La sierra del Moncayo, tiene una extensión de 25 kilómetros de largo por 8 kilómetros de ancho, siendo su máxima elevación con sus 2.314 metros, el pico Moncayo o San Miguel, situado entre las provincias de Zaragoza y Soria.
Desde el punto de vista geológico, el espacio está dominado por materiales silíceos (areniscas, lutitas, conglomerados) que constituyen el núcleo del macizo, si bien en las zonas periféricas aparecen materiales calcáreos (calizas y dolomías).
Con dos vertientes claramente diferenciadas, la cara Sur es más soleada, contiene una representación de pinares, encinares, quejigos o arces, que en las zonas altas dan paso a los sabinares rastreros con efedras y cojines de monjas, que, sobre un suelo calizo erosionado por el agua a lo largo de los siglos, a formando un sinfín de barrancos, simas o cuevas.
En contraste, la cara Norte es más húmeda y fría. Alberga bosques húmedos, dispuestos en pisos altitudinales, en función de sus requerimientos de humedad y temperatura, situándose en las zonas más bajas los encinares, que dan paso a mayor altitud a rebollares y hayedos, enlazando en las partes altas con frondosos pinares de pino silvestre, que a partir de los 1.700 metros son formados de pino negro, siendo ambas especies fruto de una repoblación, debido al pastoreo intensivo y al carboneo, que dejó desnudo una importante parte del monte.
Las ascensiones más habituales, son desde la parte aragonesa por el GR.90.1 y desde la parte soriana, remontando el cauce del río Transmoncayo (La Cueva de Ágreda). En invierno, para evitar la exposición que ofrece la subida por la vía de verano (trampolín), se accede a través del Cucharón, pero existen otras alternativas algo más complejas técnicamente, como la ascensión por el corredor de los Gendarmes e incluso más solitarias, como son los corredores que ascienden por el circo de Morca (corredor Oeste PD, 200 metros y 45º), que es la opción elegida para llegar a la cima del Moncayo, en compañía de Ángel (A un Paso de la Cima) y Félix.
Hacía años, que llevaba en mente esta actividad, pero, necesita algún compañero, porque, es una actividad, que no me apetecía hacer en solitario. El día ha llegado, así que, quedó en el área de servicio Valcarcel con Ángel y Félix, donde tomamos un café, mientras trazamos en plan definitivo, ya que traemos varios ases en la manga, dependiendo de las condiciones en las que se encuentra la carretera de acceso al aparcamiento de Haya Seca.
Con tranquilidad, vamos hasta Vera del Moncayo, cogemos la pista asfaltada y pasada el área recreativa de la Fuente de la Teja, llegamos a un control, donde nos indican, que para poder subir, necesitamos ruedas de invierno y cadenas, así que, como llevamos ambas (las cadenas en el maletero), continuamos subiendo por la pista, que tiene algunas placas de hielo.
Sobre las diez de la mañana y con mucha pericia (que bien conduce Félix y que bien van las ruedas de cuatro estaciones), llegamos al aparcamiento de Haya Seca, donde hay media docena de vehículos, en una mañana fría pero agradable (el termómetro marca -2º), donde dejamos prendas de abrigo en la mochila, porque en el cordal, anuncian algo de viento y una sensación térmica de -14º.
Con todo preparado, comenzamos a caminar por la pista de tierra, disfrutando de las vistas hacia los pirineos y la sierra de la Nava Alta, pasando por el paredón rocoso, en el que relumbran las chapas, de una pequeña escuela de escalada, con ocho vías, que van desde el V de Cifras y Letras, hasta el 6c de El expedicionario, preludio del Santuario de Nuestra Señora del Moncayo, que, a pesar de tener bajada la barrera, está abierto, mientras seguimos caminando, hasta llegar a la plazoleta, en la que se sitúa la fuente de San Gaudioso, en la que convergen los dos ramales del GR.90.1 y ya por sendero, ganamos unos pocos metros más, hasta alcanzar un cruce, donde tenemos la opción de subir al Moncayo por el circo de San Miguel o ir hacia el collado de Bellido.
La idea inicial, es subir por el circo de Morca, aunque, vemos que no hay huella, cosa que tampoco nos extraña, ya que, todo el mundo sube por las diferentes vías del Circo de San Miguel, así que, de momento, seguimos hacia el collado de Bellido, que si la nieve está muy profunda, siempre queda la opción de darse media vuelta o recortar la circular, bajando por la Directa, por lo que continuamos por un bonito sendero, que rápidamente nos introduce en un espectacular pinar, tomando de referencia las marcas blancas y rojas del GR.90.1, alternando largos tramos de pinar, con pequeños claros, en los que disfrutamos de las vistas.
De nuevo en el pinar, continuamos caminando por el manto de nieve, que no tiene mucho espesor y está algo compactado, por lo que, a pesar de no haber huella, avanzamos sin apenas esfuerzo, observando entre las ramas, la silueta del circo de Morca y a lo lejos, el collado de Bellido, tras el que se elevan las principales montañas de la sierra de la Nava Alta.
Unos metros más adelante, salimos a una zona despejada, cerca de la base del pico Morca, que está venteado, donde vemos un corredor bastante tumbado que asciende a su cima, que es una de las opciones que barajamos, pero, parece sencillo, así que al final, nos vamos al circo de Morca, por lo que continuamos caminando por el pinar, en el que hacen acto de presencia algunos acebos, hasta alcanzar el barranco de Morca, que atraviesa una especie de cortafuegos, por el que comenzamos a subir por la margen izquierda del barranco (orográfica), tomando de referencia los hitos que hay colocados a lo largo de su curso, aunque, no tiene mayor complicación, que ir todo recto, ya que el circo de Morca, lo tenemos enfrente.
Buscando los mejores pasos, en esta zona, la nieve está algo más blanda, así que nos relevamos para hacer huella, hasta alcanzar la base del circo de Morca, donde aprovechamos las rocas desnudas de la morrena para descansar, comer un poco y ponernos los crampones, mientras observamos los dos corredores principales que asciende a la parte superior, que intuimos, será el de la derecha, ya que, tiene una salida más tumbada, pero, hasta que no estemos cerca, no lo sabremos a ciencia cierta.
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Sobre las 10 de la mañana, llegamos a Haya Seca, preparamos las mochilas |
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E iniciamos la circular, caminando por la pista de tierra |
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Disfrutando de las vistas hacia el Cabezo de la Mata, la sierra de la Nava Alta y los Pirineos |
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Pasando por el paredón rocoso, en el que se ubica una pequeña escuela de escalada, compuesta por ocho vías |
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Preludio, del Santuario de Nuestra Señora del Moncayo, donde seguimos caminando, para continuar ya por sendero |
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Hasta alcanzar un cruce, donde tenemos la posibilidad de subir al Moncayo por el circo de San Miguel o por el collado de Bellido |
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Opción está última por la que nos decantamos, adentrándonos en un bonito pinar, tomando de referencia el GR.90.1 |
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En el que vamos alternando tramos de bosque |
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Con otros a cielo abierto |
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En los que disfrutamos de las vistas |
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De nuevo en el pinar, continuamos caminando por el manto de nieve, que no tiene mucho espesor |
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Observando entre las ramas, la silueta del circo de Morca |
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Y a lo lejos, el collado de Bellido, tras el que se elevan las principales montañas de la sierra de la Nava Alta |
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Unos metros más adelante, salimos a una zona despejada |
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Cerca de la base del pico Morca, donde vemos un corredor bastante tumbado, que asciende a su cima |
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Que descartamos, ya que parece demasiado sencillo, así que, seguimos por el pinar |
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Hasta alcanzar el barranco de Morca, donde abandonamos el GR.90.1, para continuar por la margen izquierda del barranco (orográfica) |
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Tomando de referencia los hitos que hay colocados a lo largo de su curso |
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Buscando los mejores pasos, ya que, en esta zona, la capa de nieve tiene mayor espesor y está más blanda |
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Hasta alcanzar la base del circo de Morca, donde observamos los dos corredores principales |
Mientras saco el piolet, el resto se adelanta, así que unos minutos más tarde, comienzo a ascender por el circo de Morca, con una nieve blanduzca, donde aprovecho la huella para alcanzar al grupo. Cuando estamos a media ladera, nos detenemos un instante, para comprobar, que, efectivamente, el corredor Oeste es el que se encuentra situado a la derecha, así que, trazamos una diagonal, hasta situarnos en la entrada del corredor, donde Ángel, va dejando unos buenos escalones, que, al resto, nos permite ganar desnivel de forma lenta pero segura.
A medida que vamos ganando desnivel, cerca de un gran bloque, que se encuentra a mitad del corredor, la capa de nieve es casi inexistente y bajo ella, se esconde una capa de hielo, por lo que escasamente, se clavan las puntas de los crampones y el piolet. Ángel, lo pasa con más o menos tino, a Félix le cuesta lo suyo (los dos van con dos piolets), pero yo, que voy con un solo piolet, comienzo a dudar, ya que no consigo fijarlo bien y además, la huella es prácticamente inexistente, por lo que, tras varios intentos, consigo superar este pequeño tramo, hasta alcanzar el bloque, donde descansamos mientras estudiamos el siguiente sector.
La salida desde el bloque, no está mucho mejor, el piolet, escasamente clava la punta y la pendiente, es de unos 45º, pero a cambio, el corredor se estrecha, lo que ofrece algo más de garantía, al poder tirarte un poco más hacia los laterales y jugar con las rocas, que están bien afianzadas, lo que hace, que, con algún que otro apuro, consiga superar este paso. A partir de este punto, la nieve vuelve a ser más profunda, así que, aprovechando los escalones que ha tallado el amigo Ángel, salimos caminando del corredor, hasta alcanzar el amplio cordal que une el pico Lobera con el Moncayo, donde nos recibe un gélido viento, que invita a seguir caminando.
Como Ángel ha sido el primero en llegar, se adelanta, mientras recogemos piolets y sacamos los bastones, para acto seguido, continuar caminando, pero en vez de hacerlo por el cordal, unos metros más abajo a resguardo del viento, que ha barrido la nieve, dejando tan solo esquirlas de hielo, hasta alcanzar el collado de Morca, donde nos reagrupamos y aprovecho para ajustar bien los crampones, que hace un rato que me están dando mal, mientras valoramos la posibilidad de subir al pico Lobera, ya que pasaremos a escasos 100 metros de su cima.
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Mientras saco el piolet, el resto se adelanta, así que unos minutos más tarde, comienzo a ascender por el circo de Morca |
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Hasta que a media ladera, los alcanzo, punto en el que trazamos una diagonal a la derecha |
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Para posicionarnos en la entrada del corredor Oeste |
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Donde Ángel abre huella, dejando unos buenos surcos en la nieve (foto de Ángel) |
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Lo que nos permite, remontar el corredor, de forma lenta pero segura, aunque, a medida que vamos ganando desnivel |
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La capa de nieve es casi inexistente y bajo ella, se esconde otra de hielo, donde apenas se clavan los crampones y el piolet |
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Hasta alcanzar un bloque, donde descansamos mientras disfrutamos de las vistas hacia los Pirineos |
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La sierra de la Nava Alta y estudiamos el siguiente sector |
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Que acometemos a continuación, donde las condiciones de la nieve son parecidas, aunque al ir algo más encajados, da sensación de seguridad |
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Al poder tirarte un poco hacia los laterales, salvando este sector, que da paso al tramo final |
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Donde la capa de nieve es mayor (foto Ángel) |
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Lo que nos permite salir del corredor, con más facilidad de lo esperado (foto Ángel) |
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Hasta alcanzar el cordal, que une el pico Lobera con el Moncayo, que recorremos unos metros más abajo |
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A resguardo del viento, hasta alcanzar el collado de Morca, donde valoramos subir al pico Morca |
Tras valorar la situación, desestimamos coronar, ya que los tres hemos estado y el paso por el corredor, ha gastado más energías de las esperadas, por lo cual, continuamos caminando a paso tranquilo por el cordal, recuperando energías, donde la pendiente da paso a un terreno de falso llano, cubierto por una fina capa de nieve, por el que avanzamos cómodamente hasta enlazar con la vía de verano, a la altura del Alto del Collado de las Piedras, desde el que observamos como por el Circo de San Miguel, tan solo han subido por el corredor de los Gendarmes, ya que, el Cucharón, está sin huella.
Sin apenas detenernos, descendemos hacia el collado del Alto de las Piedras, en la que converge con la subida desde la Cueva de Ágreda, donde acometemos la subida final al Moncayo, buscando las zonas blanqueadas, que no son más que puro hielo, que el aire ha transformado en muy diversas formas, hasta alcanzar la figura de la Virgen del Pilar y unos metros más adelante, el vértice geodésico, que marca los 2314 metros del Moncayo, en el que tan solo hay un grupo de personas, con las que nos hemos cruzado hace un rato. En la cima, hace un frío del carajo, obviamos las vistas que ya nos las conocemos, hacemos una foto en el vértice geodésico y de cabeza a un vivac, en el que nos refugiamos del viento, descansamos y echamos un bocado, que son cerca de las cuatro.
Unos minutos más tarde, recogemos todo, nos despedimos del grupo, que han venido caminando desde Beratón, que, intuimos se les va hacer de noche, porque tienen que recorrer todo el cordal y las temperaturas en cuanto se vaya el sol, bajarán en picado, razón, por la que vamos a cambiar el plan trazado (queríamos bajar al collado de Castilla y el barranco de Agramonte, para enlazar con la senda de los Lobos) dando un tijeretazo a la circular, para bajar por la Directa, que es la pala, que se utiliza para esquiar desde la vertiente zaragozana.
Sin más preámbulos, comenzamos a caminar hasta el borde de la pala, que vemos está con una nieve muy irregular, he iniciamos el descenso pero está vez, aprovechando que tengo peso mosca, abro huella, buscando las zonas más limpias de roca, donde de vez en cuando, acabamos con nieve hasta la rodilla, trazando alguna lazada para mitigar la pendiente, tomando de referencia las lindes del pinar, por donde discurre la senda de los Lobos, que, queremos coger en el punto más bajo posible (hay un gran hito), aunque lo que capta mi atención, es un mástil que asoma en la nieve, al que me acerco, para corroborar que se trata de parte de un ala, de uno de los dos aviones americanos que se estrellaron en los años 80 por causa de la niebla (un cazabombardero F-16 en el año 1984 y un Hércules C-130 en el año 1986), que fotografío, mientras espero a que los compañeros lleguen, porque andan algo rezagados.
Como la bajada se está haciendo algo larga, en vez de bajar directos, trazamos una diagonal hacia la Peña Nariz, contemplando la Peña Negrilla tras la que asoman otras sierras cercanas, como Urbión y la Demanda, mientras poco a poco, vamos acercándonos a la senda de los Lobos, que alcanzo un poco antes de llegar al hito que marca la entrada a la Directa (± 100 metros), donde espero sentado en una piedra a que lleguen mis compañeros, fotografiando el entorno, aunque la luz a estas horas, no es la mejor.
Una vez reagrupados, descansamos un instante, para acto seguido, continuar caminando por la senda de los Lobos, que rápidamente, nos introduce en el pinar, trazando una sucesión de lazadas, hasta alcanzar una escalinata, por la que salimos con las últimas luces de la tarde, al aparcamiento de Haya Seca, finalizando está variante para subir a la cima del Moncayo.
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Tras valorar la situación, desestimamos hacer cima, así que, continuamos caminando a paso tranquilo por el cordal |
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Donde la pendiente da paso a una zona de falso llano, con una fina capa de nieve |
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Por el que avanzamos cómodamente hasta enlazar con la vía de verano |
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A la altura del Alto del Collado de las Piedras |
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Desde el que contemplamos, como por el circo de San Miguel, solo han subido por el corredor de los Gendarmes |
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Sin apenas detenernos, descendemos hacia el collado del Alto de las Piedras, donde enlazamos con la vía que viene de la Cueva de Ágreda |
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Donde remontamos la pala final (foto Ángel) |
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Por la que llegamos primero a la imagen de la Virgen del Pilar (foto Ángel) |
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Y unos metros más adelante, al vértice geodésico, en el que nos fotografiamos y rápidamente, nos metemos en un vivac |
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Después, vamos a la parte superior de la pala de <<La Directa>> e iniciamos el descenso, buscando las zonas más limpias de roca |
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Realizando algunas lazadas para mitigar la pendiente, tomando de referencia las lindes del pinar (foto Ángel) |
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Hasta llegar a media ladera, donde localizamos los restos de uno de los dos aviones americanos, que se estrellaron en los años 80 |
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Como la bajada se está haciendo algo larga, trazamos una diagonal hacia la Peña Nariz |
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Contemplando la Peña Negrilla |
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Tras la que se asoman, otras sierras cercanas, como Urbión y la Demanda, mientras poco a poco, voy acercándome |
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A la senda de los Lobos, que alcanzo un poco antes del hito, en la que espero fotografiando el entorno |
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Una vez reagrupados, descansamos, para acto seguido, continuar por la senda de los Lobos, que rápidamente nos introduce en el pinar |
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Trazando una sucesión de lazadas, por la que desembocamos con las últimas luces de la tarde, en el aparcamiento de Haya Seca |
Aupa Eduardo =) Muy bonita actividad y desde luego de esas en las que se respira soledad y disfrute, ya que en cuanto vamos al Moncayo todos tiramos al circo de San Miguel.
ResponderEliminarMe apunto esa zona para conocerla, muy elegante. Gracias :)
Saludos
Hola Oscar.
EliminarCon buena nieve, es una actividad para disfrutar al 100%, con ese punto, que da la soledad. Pasa en el Moncayo y en cualquier zona conocida, en cuanto te alejas de las rutas más concurridas, la gente desaparece y más en invierno.
Salud y montaña.
¡Hola Eduardo!
ResponderEliminarAl Moncayo vamos poco pues no nos viene de mano, casi siempre lo hacemos por el Circo de San Miguel que es nuestra normal. En una ocasión entramos por detrás y vimos claramente que es un montañón con muchas posibilidades.
En invierno solamente hemos estado una vez en plan aquí te pillo y aquí te mato y nos dermostró que hay que andarse con cuidadín. Luego ya sabemos que sus invernales pueden tener bastante jugo como la vuestra.
De cuando en cuando hay que probar esas pendientes que te hacen sentir vivo y que acostumbran a dejar un sabor muy agradable.
¡Que vaya bueno!
Hola Mariano.
EliminarTeniendo al lado el pirineo y la sierra de Guara, más vuestras visitas a Cataluña para visitar a la familia, no me extraña, que vengais de ciento a viento.
El Moncayo, como muchas otras montañas, tienen dos o tres vías, que son por las que sube todo el mundo, pero, si se conoce bien, las posibilidades son infinitas, está en concreto, apenas encontramos información y le pone, esa dosis de tensión, que de vez en cuando, viene bien.
Salud y montaña.
Esas escaladas, es mejor hacerla acompañado. Hay nieve y en cualquier momento puede haber un resbalón y más con la nieve que observo el el paisaje, que es una maravilla.
ResponderEliminarDebe de hacer ahora mucho frío ahí. Hay personas que soportan muy bien el frío, pero no es mi caso.
A la estación de Sierra Nevada, solamente subí una vez, en autobús y fue en el mes de abril, ya solamente había nieve solamente en la cumbre.
Ahora disfruto de tus fotografías, aunque tenga una envidia sana, tan solo verlas,
Besos.
Hola.
EliminarSi, este tipo de actividades es mejor hacerlas en compañía, ya no solo por tener un accidente, sino también, porque te da más confianza y si vas con alguien te tiene buen nivel, en algunos pasos complicados, puedes fijarte como y por donde pasa, aunque, al final, en los momentos delicados, tienes que pasar tu, si o sí.
El Moncayo, no es una montaña técnicamente compleja, pero, es una de las montañas, climatológicamente hablando más complicadas, ese día hacía "bueno" y en la cima, daban una sensación térmica de -14º.
Un saludo
Que maravilla de recorrido, las vistas son preciosas.Saludos
ResponderEliminarHola Charo.
EliminarLa verdad, que el Moncayo con o sin nieve, es totalmente diferente. El día salió fantástico y estaba bien nevado, así que, disfrutamos de unas estampas maravillosas.
Un saludo
Tuvisteis una ventana de tiempo muy favorable. Cuando hay que usar material técnico, lo mejor es ir bien acompañado para tomar decisiones oportunas. El frío se soporta, pero decisiones optimistas traen malas consecuencias. Moncayo es fascinante, terrible, orgulloso. Mis respetos a todos.
ResponderEliminarHola Fernando.
EliminarSalió un día fantástico, sol y sin viento abajo y en el cordal, a pesar del viento, no se estaba mal, salvo en la cima. En este tipo de actividades, siempre en compañía y más en el Moncayo, en el que se mezcla ese clima infernal, que con una mala decisión, puede ser fatal.
Un saludo
Hola Eduardo,
ResponderEliminarQue forma tan guapa y diferente de subir el Moncayo, me ha gustado mucho el corredor.
Cuando subí el Moncayo lo hice por el corredor de los Gendarmes, y a la vuelta, me fijé en el circo de Morca y las canales que había y me gustaron mucho las posibilidades que se veían, ahora, con tu crónica, ya se que hay varios corredores por los que poder subir, así que no descarto una futura visita para descubrirlos.
Salud y montaña.
Hola David.
EliminarSi que recuerdo vuestra crónica en el Moncayo, la subida por el corredor de los Gendarmes, es muy bonita, esta, tiene un punto más de dificultad.
Si bajasteis por la vía de verano, lo que se ve al otro lado del circo de San Miguel, es el circo de Gaudioso, ese es otro cantar, las veces que me he asomado, tiene un calor azul brillante, que junto con la nula información que hay por la red, me da que rara vez se sube por el.
Salud y montaña.
si en verano esa zona puede ser peligroso en invierno aun mas por lo que hacer la ruta acompañado es mejor.
ResponderEliminarsaludos.
Hola Tomás.
EliminarEn verano por normal general, es una montaña sencilla, aunque al contrario que pasa en invierno, el calor es asfixiante, pero, un accidente puede ocurrir en cualquier momento. Si se puede, siempre acompañado.
Un saludo
Precioso Eduardo, he disfrutado en ese recorrido. El paisaje ya merece la pena, pero evidentemente hay que realizarlo con cierta cautela y más para los que lo desconocen.
ResponderEliminarUn abrazo amigo.
Hola Juan.
EliminarSi, cuando está nevado, ofrece un paisaje fascinante, a tí, la parte media-baja, te encantaría, ya que ofrece una diversidad de bosques, espectaculares.
Sino, se tiene conocimientos, lo mejor, es no subir e ir poco a poco. Hace unos días, rescataron a 11 jóvenes en la cima del Moncayo, subieron con niebla, se desperdigarón y acabaron todos perdidos. En el video, se ve cómo algunos van en chándal y zapatillas deportivas.
Un saludo
Hola Eduardo.
ResponderEliminarIba a escribir exactamente lo mismo que ha escrito el amigo David, pero el tío se me ha adelantado jejeje. Mis cuatro visitas al Moncayo siempre han sido en invierno y se han centrado en el Cucharón (dos ascensiones por la pala y dos por los Gendarmes). Para la quinta había pensado en subir por la vertiente soriana, pero viendo este reportaje tuyo gana muchos enteros este corredor del Circo de Morca, así que apuntado queda ;-)
Un saludo.
Hola Dani.
EliminarBueno, pues ya toca cambiar. La subida por la Cueva de Ágreda, está bien, yo creo que es de las más sencillas y creo, que es una buena opción para subir en otoño, trazando una circular, subiendo por el barranco de las Majadillas y bajando por la Cueva de Ágreda.
Está opción por el circo de Morca, tiene un punto más de dificultad, que el Cucharón y el corredor de los Gendarmes, lo que sí que hay que tener en cuanto, es la nieve, nosotros lo pillamos en un par de puntos, bastante justo.
Salud y montaña.
Aviso de hoy tres de Marzo a las 17h para Moncayo desde Zaragoza: está cortada la subida al Santuario desde el cruce de Agramonte y desde el cruce de la central eléctrica de Morca(de forma inesperada y sin opción)
ResponderEliminarPreguntad si tenéis planes.
Habría que ponerse en contacto con los forestales del parque o quien sepa de ello.
ResponderEliminarHola.
EliminarNevó el otro día y hubo un vendaval, igual se ha caído algún árbol o hay placas. Lo mejor en estos casos, es ponerse en contacto con el Parque Natural o la Guardia Civil más cercana a la zona, pero vamos, imagino que será algo puntual.
Un saludo
Hola Eduardo.
ResponderEliminarTú + Moncayo es sinónimo de espectáculo, ya que, se puede decir que eres un autóctono de aquellos bellos parajes. Me ha gustado mucho esta subida más técnica y aventurera por el Circo de la Morca. Nos habías acostumbrado verte subir por las diferentes vertientes, descubriendo la maravilla de bosques, que verte ahora clavando los pinchos y el piolet, también mola mucho.
Salud y Montaña.
Hola Toni.
EliminarEs una montaña, que a parte de las ascensiones clásicas, ofrece muchas alternativas, algunas con algo más de picante, como está variante por el corredor Oeste del Circo de Morca.
Estaba algo desentrenado con los pinchos, pero, nos lo pasamos en grande, aunque hubo algún paso, donde tuve que apretar el culo 🤣.
Salud y montaña.
Que ruta mas chula Eduardo. Ese canuto tiene una pinta muy interesante, y las vistas desde el V.G. amplísimas.
ResponderEliminarUn saludo y disfruta de la montaña.
Hola Ángel.
EliminarSi, es un recorrido diferente y muy atractivo, el Moncayo, en días despejados, ofrece unas panorámicas de lujo, que van hasta los pirineos, pasando por sierras cercanas, como la Demanda y Urbión.
Salud y montaña.
Muy buena Eduardo! Justo esa ruta tenía pensado para este invierno. Ahora sin nieve, habrá que dejarlo para el próximo año,
ResponderEliminarHola David.
EliminarHay que buscar alternativas a las subidas más habituales y esta es una buena opción. Este fin de semana, ha debido caer una pequeña nevada, esta mañana se veía blanquear la cima, pero, insuficiente para hacer esta actividad, ya, salvo sopresa, para la temporada que viene.
Salud y montaña.
Hola Eduardo.
ResponderEliminarEstupenda actividad, aquí cerca de casa. Creo que la ruta que hicisteis es la misma que nosotros hicimos en 2013. Después de veros, me han entrado ganas de repetir.
Un saludo
Hola Enrique.
EliminarBueno, muchas veces marchamos lejos, cuando lo tenemos a una hora de casa. El Moncayo, fuera de sus rutas habituales, ofrece muchas opciones, ya he visto, que el otro día subisteis y bajasteis por el Cucharón.
Salud y montaña.