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miércoles, 7 de junio de 2017

Circular junto al Macizo de Collarada: Punta Espata (2.204 m), Bacún Norte (2.195), Bacún Sur (2.114 m), y Punta de la Selva (1.614 m), desde la Fuente del Paco


El valle del Aragón, es un valle del pirineo aragonés dentro de la Comarca de la Jacetania, fronterizo con el valle del Aspe (Francia), atravesado de Norte a Sur por el río Aragón, que nace cerca de la frontera con Francia, en los ibones de Truchas y Escalar, del que toma su nombre.

Geográficamente, el valle se puede dividir en tres zonas: al Sur el Campo de Jaca; la parte media del valle, Bardaruex, que fue la denominación que se le dio durante los siglos XI-XII, a la parte del valle que hoy corresponde a los términos municipales de Villanúa y Castiello de Jaca; y el valle de Canfranc, que es donde se ubica el circo de Ip, que tributa las aguas del barranco de Ip al río Aragón

Sus cumbres más importantes son: los picos de la Tronquera (2666 m), la Pala de Ip (2779 m), Punta Escarra (2748 m), la Pala de Alcañiz o Peña Bucuesa (2765), Collaradeta (2729 m) y Collarada (2886 m), que junto al Pic du Midi d'Ossau, son las dos cumbres más elevadas de los Pirineos Occidentales.

Para la jornada de hoy, en compañía de Rubén, vamos a realizar una circular comenzando desde la pista de la Trapa, en Villanúa, que nos permita subir a la Punta Espata, un perfecto mirador del circo de IP, además de los valle circundantes.



Como no sabemos la cantidad de nieve que nos vamos a encontrar, quedamos a la siete de la mañana en Villanueva de Gállego, donde tomamos la A-23 hasta el puerto del Monrepós, desde el que continuamos por la N-330, hasta la población de Villanúa, haciendo una parada a mitad camino, en la panadería La Nave, donde compramos algo para desayunar.

Una vez en Villanúa, tomamos la entrada que hay a las afueras de dicha población, hacia el Centro de Interpretación, donde tenemos la opción de aparcar y empezar andando desde aquí, primero por pista y luego por el sendero de la Fuente del Paco, o seguir con la furgoneta por la pista de la Trapa.

Para quitarnos trescientos metros de desnivel, decidimos continuar durante tres kilómetros por la pista de la Trapa, hasta que alcanzamos el puente, por el que cruzamos el barranco del Bozuelo, y en un pequeño recodo, aparco la furgoneta, aunque existe la posibilidad, de poder subir hasta el refugio del Cubilar de la Espata, pidiendo permiso en el Ayuntamiento de Villanúa.

Sin duda, está última opción, es perfecta para subir al Collarada; como la ascensión que vamos a realizar, es más modesta, preferimos empezar desde este punto, así que lo primero, comemos algo, mientras echamos un vistazo al macizo de Collarada, que apenas tiene nieve, por lo que nos olvidamos de las raquetas, y metemos solo los crampones, aunque nos da la impresión, de que hoy, no los usaremos.

Pasadas las 09:00 horas, iniciamos el recorrido, desde este lugar, tenemos la posibilidad de coger la pista de la Trapa, opción más larga, y que se utiliza cuando hay nieve, para subir o bajar esquiando.

Nosotros, desde el mismo recodo, tomamos el camino de tierra, por el que sin cruzar el puente, caminamos paralelos al barranco del Bozuelo, dirección Este, durante cien metros, hasta que a mano derecha, tomamos el sendero local, por el que en suave ascenso, nos adentramos en el pinar, donde entre sus ramas, obtenemos una bonita estampa del Collarada.

Cuando apenas llevamos trescientos metros, salimos del bosque, nos acercamos hasta el cauce del barranco del Bozuelo, que para la época del año en la que estamos, lleva un exiguo caudal, y cruzandolo por las piedras, pasamos a la margen derecha, donde nos introducimos de nuevo en el pinar.

Tomando de referencia las marcas amarillas, y verdes, continuamos la ascensión, a partir de este punto, la pendiente se acentúa, a pesar de ir caminando por la sombra, la ropa comienza a sobrar, por lo que en un pequeño claro, aprovechamos para detenernos, quitarnos capas, mientras echamos una mirada al horizonte, y disfrutamos del macizo de Collarada, que por fortuna, no será la última vez.

Después de la pausa, continuamos caminando unos metros más por la pradera, hasta que nos adentramos en el pinar, por un bonito sendero, por el que en suave descenso, alcanzamos el cauce del barranco del Bozuelo, próximo al a la pista de la Trapa, que se encuentra a unos cincuenta metros, de donde nos hayamos.

Aprovechamos que la zona del barranco, se encuentra despejada de vegetación, para mirar al horizonte, y comprobamos como las laderas del Bacún, al que tenemos idea de subir, tras coronar la cima de la Punta Espata, se encuentran parcialmente cubiertas por la nieve, aunque seguramente, podremos subir sin tener que poner crampones.

Desde el cauce del barranco, podemos subir unos metros monte a través para coger la pista de la Trapapero preferimos seguir por el sendero, que sube hasta el Collado de Ip; así que tras cruzar el cauce del barranco, continuamos subiendo por la ladera, que se encuentra salpicada de bonitos ejemplares de pinos, y abetos, tomando de referencia las marcas amarillas y verdes.

En apenas diez minutos, salimos a la pista de la Trapa, justo a la altura del refugio del Cubilar de la Espata, donde hacemos una pausa, para quitarnos más capas de ropa, y refrescarnos en la fuente, que hay situada junto al refugio, que se encuentra a rebosar de agua.

Junto a la pista, cogemos un sendero que nos adentra en el pinar, por el continuamos paralelos al barranco del Bozuelo
Observando entre las ramas, el pico Collarada
Unos metros más adelante, cruzamos por las piedras el barranco del Bozuelo, que lleva poco caudal
Para seguir por la margen derecha, caminando por el pinar
Alternando con pequeñas zonas despejadas, en las que aprovechamos para quitarnos ropa
Mientras disfrutamos de las vistas hacia Los Campanales y Collarada
Luego, nos introducimos de nuevo en el pinar
Realilzando un corto descenso para volver a cruzar 
El barranco del Bozuelo
Para continuar subiendo por un bonito sendero salpicado de pinos
Hasta salir a la pista de la Trapa, justo a la altura del refugio de la Espata
Desde el que podemos ver nuestro objetivo, la Punta Espata

Con las térmicas como única prenda de abrigo, nos ponemos de nuevo en marcha, dejamos atrás el sendero, que sube al Collado de Ip, y continuamos ahora, tomando de referencia el curso del barranco del Bozuelo, desde el que podemos ver a lo lejos, el Collado de Marañan o la Espata, y a su derecha nuestro objetivo del día, la Punta Espata.

Aunque en este tramo no hay sendero, es fácil orientarse, por primera vez atravesamos un pequeño nevero, que a la sombra que le ofrecen los pinos, aun conserva la nieve dura; sobre la cota 1.750 metros, alcanzamos una zona de pastos, donde dejamos a nuestra izquierda el barranco del Bozuelo, y acometemos una corta, pero pronunciada ladera, por la que llegamos hasta un collado, que no aparece reflejado en los mapas.

Desde el collado, las vistas al macizo de Collarada son espectaculares, observamos también, que no existe sendero que suba de forma directa al Collado de Bacún, así que cada uno a su ritmo, comenzamos a remontar la ladera, realizando alguna lazada, para reducir la dura pendiente que estamos afrontando; hasta que alcanzamos una primera elevación, en la que aprovechamos para descansar, mientras comemos, y nos hacemos alguna fotografía, con el macizo de Collarada de fondo.

Con los deberes casi hechos, nos ponemos de nuevo en marcha, continuamos nuestra ascensión por medio de la ladera, aunque ahora la pendiente es más suave, lo que nos facilita el avance, aunque la falta de nieve, nos ha trastocado los planes, ya que nos apetecía hacer una invernal.

Cuando sobrepasamos las dos horas, alcanzamos el Collado de Bacún, desde el que podemos ver por primera vez, el recóndito y solitario Valle del río Aurin, en el que la barrera que hay a la entrada del valle, y los nueve kilómetros de pista que hay que recorrer a patita, hace que este valle apenas sea visitado, y su estado de conservación se mantenga intacto, algo que tanto a Ruben como a un servidor nos atrae mucho.

El collado de Bacún, hace de divisoria de los Picos de la Punta Espata y Bacún, nosotros vamos a subir de momento a la Punta Espata, así que giramos a la izquierda, y seguimos por el cordal, dirección Norte/Este, hasta enlazar con una senda, por la que nos adentramos en un pedregal.

Como la senda la perdemos con bastante facilidad, decidimos subir directamente hasta el inicio de la cresta; una vez alcanzada, caminamos con precaución por el filo, con vistas a la Peña Retona, buscando siempre los pasos menos expuestos, ya que la caída hacia el barranco del Bozuelo, es de las que quitan el hipo.

Tras dos horas y media, coronamos la cima de la Punta Espata, que se encuentra marcada por una espada (espata en aragonés), y una escultura de la Virgen de la Espata.

Como el día es excepcional, nos lo tomamos con calma, permanecemos largo rato en la cima, disfrutando de las vistas que tenemos hacia el Norte del macizo de Collarada (Collarada, Collaradeta, Somola Norte y Somola Sur), al Oeste del Valle de Aisa (Lecherines, Aspe y Llana de Garganta), e incluso algunos de los picos de los pirineos occidentales como el Bisaurín.

Después, avanzamos hacia el collado de Marañán y la Punta Espata
A la que nos acercamos, siguiendo el curso del barranco del Bozuelo
Sobre la cota 1750 metros, llegamos a una zona de pastos, donde abandonamos el barranco del Bozuelo
Para subir monte a través por medio de la ladera
Hasta llegar a una especie de collado, donde las vistas hacia la zona de Collarada son excepcionales
Para acto seguido, comenzar a ganar desnivel de forma pronunciada hacia el collado de Bacún
Donde la Primula Elatior, anuncia la entrada de la primavera
Lugar en el que aprovechamos para hacer un descanso, con el macizo de Collarada de fondo
Tras la pausa, reanudamos la marcha
Hasta alcanzar el collado de Bacún
Desde el que disfrutamos por primera vez, del recóndito valle del río Aurín
Ahora, continuamos por el cordal siguiendo un sendero, por el que llegamos a la cresta
Por la que avanzamos con vistas a la Peña Retona, hasta llegar a la cima de la Punta Espata
En la que descansamos, mientras disfrutamos de las vistas del macizo de Collarada
Y en especial del valle de Aisa (Lecherines, Aspe y Llana de Garganta)

Cuando planeamos la ascensión, nuestra idea era ascender a la Punta Espata, y en caso de la que nieve estuviese en buenas condiciones, alargarla hasta el Bacún Norte.

Como las condiciones por desgracia nos son favorables, ya que apenas hay nieve, lo vamos a subir, así que comenzamos el descenso por la cresta, con vistas a Villanúa que se encuentra en lo hondo, y al Valle de Aisa, hasta alcanzar rápidamente el Collado de Bacún, donde de nuevo, se nos van los ojos, hacia el Valle del río Aurin, que seguro otro día visitaremos, para ascender a la Pala de Alcañiz.

Desde el Collado, seguimos por el cordal, dirección Sur/Oeste, hasta alcanzar la base del Pico Bacún, donde comenzamos a ascender, siguiendo las trazas de una trocha, que se pierde en determinados puntos, pero que no ofrece mayor dificultad, que ir trazando zetas, para ganar los casi 150 metros de desnivel positivo que nos quedan hasta la cima.

A diferencia de la Punta Espata, en la loma de ascensión al Bacún, todavía se conservan algunos neveros, que pasamos sin calzar crampones, ya que la nieve no esta dura, y además podríamos evitarlos, dando un rodeo.

Cuando apenas han transcurrido veinte minutos desde que iniciamos el descenso desde la Punta de la Espata, coronamos la segunda de las cimas, el Pico Bacún Norte, desde el que obtenemos unas bonitas vistas de la Punta Espata, con todo el Macizo del Collarada de fondo, y la Peña Retona.

Conseguido el objetivo, nuestras cabezas se van calentando, "ya que estamos aquí", podemos ir hasta una de las cimas que forman el cordal del Bacún; hacia el Sur/Este al Pico de La Lera, y al Sur/Oeste al Picón Bacún Sur, opción que finalmente elegimos.

Dicho y hecho, nos ponemos en marcha, caminamos dirección Sur/Oeste por el cordal, que se encuentra cubierto por una fina capa de nieve, que nos viene de perlas, para refrescar nuestros recalentados pies, ya que pensando en calzar crampones, hemos cambiado las zapatillas de trail, por las botas de montaña.

Chino a chano, vamos recortando los metros que nos quedan hasta la cima, el terreno es cómodo de andar, y no ofrece apenas resistencia; además como vamos charrando, se nos pasa volando y en cuestión de minutos, llegamos a la cima Sur del Pico Bacún, en el que las vistas son similares.

Ahora nos toca regresar sobre nuestros pasos, aunque me viene a la cabeza, que desde la cima del Bacún Sur, se podía seguir en circular hasta una cima secundaría, que se llama la Punta de la Selva, ya que este recorrido, era el plan C, para el verano pasado.

Se lo comento a Rubén, que saca un mapa de la zona, y comprobamos junto con el mapa del GPS, que es posible bajar hasta la Punta de la Selva, aunque a partir de ahí, tenemos que encontrar un sendero, que según el mapa, sale dirección E hacia la Fuente del Paco, aunque no sabemos en que condiciones estará, ni si nos será fácil encontrarlo, ya que a veces, estos senderos que salen marcados en los mapas, se encuentran en desuso, cerrados por la vegetación.

Por el momento, vamos a descender un poco, a ver si encontramos sendero; en caso afirmativo seguiremos descendiendo, y sino regresaremos hasta la cima del Bacún Sur, e iniciaremos el descenso por la vía habitual.

Desde el mismo vértice geodésico, iniciamos el descenso por una loma herbosa, que no ofrece ninguna dificultad, poco poco la pendiente se va suavizando, alcanzamos el cordal por el que nos adentramos en el pinar de la Coasta, donde comenzamos a ver unas marcas blancas y amarillas del PR.2 que se sencuentran situadas principalmente en las mugas, que tienen toda la pinta de ser recientes, y que imaginamos deben ir hasta Villanúa, aunque otro cantar será encontrar el sendero que nos lleve hasta la Fuente del Paco.

Como se hace la hora de comer, y aun nos quedan unos cuantos kilómetros para terminar, aprovechamos la sombra que nos ofrecen los pinos, para hacer una parada, comemos, bebemos y descansamos un buen rato, porque no tenemos prisa.
    
Desde la cima de la Punta Espata, podemos ver el Pico de la Lera (izda) y el Bacún Norte (drcha)
Al cual nos dirigimos, bajando los primeros metros por la cresta y luego por la loma
Hasta alcanzar el collado de Bacún, donde comenzamos a remontar la ladera
Alternando la hierva con algunos neveros que cruzamos sin calzar crampones, coronando la cima del Bacún Norte
En la que disfrutamos de las vistas de la Punta Espata, Collarada y la Peña Retona
Para continuar caminando por el cordal hacia la cima del Bacún Sur
Cubierto por una fina capa de nieve, por la que avanzamos
Rápidamente, hasta llegar al vértice geodésico del Bacún Sur
Donde echamos una mirada a nuestra espalda, para ver el valle de Aisa
En la cima, en vez de regresar sobre nuestros pasos, bajamos directos por una amplia loma
Hasta adentrarnos en el pinar de la Coasta
Por el que avanzamos siguiendo las marcas blancas y amarillas del PR.2
Que se encuentran en las mugas, donde atravesamos una bonita pradera
Para volver bajo la protección del bosque, en el que aprovechamos la sombra de los pinos, para comer

Después de comer, nos ponemos en marcha siguiendo el sendero, por el que vamos por medio del pinar, que sobre la cota 1615 metros desemboca en un camino de tierra, que pensamos que debe venir desde el despoblado de Cenarbe, perteneciente al municipio de Villanúa, cuyo topónimo le viene del vasco antiguo Azenari-be, que significa suelos de zorros.

Como intuimos que en este lugar o cerca de él, se puede encontrar el sendero que nos permita bajar hasta la Fuente del Paco, buscamos por los alrededores alguna marca o hito, aunque lo único que vemos es un bancal, que se adentra en el pinar, y que parece no tener continuación, mucho más lejos de donde abarca la vista.

Así que por el momento, vamos a seguir tomando de referencia las marcas blancas y amarillas del PR.2, por lo cual, proseguimos por la trocha, marcada en su entrada con un hito, por la que bajamos dirección Suroeste, por medio del pinar, donde dejamos a nuestra derecha, la tachuela de la Punta de la Selva, a la que preferimos no acercarnos, a pesar de encontrarse a tan solo unos metros.

A medida que vamos perdiendo desnivel, los restos de trocha que seguimos, se va transformando en un amplio camino de tierra en desuso, que va realizando continuas lazadas y que tiene toda la pinta, que se construyo para bajar la madera de la Selva de Villanúa al pueblo, por los restos de árboles que nos encontramos.

Poco a poco, notamos como la vegetación va cambiando, ahora estamos atravesando un terreno más agreste y entre los pinos, vemos que más abajo están las vías del tren del Canfranero, por lo que nos damos cuenta, de que hemos perdido demasiado desnivel, y en algún lugar nos hemos pasado el desvío.

Recordando un poco el descenso, hace casi un kilómetro, hemos pasado junto a un madero tirado en el suelo, y un hito de piedras, imagino que ese tiene que ser el desvío, así que ahora, nos toca recuperar los 150 metros d+, que hemos bajado de más, por lo que retrocedemos sobre nuestros pasos, hasta alcanzar el madero, donde comprobamos que efectivamente, hay una bifurcación.

En este punto, abandonamos el PR.2, y seguimos por el camino madedero, algo más estrecho, pero de idénticas condiciones, por el que vamos perdiendo desnivel de forma más suave, realizando continuas lazadas, hasta que casi cuando estamos llegando al final del camino, el mapa del GPS, nos indica que justo en la penúltima curva, esta el inicio del sendero que buscamos.

Haciendo caso al mapa, llegamos a la curva, al principio observamos trazas de una trochapor la que nos internamos en el pinar, pero a los pocos metros, está desaparece, y tenemos la impresión, de que vamos a tener que salir de allí, bosque a través.

A medida que descendemos, los acebos y zarzales, comienzan a cerrar el bosque, nos movemos con cuidado para no acabar en el suelo, o con un ramazo en la cara; con un poco de suerte, llegamos a una pronunciada barranquera, que se encuentra limpia de vegetación, por la que comenzamos a descender, realizando algún sencillo destrepe, en la que no puedo evitar dar algún que otro culetazo, sin ninguna repercusión.

Chino a chano, vamos perdiendo desnivel, más lento de lo que esperábamos, con la incertidumbre, de que esta barranquera no acabe en un cortado, y tengamos que darnos media vuelta, aunque creo recordar que a Daniel del Blog Cronicas Montañeras, le paso lo mismo que a nosotros, pero consiguió salir de aquí, sin tener que dar la vuelta.

Cuando llevamos casi medio kilómetro de descenso, Rubén me avisa, que por fin a llegado al camino que va hacia la Fuente del Paco; un minuto más tarde lo alcanzo, y ya más tranquilos, seguimos en suave ascenso, hacia la Fuente del Paco, cuya cercanía se hace notar, por los grupos de familias, que nos vamos encontrando a nuestro paso.

Cerca de la fuente, el camino se convierte en una amplia pista, por la que llegamos hasta el refugio, que no se encuentra en muy buen estado, y unos metros más abajo, al área recreativa de la Fuente del Paco, cuyo nombre le viene, porque Paco en aragonés, se utiliza para denominar a las laderas sombrías, donde los rayos del sol apenas dan.

En la fuente, aprovechamos para refrescamos, después, regresamos a la pista principal, por la que caminamos, disfrutando por última vez de las vistas, que hay entre las ramas de los árboles, de las cimas del Valle de Aisa, y por la que alcanzamos el puente que salva el barranco del Bozuelo, donde cerramos esta bonita e improvisada circular.

Al final, entre idas y venidas, han salido 15 kilómetros, y 1.375 metros d+, en el que la mejor opción, es realizar la circular desde Villanúa, por el PR.2, aunque si se está acostumbrado a jabalinear, esta también es una buena opción.

Después de comer, reanudamos la marcha descendiendo por una trocha
Por la que vamos por medio del pinar
Que sobre la cota 1615 metros, desemboca en la pista que viene desde Cenarbe
Donde continuamos dirección Suroeste, dejando a nuestra derecha la Tachuela de la Punta de la Selva
En el que a medida que vamos perdiendo desnivel, la trocha se va transformando en sendero
Hasta que llegamos a un cruce con un tronco tumbado, donde abandonamos el PR.2 que baja a Villanúa
Para coger a mano derecha un viejo arrastradero, que en la penúltima curva
Da paso a una trocha que desaparece en medio del pinar, por el que avanzamos
Buscando las zonas más despejadas, hasta llegar a la altura de una barranquera
Por la que descendemos con cuidado, realizando algún sencillo destrepe
Disfrutando de las vistas
Hasta salir a la pista de la fuente del Paco, por la que caminamos hasta llegar 
A el área recreativa de la fuente del Paco
Luego, regresamos al camino principal por el que cerramos la circular
Disfrutando de las montañas del valle de Aisa, que despuntan sobre las copas de los árboles

9 comentarios:

  1. Hola Eduardo.

    Que chulada de ruta. Esas vistas desde la Punta Espata son cojonudas y esa mezcla de neveras y collado herbosos han hecho acrecentar mis ganas de Pirineos más de la cuenta. Que largos se me van a hacer estos dos meses, y conociendo a Dani seguro que ya habrá estado y estará en las fechas próximas y me pondrá los dientes más largos aún.
    Yo soy más de esas laderas de umbría, vamos que soy más de Paco.

    Un saludo.

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    1. Efectivamente Paco, digo Toni. Te vamos a poner un poco más largos los dientes jeje, que este finde toca en mi blog crónica pirenaica, de la asceensión que hicimos hace tres semanas en la Val d'Aran.

      Ya queda menos para agosto!!!

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    2. Hola Toni.

      La Punta Espata como pico no es gran cosa, pero el recorrido en general, es fantástico, además con esa dosis de aventura final, le da un plus.

      Yo también soy de Paco, donde haya un buen bosque, que se quiten las solanas.

      Un saludo

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  2. Hola Edurado.

    Bonita circular en el entorno de la preciosa Collarada. Punta Espata es de modesta altura, pero tiene una estampa realmente imponente, y unas vistas sensacionales. Muy bien pensado continuar la cuerda hacia los Bacún, y luego buscarse un poco las habichuelas para rematar la circular, estas rutas incluso saben mejor con ese toque de exploración, aunque a veces ello lleve a despistes y tener que hacer un poco más de desnivel del planeado al inicio jeje.

    Un saludo!!

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    1. Hola Dani.

      Sin duda lo mejor del recorrido, son esas vistas continúas hacia Collarada, por más que ves en Macizo, no te cansas de disfrutar de él, aunque también te digo, que el Valle del río Aurín, es precioso, y muy poco frecuentado.

      La circular como digo en la crónica, la pensé sobre la marcha, el verano pasado estuvimos de nuevo en Jaca, y era el plan C, para el día grande. El tramo de jabalinear, si estas aconstumbrado, pues tampoco es para tanto, al final es media hora, en un recorrido de más de siete horas, y con paciencia se supera, eso si, los 150 m d+, que no toco hacer por pasarnos, nos supieron a cuerno quemado, jeje.

      Quedo pendiente de esa crónica del Val d'Aran, estuvimos hace unos años, y nos gusto mucho, no me importaría volver, además hay unas ferratas muy guapas.

      Un saludo.

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  3. Tasca, nieve y cresterío de amplias miras, atracción del vedado valle que en otro momento se visitará, intuición, tesón y algo de suerte también conforman una extensa circular que se archiva entre los agradables recuerdos montañeros.

    Salud y Montaña, compañeros.

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    1. Hola Carmar.

      Ya sabes, que estamos negociando esa ruta al Valle del río Aurín, a ver si nos ponemos de acuerdo, esa pista tan larga, yo prefiero hacerla en bici.

      Aunque no estuviste, no pudo faltar el tramo intrincado de la jornada, si es que si no hay, lo buscamos, jeje.

      A ver si nos vemos pronto, que te cuesta venir por Zaragoza.

      Salud y Montaña!

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  4. Hola Eduardo:

    Vaya pedazo de entrada que te has marcado, ya más detallada no se puede, y el reportaje fotográfico es muy bueno.

    Que celos más grande que me has dado, los pirineos los tenemos algo lejos y no tenemos muchas ocasiones de poder ir, por esos rincones que nos enseñas. Aunque Dani no sé de donde saca el tiempo para que cada dos por tres esté por allí.

    Saludos.

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    1. Hola.

      Muchas gracias, la verdad que me gusta detallar las entradas, las fotos no tiene mérito, porque con un paisaje así, es difícil no hacer buenas fotos.

      Lo pirineos os caen lejos, pero tenéis cerca la Sierra de Gudar, que también merece la pena, y que yo en cambio apenas conozco, a mi me pasa con otros lugares, como Picos de Europa, salvo que vivas en Madrid, que más o menos todo cae "no muy lejos", el resto nos tenemos con contentar con disfrutar de unas zonas.

      Un saludo.

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