Mirando “para otro lado”, callejeo por sus calles, pasando bajo los restos del castillo, en cuya estructura se observan las distintas etapas de construcción, siendo el recinto exterior romano, la torre árabe y la muralla almenada medieval, dejándolo poco a poco atrás, mientras avanzo cómodamente por el Camino Natural del Agua Soriano, que en este tramo se encuentra acondicionado con una larga barandilla de madera, que delimita el camino con el cauce del río Queiles, que en sus primeros compases de vida, lleva un agua limpia y cristalina.
Unos metros más adelante, abandono el camino principal, para visitar el nacimiento del río Queiles, un manantial conocido como la fuente Vauclasiana, que mana 1100 litros por segundo, que junto con los Ojillos del Queiles en Ágreda, son los dos puntos principales por los que aflora el agua de la vertiente soriana del Moncayo, la sierra del Tablado y la sierra del Toranzo, que confluyen en la fosa de Beratón, surcada por el río Araviana, afluente del Duero. Los aportes procedentes del deshielo y las lluvias, se filtran a través de un complejo sistema subterráneo de cuevas, galerías, como si de un “queso gruyere” se tratase, el agua se almacena y fluye en el interior, descargando en estos manantiales.
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Pasados unos minutos de las 9, con el Moncayo como telón de fondo, llego a la población |
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De los Fayos, donde comienzo a pedalear, hacia el embalse de El Val |
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Hasta alcanzar un cruce, donde continúo por el camino de Vozmediano, paralelo a la margen izquierda del río Queiles |
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Tomando de referencia las balizas del Camino Natural del Agua Soriano, entre el Alto de la Dehesa |
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Y un bonito bosque de ribera |
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Alternando tramos de sombra |
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Con sol, momento en el que aprovecho |
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Para disfrutar de las vistas hacia el Moncayo y Peña Negrilla |
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Mientras a lo lejos, asoman las torres del castillo de Vozmediano, construido en el siglo XII |
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Sobre el kilómetro 9, salgo a la carretera por la que pedaleo durante medio kilómetro, hasta llegar a Vozmediano |
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Donde callejeo, pasando bajo los restos del castillo, realizado en tres épocas distintas, dejándolo |
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Poco a poco atrás, para continuar cómodamente por el Camino Natural del Agua Soriano |
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Acondicionado con una larga barandilla, que delimita el cauce del río Queiles del camino |
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Que abandono por unos instantes, para visitar su nacimiento, conocido como la fuente Vauclasiana |
De vuelta al camino principal, afronto una corta pero dura rampa adoquinada, que da paso a un sendero completamente llano, acondicionado con una innecesaria barandilla de madera, típica de estos “Caminos Naturales”, disfrutando de las vistas hacia la Peña Negrilla, mientras cruzo el cauce seco de un barranco, para acto seguido, acometer una rampa larga y pronunciada, donde casi al final, la rueda trasera no me tracciona, echando pie a tierra.
Una vez en la parte superior, aprovecho para echar un trago de agua, ya que el calor aquí se nota algo más, a pesar de que las nubes, tapan de vez en cuando el sol y que hoy, no dejan ver los pirineos, por lo que me conformo con observar de nuevo la cara Norte de la Peña Negrilla, cubierta por una capa de laja negra, a la que se puede acceder desde Aldehuela de Ágreda, por el Canto Hincado o por el hayedo de la Hoyada.
Luego, continúo pedaleando atravesando el Gayubar, donde la escasa vegetación me permite disfrutar de los montes locales, en el que destaca en primer plano, los 1031 metros de El Paguillo, hasta adentrarme en una mancha de pinos, donde el camino se bifurca en dos, tomando el ramal de la derecha (ambos acaban en Aldehuela de Ágreda), donde inicio un delicioso descenso entre pinos, bordeando la pedanía de Aldehuela de Ágreda, para seguir hacia el Noroeste, por un camino cubierto por la vegetación, por el que desciendo con cuidado, pegado al barranco de Los Prados, hasta llegar a la altura de un depósito de agua, donde cruzo un ramal del río Queiles, que en cuyo entorno, se ha formado un bonito bosque de ribera, para acto seguido, recuperar el desnivel perdido.
Después, inicio un largo descenso por cómodo camino, disfrutando de las vistas hacia el Moncayo y la Peña Negrilla, pasando junto a una granja, donde el camino gira bruscamente a la izquierda, hasta salir a la carretera que une Vozmediano con Ágreda, que recorro durante ochocientos metros, para coger a mano derecha un camino, por el que, enlazo con el camino de las Alforjas (al lado de una granja), con un piso en perfecto estado, donde cunden los metros, hasta que comienza a trazar una sucesión de largos toboganes, donde las piernas se resienten.
Tras superar el último, a lo lejos puedo ver el viaducto de la autovía, en cuyas proximidades esta la entrada al cañón del río Val. El camino, en vez de ir de forma directa, comienza a trazar una serie de largas lazadas, por las que poco a poco me voy acercando, hasta que sobre el kilómetro 20, conecto con las marcas blancas y amarillas del PR-SO20, que rápidamente se transforma en un bonito acondicionado con barandilla.
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De vuelta al camino, afronto una dura pero corta rampa, que da paso a un camino llano, acondicionado con barandilla |
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Por el que avanzo disfrutando de las vistas a la Peña Negrilla, mientras cruzo el cauce de un barranco, para acto seguido |
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Acometer una larga rampa, hasta llegar a un punto elevado, donde las nubes cubren el pirineo, así que |
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Me conformo con la cara Norte de la Peña Negrilla, para continuar por terreno llano |
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Hasta que el camino se bifurca en dos, tomando el ramal de la derecha, por el que desciendo |
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Rodeando la pedanía de Aldehuela de Ágreda, para ir hacia el Noroeste |
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Bajando por un camino cubierto de vegetación, pegado al barranco de Los Prados |
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Que desemboca en un brazo del río Queiles, en el que se ha formado un bosque de ribera |
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Para acto seguido, recuperar los metros perdidos (al fondo a la derecha Aldehuela de Ágreda) |
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E iniciar un largo descenso con vistas |
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Al Moncayo y la Peña Negrilla, hasta salir a la carretera que une Vomezdiano y Ágreda, que recorro durante 800 metros |
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Hasta tomar a mano derecha, un camino por el que enlazo con el camino de las Alforjas, que realiza |
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Una sucesión de largos toboganes, en el que a lo lejos, diviso la entrada al cañón del río Val |
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Aunque el camino en vez de ir directo, hace varias lazadas, por las que poco a poco me voy acercando, hasta enlazar |
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Con el PR-SO20, que rápidamente se convierte en un bonito sendero |
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Acondicionado con una larga barandilla de madera y cadenas |
Unos metros más adelante, alcanzo una escalinata, por la que bicicleta al hombro, desciendo hacia el fondo del cañón, donde continúo pedaleando por un sendero paralelo al río Cailes, atravesando un denso bosque de ribera, compuesto principalmente de chopos negros, en el que me toca echar pie a tierra, para subir una placa en la que se han tallado varios peldaños.
Superado, desciendo los metros ganados por un sendero que es una delicia para caminar e ir en bicicleta, hasta alcanzar un cruce, donde tengo la posibilidad de ir a a la Peña del Tío Fresquito, un buen mirador del Cañón del río Val, que ya conozco de mi anterior visita, así que, cambio a la margen derecha por una pasarela, donde el sendero vuelve a subir ligeramente, visualizando el peñasco que conforma la Peña del Tío Fresquito, mientras continúo pedaleando, hasta llegar a otra escalinata por la que desciendo a pie.
En este lugar, se encuentra el desvío a la cascada del Pozo de las Truchas, así que dejo la bicicleta apoyada en una roca, para seguir caminando por una repisa rocosa acondicionada con pasamanos y varias grapas, por la que llego a esta bonita cascada, donde merece la pena permanecer un rato, no solo para ver el salto, sino también, para observar las formaciones originadas por la acumulación de depósitos de carbonato cálcico, procedentes del agua subterránea del Moncayo, que al emerger, el agua desgasifica el CO² y los iones de calcio, quedan depositados en forma de corteza sobre los vegetales presentes en la roca, formando las características roca, conocidas como toba o travertino, que cuando el componente vegetal muere, deja el sitio que antes ocupaba vacío, dando un aspecto cavernoso.
Cinco minutos más tarde, regreso al sendero principal, para continuar atravesando el bosque de ribera, por un sendero, que de vez en cuando, mediante pasarelas va sorteando el cauce del río Cailes, hasta situarme definitivamente en la margen izquierda, en el que a medida que voy avanzando, el cañón se va abriendo, transformándose el sendero en un amplio camino herboso, por el que pedaleo ya en tierras aragonesas, cerca huertas y campos abandonados, hasta desembocar en el cauce del río Val, donde cruzo por una pasarela de madera, que tiene pinta de estar recién colocada, ya que la vez anterior, había un puente bastante precario.
Una vez en la margen derecha, alcanzo la zona declarada como Refugio de Fauna Silvestre, en la que se adentra un camino, que prefiero evitar para no molestar a sus pobladores y continuar en ligero ascenso por las pista principal, haciendo una parada cuando llego a la cabecera del embalse de El Val, para disfrutar de las vistas a las Peñas Royas, en las que se ve blanquear varias buitreras, mientras compruebo que tengo un par de llamadas perdidas, así que devuelvo la llamada, porque ya llevo media hora de retraso.
Después, continuo bordeando el embalse, por una pista prácticamente llana e incluso en ligero descenso, cruzando por un lateral la barrera que impide el paso a los vehículos (si se quiere visitar la cascada del Pozo de las Truchas por la parte aragonesa, toca dejar aquí el coche), con la vista puesta ya en la presa, pasando junto al embarcadero, donde observo atónito como hay varios grupos bañándose en el embalse, que intuyo son turistas, porque dudo mucho, que la gente de la zona se bañe en estas aguas contaminadas, debido a los numerosos vertidos procedentes de las depuradores de Ágreda y Ólvega.
Cerca de la presa, la tierra da paso al asfalto, por el que sigo pedaleando hasta llegar a la presa, donde desciendo hacia Los Fayos, finalizando esta bonita circular, en la que descontando las paradas, me ha costado algo menos de tres horas (2:46). Con el tiempo en contra, me cambio de ropa mientras miro hacia arriba, para ver algunas de las cuevas que hay en esta población, además del castillo rupestre y la cueva del Caco.
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Unos metros más adelante, accedo por una escalinata al interior del barranco, por el que pedaleo por un sendero |
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Paralelo al cauce del río Cailes, atravesando un bosque de ribera |
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Pasando junto al desvío de la Peña del Tío Fresquito (son cinco minutos) |
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Que ya conozco, así que cambio a la margen derecha por una pasarela, para subir ligeramente |
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Y observar desde la otra orilla, el peñasco de la Peña del Tío Fresquito, hasta llegar a una escalinata |
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Por la que llego, al desvío a la cascada del Pozo de las Truchas, en la que permanezco unos minutos |
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Luego, regreso al sendero, por el que continúo atravesando el bosque, cambiando de margen por varias pasarelas |
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Hasta situarme en la margen izquierda, en el que a medida que avanzo, el cañón se va abriendo |
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Transformándose el sendero ya en tierras aragonesas, en un herboso camino |
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Desde el que disfruto de las vistas |
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Mientras continúo pedaleando entre huertas, campos abandonados |
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Y un bosque de ribera, hasta alcanzar el cauce del río Val, que cruzo por una pasarela, para seguir |
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Por una amplia pista de tierra en ligero ascenso, hasta alcanzar la cabecera del embalse de El val |
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En la que me detengo para disfrutar de las vistas hacia las Peñas Royas |
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Luego, prosigo bordeando el embalse, pasando junto al embarcadero y la presa |
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Desde la que desciendo hacia Los Fayos, dando por finalizada esta bonita circular |
Precioso recorrido para disfrutar de la bella naturaleza amigo. Muy bellos paisajes. Es una zona que no conocía y me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo y buena semana.
Hola Juan.
EliminarSi, es una zona bonita, está casi en las faldas del Moncayo y merece la pena, darse una vuelta para conocer el Cañón del río Val o el Nacimiento del Queiles.
Luego se puede dar una vuelta por Los Fayos y Tazazona, y queda, un día la mar de apañado.
Un saludo y a disfrutar de la semana.
Me has dejado exhausta con semejante recorrido a base de pedales, la verdad que el paisaje no puede ser más bonito y se nota que lo deisfrutaste mucho, somos afortunados de vivir en un pais que tiene tantos lugares maravillosos.Saludos y hasta el próximo recorrido que de verdad también lo disfruto y encima no me canso al no pedalear.
ResponderEliminarHola CHARO.
EliminarEs una circular que hace tiempo llevaba en mente, la primera parte cuesta un poco, porque no estoy físicamente fuerte, pero en general, se disfruta por los parajes naturales en los que discurre.
Una de las pocas cosas buenas que ha originado la pandemia, es que todos estamos apreciando lo que tenemos cerca de casa y redescubriendo nuestro país.
Un saludo
¡Hola Eduardo!
ResponderEliminarSiempre que veo una entrada de BTT. me llama la atención. Es un tema que tengo olvidado ya que Rosa va muy mal en bici, así que ni siquiera para aproximacion que ya podría estar bien.
Bonito recorrido que desconocemos.
Un saludo.
Hola Mariano.
EliminarPues a mí siempre me ha encantado la bicicleta, de joven estaba federado y participaba en carreras, pero llego un momento, en que el trabajo me quitaba mucho tiempo, tenía poco para entrenar y cada vez que salía con el club, no disfrutaba e iba todo el rato sufriendo, así que vendí las bicicletas y lo dejé.
Hace unos años, me compre un par de bicicletas de montaña (una para mí y otra para mi mujer), y salía de vez en cuando, ahora, hará un par de años, le fui cogiendo el gustillo otra vez y salgo una o dos veces por semana.
Para la aproximaciones, está bien, sobre todo en pirineos, que cada vez hay más pistas cerradas al tráfico y requieren muchos kilómetros, como es el caso de la pista de Acumuer, que siempre digo que voy a ir para subir a algunos picos de la zona, pero me falta el acompañante, ya que es una zona que no conozco.
En lo referente al recorrido, está bien, es una zona que esta cerca de Tarazona, lo que pasa, es que solo es conocida por la gente de la zona y por personas que tienen el Moncayo muy trillado. La mayoría se van al Moncayo.
Un saludo
Un bonito paseo por un lugar que si bien antes separaba Castilla y Aragón hoy las une.
ResponderEliminarDecirte que esa zona me gustaría conocer pero por la recomendación de mi cuñada maña mejor en primavera u otoño por el calor.
Saludos.
Hola Tomás B.
EliminarSi, ahora hace bastante calor, aunque siempre existen recorridos de verano, ya que en las laderas, tiene unos densos bosques de pinos, robles y hayas. Si vas por la zona y quieres un guía, dame un toque.
Un saludo
Hola Eduardo...
ResponderEliminarSin duda he de reconocer que eres muy polivalente en la montaña,eso es bueno y señal que disfrutas de cada actividad que haces.
Nos has mostrado un precioso recorrido "ciclista" y aunque no lo practico,ahora en estos días he disfrutado(bueno falta mañana) de La Vuelta,por supuesto no es lo mismo que ir por la montaña.
Al respecto de las MTB,te quería preguntar,ya que he visto o parece que has pasado por algunos senderos...¿Quién tiene la preferencia? y ¿hasta que punto se pueden meter las "bikes" por senderos en bajada a "tumba abierta" por donde pueden subir senderistas?.
No quiero generar mucha polémica con el "tema",pero es que hemos tenido algún susto y encima parece que te tienes que apartarte porque parece que ¿"tenéis" preferencia en un sendero en bajada?.
Bueno y para echar algo de humor en Vozmediano y por lo que comentas,hubiera parado a almorzar...jejeje.
Saludos.
Hola Juane.
EliminarPues la verdad, es que me gusta disfrutar del monte, de muchas formas, en la MTB, llevo más de tres décadas y te puedo asegurar, que es bastante más duro que ir caminando. Ahora por ejemplo, casi el 100% de mis salidas en los dos últimos meses, han sido en bici, ya que han operado a mi mujer del codo y así puedo salir al monte y estar en casa en dos o tres horas.
En cuanto a la "polémica", pues las bicis no se pueden meter en todas las partes, en general sí, pero tienen sus restricciones en Parques Nacionales y Naturales. Lo de la preferencia, la dicta el sentido común, yo te puedo asegurar que cuando voy caminando y viene una bici o un grupo, me aparto y dejo pasar, porque es más fácil hacerse uno a un lado y dejar pasar, que bajar de la bici y en bajada aún más, ya que luego si la pendiente es pronunciada, no es fácil arrancar (y cuesta arriba ni te cuento).
Como en todo mundillo, impresentables los hay en bici, en patinete, en coche o caminando. Yo te puedo asegurar que en todos estos años, solo he tenido un problema subiendo al Puchilibro y fue culpa mía, porque llegamos al castillo de Loarre y nos encontramos con una carrera de MTB (nos enteramos cuando llegamos). Como no me dio la gana cambiar de planes, subimos por el sendero por el que bajaban, nos topamos con uno y nos echo la bronca, pero vamos, pasamos olímpicamente y seguimos subiendo hasta la cima.
El almuerzo en Vozmediano, es un clásico, mucha gente va de propio (es conveniente reservar), allí no hay que decir lo que quieres, simplemente dices que quieres almorzar y te plantan dos huevos con patatas, chorizo, un torrezno y un plato jamón y queso. Te puedo asegurar que si me como eso, me doy media vuelta y no hago la circular. 😀
En lo referente a la circular, es una zona que merece la pena, tanto la visita a Vozmediano y el nacimiento del Queiles, como el Cañón del río Val y los Fallos, pueden ser un buen complemento si se va al Parque Natural.
Salud y montaña.
Hola Eduardo.
ResponderEliminarComo molan etas sierras ocultas por la fama del Moncayo, con ese bonito pueblo de los Fayos como principio y fin de la ruta.
Yo la bici la tengo prohibida, no porque no me guste, sino porque con mi sordera no es recomendable. El otro día, yendo por un carril bici y de andar, dos ciclistas tuvieron casi que frenar porque me iban avisando que no les dejaba pasar, y el timbre de las bicis no lo oigo, o sea que imagínate que peligro yo con la bici.
A modo anecdótico, tengo una amiga de Cuenca que su padre es de Vozmediano.
Salud, bici y montaña!!
Hola Toni.
EliminarEstuve hace unos años con Carlos caminando hasta la Peña del Tío Fresquito y la verdad, que me gusto mucho el paraje. Ese día recuerdo, que solo nos cruzamos con un grupo de ciclistas y de ahí salió la idea, de hacer está circular, aunque he tardado varios años en hacerla.
En esta ocasión y como le ha ocurrido a otras sierras, me cruce en ese tramo y en el nacimiento del río Queiles, con bastante gente (tampoco una exageración).
Yo, si estuviese en tu lugar, tampoco pillaría la bici, por lo menos por lugares con tráfico, por caminos de tierra, ya es otra cosa, aunque hay gente tan vaga, que utiliza el coche, hasta para ir a mear.
Si vuelves al Moncayo, te recomiendo ir a Vozmediano, hay una circular de unos 8 kilómetros, bien chula, que recorre parte del hayedo de Peñarrajada y luego, te das un homenaje con el almuerzo.
Salud y montaña!
Hola Eduardo:
ResponderEliminarPreciosa ruta, ya había visto con anterioridad esta zona en fotografías, pues aprovechando mis visitas a Zaragoza siempre me acerco a alguna zona interesante, y a esta ya le había echado el ojo.
Un entorno maravilloso, seguro que es muy disfrutona la ruta.
Salud y montaña... y naturaleza.
Hola Ángel.
EliminarA pesar de que es un río bastante contaminado (huele si te acercas mucho), el paraje es espectacular. Merece la pena y luego darse un garbeo por Los Fayos.
Salud, montaña y naturaleza!
Esta también me la apunto que no la conocía y tiene pinta de haber mucho bicherio por esos parajes. Enhorabuena por el reportaje Eduardo y gracias por compartir. Un abrazo desde Cantabria.
ResponderEliminarHola Germán.
EliminarLa vez anterior, vimos bastantes buitres leonados y en el entorno del embalse, Cormoranes. En esta ocasión, no vi muchos, pero tu con más paciencia y dedicación, seguro que lograrías avistar bastantes especies.
También es cierto, que no quise entrar con la bicicleta, en el refugio de Fauna Silvestre.
Un saludo
He ido alguna vez por estos vericuetos para observar la fauna de los cortados de conglomerado, que, me recuerdan mucho a los de Azuara.
ResponderEliminarDurante los censos que se realizaron en la colonia del Queiles en 2006 hallaron un ejemplar de buitre leonado albino. Impresionante.
"Las aves y su entorno natural"
Saludos.
Hola Javier.
EliminarUn ejemplar de buitre leonado albino, tuvo que ser impactante, cuando lo divisaron. No creo que haya muchos ...
Tomo nota de Azuara, por esa zona, he estado en la mayoría de esos pueblos, pero en Azuara y su entorno, no.
Un saludo
Hay que ver lo que dan de sí 3 horas en bici! Y lo mejor es que te permite seguir saliendo al campo aunque no dispongas de mucho tiempo.
ResponderEliminarSe tiene que agradecer que el Moncayo se quede con todos los senderistas, al menos en estas ocasiones, para poder gozar pedaleando sin sobresaltos por esos senderos estrechos.
La verdad es que añoro los paseos en bici. En el pueblo la usábamos mucho, pero aquí en Madrid es mas complicado. Tenemos 2 bicis para los chicos y ya ocupan demasiado espacio. Y transportar 5 bicis en un coche, imposible. Alguna vez hemos alquilado y he acabado agotada, se nota la falta de costumbre.
Muy bonito el pueblo de Los Fayos, arropado por esos farallones. Seguro que seguiremos descubriendo lugares interesantes en tus rutas sobre dos ruedas!
Un saludo,
Hola Nuria.
EliminarPues si, ayer por ejemplo me dio para hacer 50 kilómetros y descubrir el barranco de Torrecilla de Valmadrid, que no lo conocía y para el entorno que es, me resulto muy atractivo.
A mí, la bicicleta siempre me ha gustado, antes tenía de carretera, pero me exigía mucho sacrificio y luego, el ir por la carretera, hizo que las vendiera y con el tiempo, fui comprando MTB. Yo como vivo en un pueblo a 5 kilómetros de Zaragoza, puedo salir desde la puerta de casa y con la furgoneta, me permite meter la bici entera en el maletero, sin desmontar, pero la verdad, que cinco bicicletas, es una misión "casi imposible"
Lo mejor en esos casos, es llevar las que se puedan y alquilar el resto. Si te cansas mucho, alquila una eléctrica, que ya veras que bien vas y disfrutaras mucho. Aquí en pirineos, hay muchos sitios.
Sino conoces la zona, como comento, es una ruta sencilla pero muy bonita, que se puede combinar con la visita a Los Fayos.
Por cierto, que tal por los pirineos?. Os hizo buen tiempo?. Yo no voy desde finales de Junio.
Salud y montaña.
Lo de la bici eléctrica es todo un invento! Tengo que probarla.
EliminarPor Candanchú muy bien. Como casi todos los años tuvimos mucha suerte con el tiempo. Hizo muy bueno,casi demasiado calor,y apenas llovió un poco a mitad de semana, justo el día que nos tomamos de descanso. Lo que peor llevé fueron los desniveles tan acusados, solo para salir del bosque, o para salvar las pistas de esquí, tienes que subir 500m.
Yo no las he probado pero tienen que ser la leche, aunque menudos precios! Me alegro que todo fuese bien, pensaba que ibais a Canfranc. Deseando leer las entradas, para ver que hicisteis al final.
EliminarHola Eduardo,
ResponderEliminarQue bonita ruta, con grandes contrastes, que nos has mostrado.
Que gozada poder recorrer todos esos caminos con la bici.
Salud y montaña!!!
Hola David.
EliminarSi, el Cañón del río Val, es un vergel espectacular, mezclar esos paisajes es una pasada, es una de las muchas cosas buenas, que tiene la bici.
Salud y montaña.