El río Aragón, nace a
2.092 metros en el circo glaciar del valle de Astún, cuya cabecera
se nutre de los ibónes de Escalar y las Truchas, atravesando la
población de Jaca, capital de la comarca de la Jacetanía, que da
paso a la depresión de la Canal del Berdún, que se extiende hasta
la población navarra de Yesa, conocida por albergar la presa del
embalse de Yesa, que acumula las aguas del río Aragón.
Tras la visita a la villa
de Sos del Rey Católico, regresamos a Jaca por la tortuosa carretera
A-1601, donde hacemos un alto en el camino, para ver la localidad
de Ruesta, que a día de hoy pertenece a los términos municipales de
Sigüés y Urriés, que poco a poco va despertando del letargo, en
que quedo sumida después de la construcción del embalse.
En una explanada situadas a las afueras del núcleo urbano, declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, ya que por sus calles transcurre la variante del Camino de Santiago, denominado camino francés, aparcamos la furgoneta, desde la que nos acercamos caminando hasta la plaza de la Iglesia, en la que se ubica la Iglesia
parroquial de la Asunción, construida en la segunda mitad del S.XVI,
de origen renacentista.
Fijándonos en los materiales utilizados, podemos apreciar como se construyo en dos fases. Por un lado el templo, al que se accedía por la fachada occidental a través de una portada formada por un arco de medio punto, actualmente desaparecido, y por otro la torre fortificada del campanario, en la que podemos ver el carácter defensivo de está construcción, al identificar hasta tres aspilleras (dos en la torre y una en los muros).
Debido al estado ruinoso de está construcción, todo el perímetro se encuentra vallado, y la entrada por la portada está tapada por una reja metálica, desde la que podemos intuir la nave principal, en forma de cruz latina con crucero, con varias capillas laterales comunicadas entre si.
Debido al estado ruinoso de está construcción, todo el perímetro se encuentra vallado, y la entrada por la portada está tapada por una reja metálica, desde la que podemos intuir la nave principal, en forma de cruz latina con crucero, con varias capillas laterales comunicadas entre si.
Por el mismo camino,
regresamos a la plaza de la Iglesia, en la que nos detenemos para
leer un texto reivindicativo, que nos recuerda que los vecinos de
la Canal del Berdún siguen activos, ya que en los años 70 surgió
el planteamiento del recrecimiento del embalse de Yesa, que
triplicaría el agua embalsada, que pasaría de los 446,86 hm³
a 1.525 hm³, lo que
conllevaría la desaparición del núcleo urbano de Sigües, además
de las expropiaciones de terrenos de Artieda y Mianos (si no quieres
una taza, taza y media).
Desde la misma plaza,
accedemos al núcleo urbano, compuesto principalmente por dos calles;
la calle Mayor, que va desde la Iglesia hasta el Castillo, y la calle
del Centro, que es por la que comenzamos a caminar, en la que podemos
ver que se han reconstruido varias viviendas, como es el caso de Casa
Alfonso reconvertido en la casa de cultural Ramón Asin, o Casa
Valentín, que es el actual albergue de peregrinos, debido a que en el
año 1988 la Confederación Hidrográfica del Ebro cedió el pueblo y
parte de su término municipal a una organización sindical.
Viendo el estado en el que
se encuentra, el tema está complicado, ya que hace falta una gran
inyección económica para levantar de nuevo el núcleo urbano, así
como un plan de vida, que sea lo suficientemente atractivo para que
los descendientes de los antiguos habitantes de Ruesta vuelvan a sus
orígenes.
Nosotros por el momento nos adentramos entre las ruinas de la calle Mayor, para intentar acceder hasta los restos del castillo de origen musulmán, conquistado por Sancho Garcés en el año 911, aunque la actual fortaleza data de los siglos XI y XII, siendo ahora de propiedad privada.
Nosotros por el momento nos adentramos entre las ruinas de la calle Mayor, para intentar acceder hasta los restos del castillo de origen musulmán, conquistado por Sancho Garcés en el año 911, aunque la actual fortaleza data de los siglos XI y XII, siendo ahora de propiedad privada.
Si complicado resultaba el
acceso a los enemigos, debido a que un barranco protege dos flancos
del castillo, tanto o más resulta ahora, ya que la vegetación y las
vallas que protegen las ruinas, no permiten llegar hasta la base del
castillo.
Como no queremos irnos sin disfrutar de este emblema del Reino de Aragón, salimos a la carretera por la que caminamos con cuidado unos metros, hasta poder comprobar como entre las ruinas del recinto fortificado, que tenía una planta rectangular de unos 45 por 20 metros, emergen dos torres, siendo la más elevada la torre del homenaje, que se calcula que tendría una altura de 25 metros.
Como no queremos irnos sin disfrutar de este emblema del Reino de Aragón, salimos a la carretera por la que caminamos con cuidado unos metros, hasta poder comprobar como entre las ruinas del recinto fortificado, que tenía una planta rectangular de unos 45 por 20 metros, emergen dos torres, siendo la más elevada la torre del homenaje, que se calcula que tendría una altura de 25 metros.
Siguiendo la carretera entre los árboles, echamos una última mirada, para observar al
responsable para unos del despoblación de Ruesta; para otros del
avance de su forma de vida, el embalse de Yesa, que con sus aguas color turquesa y la sierra de Leyre de fondo, nos ofrece una bonita
estampa, con la que regresamos al coche, con la esperanza que Ruesta
resurja entre sus ruinas.
Desde la explanada, nos acercamos a la plaza de la Iglesia, en la que se ubica la iglesia de la Asunción |
Con una portada de medio punto, y dos aspilleras en la torre del campanario |
Y una tercera en los muros |
Luego, regresamos a la plaza de la Iglesia, donde hacemos una pausa, para leer un texto reivindicativ |
Que tras finalizar, nos adentramos en el núcleo urbano, compuesto por la calle Mayor y la calle del Centro |
Por la que caminamos, observando como se han rehabilitado un par de viviendas |
Al final de la calle, nos internamos en las ruinas de la calle Mayor |
Para intentar acceder a la base del castillo de origen musulmán, que resulta complejo |
Debido a la maleza y a las mallas que cercan gran parte de los edificios |
Así que salimos a la carretera por la que caminamos, hasta poder ver en la distancia el recinto amurallado |
En el que emergen dos torres, siendo la más elevada la torre del homenaje |
Antes de partir a Jaca, echamos una mirada al embalse de Yesa, con la sierra de Leyre de fondo |
Es Ruesa uno de los pueblos que, por su historia, dejan una impronta que, en mi caso, resulta muy duradera y produce melancolía.
ResponderEliminarBuenas fotos y relato, Eduardo, que transmiten la realidad de "un fue" que, a causa del destino, se transformo en "un es" bien distinto.
Un saludo
Hola Carmar.
EliminarY que esperemos que en un futuro no muy lejano, vuelva a ser lo que fue ... aunque por el momento el estado ruinoso de algunas edificaciones va a más.
Una lastima, saludos.
¡Hola, Eduardo! Tu entrada me ha traído gratísimos recuerdos de mi paso por Ruesta, haciendo el Camino Aragonés. Lástima que estos pueblos tuvieran que perder sus habitantes por culpa del embalse. Tengo entendido que hay un proyecto de ampliación del embalse por el que otros pueblos seguirían los mismos pasos. Espero que no se lleve a término el plan.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Emilio.
EliminarMe alegra que te traiga buenos recuerdo, la verdad que Ruesta,es un buen lugar para reposar en el Camino de Santiago.
El recrecimiento sigue su curso, al igual que la lucha, esperemos que no prosiga ya que suficiente sufrimiento ha habido.
Un saludo
Hola Eduardo:
ResponderEliminarHace un tiempo hicimos también una ruta y uno de sus puntos fuertes o para nosotros lo era, era visitar un despoblado, cuando caminábamos por sus calles nos recorría una gran tristeza y esa misma sensación me ha vuelto a suceder, viendo tus fotos y leyendo la descripción de la ruta. Por un motivo o por otro, nos estamos cargando esos pueblos tan bonitos y que de alguna forma, nos han enriquecido culturalmente.
Saludos y a seguir disfrutando de la montaña.
Hola Eulogio.
EliminarEn las últimas décadas el "progreso" ha hecho que la gente abandone los pueblos, para irse a núcleos más grandes o las ciudades, en busca de trabajo.
La agricultura y ganadería, es el principal sustento, los precios que se pagan son ridículos, lo que hace que no resulte rentable tanto esfuerzo.
En el caso de Ruesta aun es más grave, ya que las aguas del embalse inundaron las zonas de cultivo, si haces esto y no ofreces alternativas, ¿de que van a vivir?
Un saludo.
Hola Eduardo,
ResponderEliminarMerece mucho la pena aprovechar el viaje de vuelta después de un ruta si es para visitar lugares tan mágicos y con tanta historia como este que nos muestras en esta entrada.
Un apena que estén despoblados pueblos tan bonitos y con tanta historia como este.
Salud y montaña.
Hola David.
EliminarNosotros en vacaciones siempre intentamos combinar actividades de montaña, con visitas culturales.
La visita a Ruesta no estaba prevista, cuando fuimos a Sos del Rey Católico, vimos las torres que emergían cerca de la carretera, cuando pasamos y vimos que era el castillo de Ruesta fue una grata sorpresa, así que decidimos que a la vuelta fuese la hora que fue, pararíamos.
Ruesta desprende magia, y tristeza, al ver el estado ruinoso en el que está, donde como siempre la DGA está dejando caer, sin hacer nada, un pequeño pedazo de la historia de Aragón.
Salud y montaña!
Hola Eduardo.
ResponderEliminarMe encantan estas fotos que muestran la combinación Historia/Despoblación de manera tan bella y contundente como son las calles y construcciones de Ruesta.
Ay los pantanos, bonitos por un lado, y problemáticos por otro....
Ha caído por la zona de Tragacete casi un metro de nieve, pero en unos días con la subida de las temperaturas, se irá. Vamos a tener agua a mansalva...a ver si nada se tuerce y podemos quedar.
Toni MS.
Un saludo.
Hola Toni.
EliminarCon los pantanos pasa como con las antenas de televisión, todos queremos tener cobertura, pero nadie quiere las antenas en el tejado de su casa o cerca.
Ya me imagino que estará a tope de agua, la autovía por Teruel la tuvieron que cerrar, y aquí en Zaragoza se ha pegado 2/3 días sin parar de llover.
Me conformo con que el tiempo nos respete.
Un saludo
Una localidad interesante, con su historia y paisaje.
ResponderEliminarDe vez en cuando, alternando bichos con poblaciones, aunque éstas sean deshabitadas, me gusta recrear mentalmente los quehaceres de la gente que las habitaba.
Me quedo perplejo mirando cada detalle en las ruinas, sus piedras, la vida que emerge de ellas, las maderas resquebrajadas por el tiempo, etc. Hay tantas cosas que admirar que, a mí particularmente, cuando quedo embobado, el tiempo se me escapa sin poder frenarlo.
Bonito paseo.
Saludos
Hola Javier.
EliminarPara poder apreciar los detalles que muchos no ven, hace falta ser buen observador, y no tener prisa, normal, que el tiempo se te pase volando.
Un saludo.