martes, 29 de julio de 2014

La Ruta de Orwell (Posición San Simón, Las Tres Huegas y Loma Orwell)


Esta semana me toca trabajar de noche, el sábado por la mañana me toca dormir, y hoy domingo me apetece estarme un rato más en la cama, ya por la tarde parece que se nubla a ratos, así que aprovechamos para acercarnos hasta la Sierra de Alcubierre, para realizar una ruta sencilla, que nos va a permitir ver dos posiciones de la guerra civil española, las Tres Huegas y la loma Orwell, que entran dentro de la conocida Ruta de Orwell. 



Para llegar hasta las Tres Huegas, cogemos la carretera A-129, pasamos la población de Leciñena, y justo antes de llegar al final del Puerto de Alcubierre, cogemos un desvío a la izquierda, donde cogemos una amplia pista asfaltada, que nos deja en una esplanada que sirve de aparcamiento.

Aquí iniciamos la ruta, en esta zona se situaba la posición San Simón, a poco más de cincuenta metros situado en la cima del monte Puig Ladrón, se ubica el Monumento a los Caídos en los años 40, así que lo primero que hacemos es acercarnos a verlo, pero en vez de hacerlo de forma directa por una pronunciada rampa de tierra, lo rodeamos por pista, y después ascendemos por un estrecho sendero, por medio de un pinar, hasta que alcanzamos el vertice geodésico de Puig Ladrón, y unos segundos después el Monumento a los Caídos, construido en homenaje a las hazañas conseguidas por el ejercito subleblado y la falange.



Visitado, descendemos por la pista, dejamos un lado el aparcamiento, para continuar bajando por pista asfaltada, hasta una encrucijada de caminos, cerca de la carretera, donde nos acercamos a visitar la zona conocida como las Tres Huegas, o güevas en aragones, que significa mojón, límite o separación de términos.

En está zona se ha rehabilitado varios puntos de lo que fue la posición defensiva, lo primero que nos encontramos es una trinchera, que desemboca en un abrigo de cubierto ligero, construida en roca.

Desde aquí continuamos por el camino, llegamos hasta un monolíto colocado para recordar a los sesenta falangistas que murieron para defender está posición, unos metros más adelante nos encontramos con varias cuevas que se utilizaban para resguardarse y guardar alimentos.

Por unos minutos abandonamos el camino, descendemos por un pequeño tramo de escaleras, que da a un pozo, donde almacenaban el agua y unos metros después a un vivac y un abrigo para el descanso del pelotón, construido en su interior en madera, donde podemos ver dispuestas varias literas, e incluso un armero, donde dejaban los mosquetones y la munición.




Finalizada la visita a las Tres Huegas, ahora toca visitar la ruta de Orwell, la opción más cómoda es ir en coche, pero nosotros lo vamos a hacer a patita, así que tirando de gps, continuamos por un camino paralelo al que hemos descendido, pero unos metros por debajo, cuando hacemos una revuelta este desaparece, y se convierte en un campo hiermo, por el que continuamos casi hasta la altura de la carretera.

En este punto se acaba todo signo de camino, decidimos tirar para arriba monte a través, ya que son poco más de cincuenta metros, una vez en la pista de acceso, descendemos por esta hasta la carretera.

Sin cruzarla, cogemos un camino de tierra, que en los primeros metros va paralelo a la carretera, después poco a poco vamos rodeando el monte dirección E, hasta que llegamos a la altura de un mas en ruinas, donde el camino se va perdiendo entre la maleza, pareciendo más un antiguo campo de labranza.

En este punto podemos ver ya la Loma de Orwell, hacia la que nos dirigimos, aquí cualquier rastro de camino o sendero se difumina, pero unos doscientos metros más adelante vemos que del E sale otra pista.

El problema es que esta pista va cogiendo altura, y descender por ella hasta la carretera, no va a ser fácil, así que decidimos bajar campo a través, por un terreno de bancales, que sin apenas dificultad nos permite llegar hasta la carretera, por la que continuamos durante algo menos de medio kilómetro, hasta que alcanzamos el desvío señalizado hacia "La Ruta de Orwell".

Una vez cruzamos la carretera, enlazamos con un tramo de la antigua carretera, metros después continuamos por una amplia pista de tierra, seguimos siempre a la izquierda, en los desvíos que aparecen a nuestro paso, tras superar una corta pero fuerte subida, llegamos a lo alto de la Loma Orwell, donde se encuentra la posición ocupada por el bando Republicano.




Para visitarla, realizamos un pequeño recorrido circular, a traves de un corto tramo equipado con peldaños de madera, accedemos al punto más alto de la loma, que sirve de mirador de la Sierra de Alcubierre, y donde un panel informativo, nos indica la ubicación de los diferentes bandos a lo largo de la Sierra.

Descendemos al camino principal, justo al lado, se encuentra un vivac, que servía de cobijo a los soldados, y que les permitía tener "algo de comodidad", ya que permanecieron en la posición más de año y medio.

Desde el vivac, nos adentramos en las trincheras o ramales de comunicación, que permitian recorrer todos los puntos de la posición sin correr peligro de ser alcanzado por una bala, la profunidad de estos tenía una altura de entre setenta centrimetros y un metro setenta dependiendo de la orografía.

Nada más entrar en el ramal, nos detenemos para ver un abrigo pasivo ligero, que servía para proteger a los soldados y guardar la munición. Avanzamos unos metros y enseguida nos encontramos con varios puestos de tirador individual, y uno doble, donde podemos comprobar el amplio campo de visión, que los tiradores tenían.

Ya al final del ramal, nos encontramos con un nuevo abrigo pasivo ligero, y desde aquí salimos al inicio de la circular, donde comprobamos que todo el perímetro se encuentra protegido con alambrada, para dificultar el avance.









Como está anocheciendo, y nos queda menos de una hora de luz, decidimos regresar, desdendemos por la pista hasta el cruce de caminos próximo a la carretera, aquí para volver más rapido, decidimos coger la antigua carretera, que se encuentra en buen estado, en algunos puntos la vegetación se ha comido gran parte del asfalto, pero progresamos sin mayores dificultades.

Cuando nos encontramos cerca del acceso a las Tres Huegas, buscamos algún sendero para descender a la carretera, pero no veo ninguno, miro el gps, y veo que unos metros antes hay un camino, así que regresamos sobre nuestros pasos, hasta llegar a un punto donde hay colocado en forma horizontal un guardarrail.

Aquí tapado por la vegetación, podemos ver que nace otro tramo de carretera, así que lo tomamos y descendemos hasta la carretera, que cruzamos y ya con la noche encima, subimos por la pista de acceso hasta el aparcamiento, dando por finalizada la ruta.







martes, 22 de julio de 2014

Vía Ferrata Santo Cristo


Finalizada la vía ferrata de la Peña del Morral, cogemos el coche, y por la nacional A-123 dirección Jaca, nos acercamos hasta el Congosto de Olvena para hacer la vía ferrata del Santo Cristo. Para descargar el track, haz clic en el símbolo de Wikiloc.



Aunque el sol comienza a hacer mella, y todavía no hemos comido, decidimos acercarnos, ya que nos viene de paso, para volver a Zaragoza, el coche lo dejamos en un pequeño apeadero con capacidad para cinco o seis coches, situado junto a un túnel de la carretera con un cartel que indica "El Puente de la Sierra".

Antes de iniciarla, aprovechamos para echar un bocado, y un par de tragos de vino, aprovechando que se nubla a ratos, decidimos realizarla, así que desde la misma carretera, cogemos un estrecho sendero, que en apenas dos minutos nos deja en el Puente de la Sierra, donde hay unas fantásticas vistas del Congosto de Olvena.

Antes de pasar el puente, me sorprende que nace un camino equipado con cable de vida, para saciar mi curiosidad lo sigo hasta donde muere el camino, aquí hay una serie de grapas, que suben por la roca, y que desembocan en lo que parece una tirolina ...

De regreso al puente de la Sierra, lo cruzamos, giramos a la derecha siguiendo el sendero, y en apenas cien metros nos plantamos en el inicio de la vía, que tan solo cuenta con cable de vida, ya que más que una vía ferrata, se trata de un camino equipado.




Los primeros metros caminamos por una amplia zona de rocas, enseguida el terreno se enmaraña de romero, y vegetación baja, hasta que alcanzamos la base de una estrecha canal, por la que avanzamos a ratos por medio de ella, y otros por el exterior apoyándonos en las rocas.

De vez en cuando nos toca ayudarnos de las manos, para continuar progresando, las vistas del congosto son fantásticas, y rápidamente vamos ganando altura, sin mayores complicaciones.

El cable de vida, a pesar de lo que se comenta en algún blog, se encuentra en buen estado, es más, en muchos tramos es completamente innecesario, ya que en una posible caída, este no nos va a amortiguar la caída, así que en determinados tramos, pasamos olímpicamente de engancharnos a él.







Una vez llegamos al final de la canal, descendemos unos metros por un tramo de piedra descompuesta, en el que nos toca echar la mano, para evitar un tropezón, y realizamos un corto destrepe, para ipso facto trepar de nuevo con alguna que otra dificultad.

Superado el escoyo, subimos hasta lo alto del cerro, realizamos un pequeño ladeo hacia la izquierda, y salimos a una cresta, bastante aérea, con fantásticas vistas del Congosto de Olvena.






A partir de este punto, la dificultad aumenta, ya que además de la sensación de vacío, nos toca realizar varias trepadas, todas ellas sin excesiva dificultad, ya que tenemos buenos y numerosos agarres en la roca, una vez superado este tramo, descendemos unos metros, y llegamos a una bifurcación.

Como desconocemos hacia donde va el trayecto de bajada, decidimos continuar subiendo por una pequeña faja, está se encuentra equipada con grapas que se encuentran bastante alejadas una de otras, además el suelo se encuentra muy pulido, y resbalamos que da gusto, por lo que nos toca tirar bien de brazos, para salir airosos de la situación.

Nada más finalizar este tramo, llegamos al final de la vía, donde se encuentra el mirador de Olvena, donde a pesar de que el día se está cerrando, todavía tenemos unas buenas vistas del Congosto de Olvena, y de los Pirineos.







Tras disfrutar de las vistas, y realizar las pertinentes fotografías, iniciamos el regreso hacia el coche, para ello, descendemos por un camino asfaltado, hasta las estribaciones de Olvena, justo antes de llegar, nos desviamos hacia la derecha, hasta enlazar con el sendero por el que discurre el GR.45.

El sendero se encuentra algo cerrado, y el matorral bajo, nos va haciendo la depilación en las piernas, el sendero serpentea a lo largo de todo el descenso, hasta dejarnos junto al Puente de la Sierra, donde un grupo se encuentra haciendo escalada.

Pasamos el puente, y subimos por el sendero, que hemos utilizado hace un rato para descender, y en un par de minutos nos plantamos en el coche, donde echamos un trago, recogemos los tratos, y rápido para casa, que si no, se nos enfadan las mujeres.

Al final el tiempo ha sido benévolo, y no ha llovido en todo el día, sin duda de las tres vías está es la más floja, pero aun así, es bastante entretenida, y es diferente a las que solemos ver en otras, sin duda, la falta de equipación, y las fantásticas vistas del Congosto, son sus puntos fuertes.










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