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lunes, 14 de septiembre de 2015

Circular al Cabezo Casellas (372 m), y la Ermita de Santa Bárbara, desde la Ciudad Deportiva del Real Zaragoza (Trail Running)


Desde hace mucho tiempo, cuando voy por el cuarto cinturón con el coche, me fijo en unas ruinas que hay en lo alto de una atalaya, próxima a la carretera y al barrio de Valdespartera.

Un día, alcahueteando por la red, veo que esas ruinas pertenecen a la Ermita de Santa Bárbara, construida en el S.XIV, sobre una antigua fortaleza medieval que data del S.XIII, y de la que ya no quedan restos.

Echando un vistazo al mapa de la zona, veo que en los alrededores, se encuentra el Cabezo Casellas, trazo una circular sobre el mapa, y aprovechando que está semana trabajo de mañanas, está tarde que el sol, parece que no va a ser muy fuerte, me preparo los cacharros, y me acerco en furgoneta, hasta una explanada que hay junto a la ciudad deportiva del Real Zaragoza, donde aparco la furgoneta. Para descargar el track, haz clic en el símbolo de Wikiloc.



A unos metros, nace un amplio camino de tierra, por el que comienzo a correr dirección NO, durante seiscientos metros, hasta que cerca de la Paridera Bartra, lo abandono, giro a la derecha y continúo en ligera subida, dirección NE, tomando de referencia una núcleo zoológico, situado en lo alto de una loma.

Como es una zona poco transitada, no hay un alma, y se respira tranquilidad, rota tan solo por el despegue de alguna perdiz, y el correteo de algunos gazapos que se apuestan en la orilla del camino, y en los campos adyacentes.







Siempre en ligera, pero continúa subida, el camino serpentea en un par de ocasiones, hasta que alcanzo una intersección de caminos, desde la que puedo ver, mis dos objetivos del día, el Cabezo Casellas y las Ermita de Santa Bárbara.

Como primero voy a subir al Cabezo Casellas, giro a la izquierda y continúo dirección O, por un camino con el suelo descompuesto, y con una pendiente que a medida que avanzo, se vuelve más pronunciada.

Los últimos metros los hago andando, hasta que alcanzo un collado, donde giro a la derecha, y continúo por senda durante cincuenta metros, hasta el vértice geodésico del Cabezo Casellas, que con sus trecientos setenta y dos metros, es un buen mirador de la ciudad.







En este punto, aprovecho para hacer una breve pausa, echo un trago de agua, hago un par de fotografías, e improviso una bajada para enlazar con el camino principal.

Una vez vistas todas las opciones, en vez de regresar por el mismo camino hasta la intersección, desciendo por una senda, que nace desde el mismo vértice, dirección NE, por la que alcanzo el camino principal, próximo a las vías del AVE.

Tras un giro a la derecha, continúo durante trescientos metros paralelo a ellas, hasta que llego a la altura de una pista asfaltada, donde abandono el camino, giro a la izquierda, y desciendo por la pista, por la que accedo a un túnel, por la que paso por debajo de las vías del AVE.

Nada más pasarlas, giro de nuevo a la derecha, enlazo con un amplio camino de tierra, por el que comienzo a ganar desnivel de forma rápida, paso a una pareja que sube como puede con la btt, y alcanzo el final de la rampa, desde la que ya tengo vistas de la Ermita de Santa Bárbara.







Ya por terreno de falso llano,continúo unos metros más, hasta que alcanzo la base de la atalaya sobre la que se asienta la ermita de Santa Bárbara.

Para acceder hasta ella, hay unas cuantas sendas, yo decido coger la que sale a la derecha de la ermita, y que a pesar de dar más rodeo, la subida es menos pendiente, y tan solo tengo que realizar una sencilla trepada, donde apenas me ayudo de las manos.

Unos metros después, alcanzo las ruinas de la Ermita de Santa Bárbara, que es un perfecto mirador de la ciudad de Zaragoza, de las Planas, de la Muela, y en días despejados se pueden ver el Moncayo y los pirineos.







Después de disfrutar durante unos minutos de las vistas, toca descender, está vez lo hago de forma más directa, por una senda que nace justo a los pies de la ermita, y por la cual llego a un pequeño rellano. Desde aquí cojo el sendero principal, que es más ancho, aunque más pronunciado, y desciendo por el, con precaución, para evitar acabar en el suelo.

Una vez en la zona baja, llego a la altura del túnel, que permite salvar la Z-40,y da acceso al recinto ferial, que es otra de la opciones para iniciar el recorrido. Como no es la opción que he escogido, continúo recto dirección SO, y comienzo a ascender por un camino, con el piso bastante descompuesto, por el que voy realizando varias lazadas, hasta llegar a lo alto de una loma, cerca de unos depósitos de agua.

Por lo alto de la loma, llaneo durante unos metros, e inicio el descenso, por un camino comido por la vegetación, hasta que llego cerca de las vías del AVE, donde tras un giro a la derecha, avanzo paralelo a ellas, en ligero ascenso.

En un pequeño rellano, algo elevado, me detengo un instante para ver las posibilidades que tengo para cruzar las vías del AVE, a unos quinientos metros, veo que hay un túnel, así que desciendo a buen ritmo, hasta alcanzar el túnel, por el que salvo las vías del AVE, y enlazo con el camino de la Paridera de Casella a los Meaderos.





Por camino asfaltado, continúo unos metros, hasta que nuevamente comienzo a correr por un amplio camino de tierra, ligeramente en subida, por el que voy dejando a mi izquierda el Cabezo Casellas, fácilmente detectable por su vértice geodésico.

Cuando alcanzo el punto más elevado, desciendo rápidamente hacia la Paridera Bartra, a mi paso va saliendo algún que otro conejo, que se encuentra descansando en la orilla del camino. 

Una vez llego a las estribaciones de la Paridera de Bartra, en vez de continuar por el camino principal, que me obliga a entrar en una propiedad privada, me desvío unos metros hacia la izquierda, y enlazo con un camino poco aparente, comido por la vegetación, por el que alcorzo, pasando junto a un pequeño grupo de pinos.

Unos metros después, conecto con el camino que viene desde la Paridera de Bartra, por el que continúo durante medio kilómetro, hasta alcanzar definitivamente la explanada donde tengo aparcada la furgoneta dando por finalizada la circular.

Al final han salido casi once kilómetros, en poco más de una hora, en una zona que está muy bien para correr, ya que se pueden alternar tramos de camino, con otros de senda, eso si, evitando los fines de semana, durante los que dura la temporada de caza menor, ya que gran parte del monte, es coto de caza.











4 comentarios:

  1. Suerte que escogiste un día de no mucho calor, que de otra forma uno perece por esos secarrales. Me he puesto nervioso cuando pensaba que ibas a cruzar las vías del AVE; luego, cuando has encontrado el túnel, ya he respirado aliviado. Con esos páramos yesíferos una pájara que haga parecer que el tren aún está lejos no es improbable, así que ojo con los "pasos a nivel", que el AVE corre mucho ;)). Veo que te estás recuperando de la espalda. Me alegro. Salud y Montaña.

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    1. Hola Carmar.

      La zona es un secarral, como casi todo lo que rodea la ciudad. Pero por lo menos es bastante tranquila, pasar las vías fue sencillo, gracias a los túneles, pero de no haberlos encontrado, había otros más pequeños, por los que podía haber pasado sin problemas.

      Ayer salí a correr un rato por los montes de Cuarte, y las sensaciones no fueron malas, las piernas respondieron, aunque tuve que andar algún tramo duro de subida, y la espalda se portó bastante bien, algún que otro dolor en el hombre izquierdo y el codo, pero vamos aun me quedan unas cuantas sesiones de fisio.

      Un saludo

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    2. Eduardo, te acabo de enviar un correo a tu cuenta, si lo has recibido, pf contéstame y así abrimos el contacto; es que tuve algún problemilla y ahora creo que ya esté resuelto.
      Gracias y un saludo,

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  2. Con la bici he pasado muchas veces por esos caminos, pero mi visita de hoy ha sido nostàgica: He pasado por ese entorno que antiguamente fue zona militar. En 1969 y 70 servicio militar en Batallón Mixto de Ingenietos V de Valdespartera.Hoy zonas muy bien urbanizadas por las que pasa un moderno tranvia. Entonces caminos polvorientos. He subido a las ruinas de la ermita y he vuelto a esos barrancos en los que nos resguardábamos del cierzo en los servicios de vigilancia del campo de tiro y hacímos una pequeña hogera para calentarnos y aprovechabamos para asar unas patatillas. ¡Qué recuerdos!. Entre los tomillos y espartos aún he encontrado algunas restos de balas reventadas por los impactos sobre el taluz de fondo.

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