Situado
en el Valle de Ansó, dentro del Parque Natural de los Valles
Occidentales, el hayedo-abetal, del bosque de Gamueta, ocupa
alrededor de 100 hectáreas, y es el bosque montano mejor conservado
del Pirineo Meridional, debido a que la mano del hombre, apenas a
intervenido, conservando las características estructurales
originales.
En
su interior, habitan especies animales en peligro de extinción, como
el oso pardo, del que tan solo quedan dos ejemplares machos en todo
el Parque Natural, y alberga el mayor conjunto de árboles
monumentales de Aragón, en el que destaca el Abeto Blanco, situado en las zonas más umbrías y frías del barranco, alcanzando alturas
de hasta 30 metros.
Este
año, nos vamos diez días a Jaca, que utilizaremos como campamento
base; tras unos primeros días de ocio (piscina, pádel, tapeo y
alguna visita cultural), aprovechamos la visita de mi hermano, para
realizar una ruta de media mañana, en el que entre todas las
opciones, nos decantamos por el sendero ecológico, que en circular,
recorre el bosque de Gamueta.
Como
es un recorrido de media mañana, y queremos comer en el restaurante del
Camping de Zuriza, del que siempre guardo muy grato recuerdo, no madrugamos. Sobre las 10:30 llegamos al refugio de Linza, que
a estas horas se encuentra bastante concurrido, nos acercamos a echar
un vistazo; después, caminamos hasta uno de los extremos del
aparcamiento, en el que se sitúa un panel informativo, sobre la ruta
que vamos a realizar.
Desde
aquí, iniciamos el recorrido, cruzamos una barrera de madera;
avanzamos durante doscientos metros dirección Sur/Este, por un
camino adaptado para personas con movilidad reducida, por el que andamos cómodamente, observando el tajo que ha formado en la
montaña, el Achar del Caballo, y de alguno de los principales picos
de la zona, como el Mallo Acherito.
En
menos de cinco minutos, nos plantamos en el merendero del Plano de la
Casa, lugar en el que abandonamos el camino acondicionado, giramos a
la derecha, y tras pasar el exiguo cauce del barranco de Petrechema,
por un puente de madera, enlazamos con un amplio camino herboso, por
el que vamos dirección Oeste, pegados a las lindes del bosque,
disfrutando de las vistas que tenemos del Pico Maz (como se le conoce
en el Valle de Ansó), o Txamantxoia, que con su forma piramidal,
hace de frontera natural entre Aragón y Navarra.
Rápidamente,
el camino hace un giro de 90º a la izquierda, en apenas unos metros,
este se transforma en un bonito sendero, por el que en suave ascenso,
nos adentramos en el espectacular bosque de Gamueta, donde el haya es
el principal protagonista.
Poco
a poco, la pendiente se va acentuando, el sendero comienza a
describir sucesivas lazadas, que facilitan el ascenso; a medida que
ganamos desnivel, el bosque va clareando. No muy lejos, ya podemos
ver el collado que forma el Achar del Caballo, donde grandes bloques
de caliza, recubiertos de musgos, se entremezclan con las hayas.
Tras
superar este espectacular tramo, el terreno se endurece, afrontamos
la rampa más fuerte de todo el recorrido, donde cada uno va a su
ritmo, ganando metro a metro, hasta alcanzar la hendidura que forma
el Achar del Caballo, lugar en el que se ubican varias vías de
escalada deportiva, equipadas con parabolts o químicos, con una
dificultad que oscila desde el 4a hasta, el 7a.
En
el collado, aprovechamos para reagruparnos, mientras disfrutamos de
unas fantásticas vistas, que este día tan despejado nos ofrece, de
dos clásicos de la zona, como la Sierra de Alano, y la Peña
Ezcaurre, que desde Zuriza, tiene una vía de ascenso, bastante
corta, pero muy fuerte, que cuenta con ser la segunda extensión de
Lapiaz más importante del pirineo, después del macizo de Larra, en
el Valle de Belagua.
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Estacionamos la furgoneta en el aparcamiento del refugio de Linza y vamos hasta uno de sus extremos |
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Donde tras sortear la barrera, comenzamos a caminar con vistas al Achar del Caballo |
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Y a uno de los principales picos de la zona, el Mallo Acherito |
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Después, cruzamos la barrera para comenzar a caminar por un camino adaptado |
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Hasta llegar al merendero del Plano de la Casa, donde cruzamos el barranco de Petrechema |
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Para enlazar con un camino herboso, por el que continuamos dirección Oeste con vistas al pico Maz |
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Tras un giro a la izquierda, nos adentramos en el bosque de Gamueta |
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Por un bonito sendero que en fuerte pendiente |
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Vamos progresando a la sombra de las hayas |
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Que cerca del Achar del Caballo, se entremezclan con grandes bloques de caliza
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Tras superar este bonito tramo, afrontamos una fuerte rampa |
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Hasta llegar al Achar del Caballo, que ofrece unas preciosas vistas de la Sierra de Alano y la Peña Ezcaurre |
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Desde
el Achar del Caballo, emprendemos el descenso por una amplia zona de
pastos, dirección Sur, tomando de referencia las marcas verdes y
amarillas del itinerario ecológico, realizado entre los años
2005/2007, que nos permite disfrutar de este espectacular
hayedo-abetal, favorecido sin duda, por el clima atlántico que hay
en este valle, en el que se alcanzan precipitaciones cercanas a los
1.800 litros anuales.
Antes
de seguir, le indico a mi padre el camino de regreso, que no tiene
mayor dificultad, que alcanzar la pista que se ve desde este punto, y
luego regresar por ella hasta el refugio de Linza.
El
resto, continuamos dirección Este por terreno de falso llano, fácil
de caminar, alternando preciosos tramos de bosque, que nos ofrecen
una buena sombra, con pequeñas zonas de pastos, desde la que
divisamos como se alza entre el tupido bosque, el circo de Gamueta,
fácilmente identificable por la brecha de Gamueta que separada las cimas del
Anzotiello, y el Mallo Gorreta.
La
proximidad del barranco de Gamueta, hace que en este terreno
pedregoso, donde más le gusta vivir al haya, podamos ver algunos
ejemplares de mayor porte. En sus ramas, todavía observamos como
permanece ya abierta alguna vaina leñosa, que envuelve al hayuco,
el fruto del haya, una especie de piñón comestible por el hombre,
aunque habitualmente sirve de alimento para los animales.
Sobre
la cota 1.450 metros, el bosque se abre a lo lejos, y podemos apreciar
el valle sinclinal que forman las follas de Gamueta, por la que
transcurre el barranco de Gamueta, hacia el que descendemos por un
herboso sendero, con vistas al Circo de Gamueta, que a medida que
perdemos desnivel, se hace menos visible.
Una
vez en el fondo del valle, alcanzamos una bifurcación de senderos
perfectamente señalizada, donde tenemos la posibilidad de ampliar el
recorrido, subiendo a alguna de las cimas próximas, yendo por la
Plana Diego.
Como
no es nuestro caso, nosotros vadeamos por las piedras, el barranco de
Gamueta, que por estas fechas apenas lleva caudal, después,
continuamos en ascenso dirección Sur, durante apenas cincuenta
metros, hasta alcanzar las lindes del bosque, donde a la sombra de un
majestuosa haya, nos detenemos para descansar, y comernos un bocata
de tortilla de patata, mientras disfrutamos de las vistas.
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Ahora, continuamos dirección Este |
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Alternando tramos de bosque |
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Con pequeñas zonas de prados |
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Desde el que divisamos por encima del bosque, el Circo de Gamueta |
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A medida que avanzamos, el terreno rocoso |
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Y la proximidad del barranco de Gamueta |
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Hace que en este tramo de bosque, veamos hayas de mayor porte |
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Donde en sus ramas, todavía permanece ya abierta, la vaina que envuelve el hayuco |
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Sobre la cota 1450 metros, salimos por unos minutos a cielo abierto |
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Observando el valle sinclinal que forman las Follas de Gamueta, hacia el cual nos dirigimos por un sendero |
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Hasta llegar al fondo del valle, en el que el sendero se bifurca en dos, tomando el ramal de la derecha |
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Por el que vadeamos el barranco de Gamueta y continuamos en ascenso dirección Sur |
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Hasta llegar a las lindes de hayedo, donde hacemos una pausa para almorzar |
Con
el estómago contento, nos ponemos de nuevo en marcha, por terreno
llano, tomando de referencia las marcas verdes y amarillas, donde nos
vamos encontrando con viejos troncos de haya, de enormes dimensiones,
en el que los diversos grupos que pasan junto a ellos, se detienen
para fotografiarse.
Poco
a poco, comenzamos a descender, tras un giro a la derecha, la
pendiente se acentúa, las hojas, y los hayucos en en suelo, hacen que el piso resbale bastante, así que con precaución, vamos
descendiendo a media ladera del hayedo,donde comprobamos como las
inclemencias del tiempo (nieve, lluvia, viento) han tirado algunos
ejemplares al suelo, y otros sobreviven estando en constante
movimiento, curvándose para poder para mantenerse en pie.
En
este bonito tramo del hayedo, el trasiego de personas es mínimo, el
silencio es absoluto, tan solo roto por el repiqueteo de un pájaro
carpintero, en el tronco de un haya, que no vemos, aunque creemos que
puede tratarse de un Pico dorsiblanco, especie autóctona del
pirineo, que tan solo se encuentran en el bosque de Gamueta, y en la
Selva de Irati.
A medida que nos vamos introduciendo en el fondo del barranco, la humedad se hace más intensa, debido a la cercanía del barranco de Gamueta, al que llegamos tras realizar varias lazadas, y que en su deambular por medio del hayedo, forma un recoleto rincón, en el que nos detenemos un rato.
Junto a un puente de madera, descendemos hasta el lecho del barranco, donde alguna solitaria haya, sobrevive entre un mar de piedras. El exiguo caudal que lleva el barranco, nos permite caminar por el, así que lo remontamos hasta alcanzar la cascada de Gamueta, que en tiempos de lluvia, forma un bonito salto de agua, y en cuya poza de recepción nos fijamos, intentando ver algún tritón pirenaico, aunque sin éxito.
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Luego, seguimos caminando por un terreno llano, tomando de referencia las marcas verdes y amarillas |
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Donde poco a poco, vamos descendiendo ligeramente |
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Hasta que el sendero realiza un giro a la derecha, en el que la pendiente se acentúa |
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Observando a nuestro paso, como las inclemencias del tiempo, han tirado varias ejemplares de haya |
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Y otras sobreviven estando en constante movimiento, curvándose para mantenerse en pie |
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Después de varias lazadas, llegamos al barranco de Gamueta |
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En cuyo cauce sobrevive alguna solitaria haya |
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Que debido a su exiguo caudal, lo remontamos hasta llegar a la Cascada de Gamueta |
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En cuya poza de recepción nos fijamos, en busca de algún tritón pirenaico |
De
vuelta al sendero, cruzamos el barranco de Gamueta, por el puente de
madera; una vez en la otra margen, llegamos a una pequeña explanada,
donde hay un panel informativo sobre el bosque de Gamueta.
Tras
ojearlo, continuamos el recorrido, rápidamente el sendero se
transforma en una amplia pista de tierra, por la que caminamos
dirección Oeste, siempre tomando de referencia las marcas verdes y
amarillas, paralelos al cauce del barranco de Gamueta, que discurre
unos metros más abajo, de donde nos encontramos.
Al
ir por pista, el bosque en este tramo se abre, las hayas que
inicialmente ocupaban toda la extensión del bosque, ahora se
entremezclan con espectaculares ejemplares de abeto, pino y tejo,
cuya edad supera alguno de ellos, los 300 años.
Por
unos instantes, el bosque se cierra de nuevo, apenas dejando pasar
los rayos de sol; sobre la cota 1.280 metros, cuando el barranco de
Gamueta, desemboca en el río Veral, enlazamos con la pista que desde
Zuriza va hasta el refugio de Linza.
Para evitar el trasiego de coches, preferimos caminar dirección Norte/Oeste, por la zona de pastos, que hay entre el barranco de Petrechema, y la pista, por los que llegamos a la fuente de los Clérigos, en la que nos detenemos un instante para refrescarnos, con vistas al pico Maz o Txamantxoia.
Echando
un vistazo al mapa, comprobamos que cerca de la fuente, hay un par de
dólmenes, como no sabemos si todavía estarán (más de una vez nos
ha pasado que están en el mapa, y luego ya no existen o su
localización es otra), decidimos obviarlos.
De vuelta a la pista, continuamos por ella durante medio kilómetro;
tras una curva a la derecha, alcanzamos el Plano de la Casa, donde
vemos como una grupo de escaladores, se entretienen en las Placas de
Linza, que son unas vías de iniciación de un solo largo, que cuenta
con una dificultad que va desde el 3º, hasta el 5+.
Desde el Plano de la Casa, los últimos metros, los hacemos por la pista, disfrutando de las vistas hacia el Mallo Acherito; tras un par de
minutos, alcanzamos el refugio de Linza, donde cerramos el circulo de esta maravillosa
ruta, que nos ha permitido descubrir, el espectacular paraje del
Bosque de Gamueta, al que sin duda tenemos que volver en otoño.
Una
vez en el coche, nos vamos hasta el camping de Zuriza, donde nos
comemos unas fantásticas migas pastor, con sus respectivas chuletas,
sin comentarios ...
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De vuelta al sendero, cruzamos por un puente de madera el barranco de Gamueta |
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Una vez en la otra margen, el sendero se transforma en una pista |
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Por la que avanzamos tomando de referencia las marcas verdes y amarillas |
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En un bosque, donde las hayas se entremezclan con abetos, pinos y tejos |
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Que nos ofrecen una agradable sombra |
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Sobre la cota 1.280 metros, enlazamos con la pista que va desde Zuriza al refugio de Linza |
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Pero en vez de ir por la pista, avanzamos por la zona de pastos |
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Hasta alcanzar la fuente de los Clérigos |
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De nuevo en la pista, caminamos hacia el Plano de la Casa |
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Disfrutando de las vistas hacia el pico Maz |
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Hasta llegar al Plano de la Casa, en la que se ubican las Placas de Linza |
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Donde recorremos el último tramo por la pista, con vistas al Mallo Acherito |
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Hasta que alcanzamos el refugio de Linza, donde cerramos está espectacular circular |
Un "círculo" muy bien trazado, donde el haya acoge bajo sus fresca sombra a los caminantes, embebiéndose estos de todos los aromas del bosque a la par que son contemplados por los espíritus que los pueblan.
ResponderEliminarCada vez buscamos más estos parajes, idílicos y sosegadores, que nos permiten alejarnos del habitual trajín y dedicar unas preciosas horas al mero sentir de la naturaleza.
Un recorrido muy bien elegido y reflejado en estas fotografías que lo transmiten plenamente.
Un abrazo.
Hola Carmar.
EliminarRecorrer los hayedos, siempre es un gusto para los cinco sentidos, buena sombra, rincones de gran belleza, y mucha tranquilidad, a pesar de ser un recorrido bastante concurrido.
Un saludo
Hola Eduardo:
ResponderEliminarComo siempre una crónica muy bien explicada, aunque con esas pedazo de fotos, aunque no pusiera ni una sóla palabra quedaría más que bien explicada.
Esos bosques se agradecen en estos meses de más calor y creo que has acertado en la distancia, no es necesario hacer grandes distancias, para disfrutar de un gran día en la montaña.
Saludos compañero.
Hola Eulogio.
EliminarLas fotos en estos parajes salen solas, no hace falta ni ser un buen fotógrafo, ni llevar una gran cámara, jeje.
Recorrer un hayedo siempre es reconfortante, y al ser tan tupidos, ofrecen una buena sombra, algo que no sucede con los robledales o los encinares.
Un saludo.
Hola Eduardo.
ResponderEliminarJejeje, como mola ver fotos de un excelso paraje en que acabo de estar, solamente de hace dos semanas.
El bosque de Gamueta maravilloso a tenor de tus frescas fotos, y de trocito por el que fuimos nosotros, y digo trocito pues nosotros pasamos por el al bajar del Acherito (subimos por el barranco del Petrechema y bajamos por un piso superior y paralelo a dicho barranco para pasar por el paso del oso y luego el Achar del Caballo). Ya lo verás en el blog de Dani, ya que yo suelo tardar unos mesecitos.
Muy bonita entrada y muy bien detallada, y si, cuando uno está harto del calor y de la sequía se viene a este bosque, paseo ruta y se le van todos los males.
Un saludo.
Hola Toni.
EliminarPues espero que hayáis tenido suerte con el tiempo, porque yo iba a subir cuatro días sueltos al pirineo, para hacer algo, y al final solo he podido ir uno, porque siempre daban tormentas, de echo hoy íbamos a realizar una circular por Panticosa, y aquí ando en casa.
Si, para subir al Acherito, esa suele ser la circular más utilizada, subir por las Foyas del Ingenerio, y bajar por el sendero que desemboca en el Achar del Caballo, y que algunos le suman la subida al Chinebral de Gamueta, que no pilla muy lejos.
Aunque sea cortito,ese tramo de bosque, da una idea de lo que uno se puede encontrar, en el bosque de Gamueta, estaré atento a la entrada de Dani.
Un saludo.
¡Que bonitos los valles occidentales! nunca me cansaré de visitarlos por muy recorridos que los tenga.
ResponderEliminarBien elegida excursión para la familia.
Salud!
Hola Pirine.
EliminarPues si, lastima que caen un poco a desmano, porque sino, iría muchas más veces. Es una zona, que ofrece muy diversos paisajes.
Un saludo
Hola Eduardo.
ResponderEliminarPreciosa ruta familiar y muy completo reportaje.
Visto lo visto, precioso el Bosque de Gamueta, por el tramo que recorrimos en la ascensión al Acherito, y sobre todo por tus fotos, que te han quedado muy chulas. Son una pasada todos estos hayedos más occidentales de los Pirineos, pero los de esta zona son muy especiales, por que justo al lado tienen multitud de zonas kársticas que absorben como una esponja toda el agua caída durante el invierno (de hecho en Linza todos los veranos hay restricciones de agua), por eso choca más encontrar estos vergeles en una zona tan árida como esta.
Damos fe que en el restaurante de Zuriza se come de 10, jejeje.
Un saludo.
Hola Dani.
EliminarLos valles occidentales ofrecen unos hayedos extraordinarios, de una gran belleza, un gran ejemplo es el bosque de Gamueta, pero la Selva de Oza, también es preciosa.
La verdad que con estos paisajes, hacer buenas fotos es sencillo, tan solo hay que disparar y poco más.
La próxima entrada te gustará ...
Un saludo